El italiano ganador del Oscar habla en entrevista sobre su papel del carpintero en la nueva versión del clásico, dirigida por Matteo Garrone y que se estrena el 18 de febrero
Ciudad de México, 23 de enero de 2021. A sus 68 años, el actor Roberto Benigni se ha convertido en el único en el mundo que ha dado vida en el cine tanto a Pinocho como a Gepetto.
“Es un milagro”, dice en entrevista telefónica desde su casa en Italia. El ganador del Óscar vuelve a la pantalla grande con el estreno de Pinocho, una cruda versión del cuento clásico, que dirige Matteo Garrone (Gomorra, Dogman) y que está programada para el 18 de febrero.
“Creo que soy el único actor en el mundo que ha tenido la ocasión de hacer ambos personajes, es un milagro, un regalo, nunca pude imaginar esto, porque amo tanto a Pinocho. Claro que disfruté ser Pinocho en mi película (en 2002), pero ser Gepetto ahora fue conmovedor para mí, un gran regalo que me dio Garrone”, explica el actor.
“Sé que (el cineasta mexicano) Guillermo del Toro está haciendo su propio Pinocho, me encanta, el cine mexicano es muy fuerte en el mundo, me da mucha curiosidad ver qué hará”.
Poder decidir en qué películas fue un privilegio que Benigni obtuvo en buena medida después de ganar el Oscar a Mejor Actor, hace ya 22 años, por La vida es bella, la historia donde da vida a un padre judío que salva a su hijo en un campo de concentración nazi.
“Yo en aquel momento era como Pinocho cuando va al circo, era el más feliz del mundo, claro que (ganar el Oscar) cambió mi vida para bien, me permitió ser más libre, hacer lo que quiero.
“Yo no cambié, cambió especialmente a la gente a mi alrededor, ya me respetaban mucho, pero tras ganar el Oscar me veían con ‘ultra respeto’, decían ‘oh, Dios, ¡se ganó un Óscar!’, pero yo soy el mismo, ¿qué podía hacer?, pedir dos cafés en vez de uno al llegar al restaurante. Y ya”, comparte Benigni en un inglés cantadito, con sabor a italiano.
Tras ganar aquel premio de la Academia, en 1999, Benigni se lo tomó con calma. Desde entonces a la fecha ha hecho pocas películas, entre ellas De Roma con amor, con Woody Allen.
“Muchas veces dije no. Y no porque sea yo una persona difícil, pero ganar el Oscar me dio eso, poder hacer lo que amaba, trabajar, elegir lo que quería hacer. Hice mucha televisión italiana, me entregué a mi película como director, pude producir.
“Hice una obra con la cual recorrí España, Argentina, América Latina. No la pude llevar a México, pero quizá en el futuro pueda llevarla”, señala el actor, al referirse a su versión teatral de La Divina Comedia, el libro de Dante Alighieri.
El también director, quien se ha puesto a las órdenes de figuras como Federico Fellini, Bernardo Bertolucci o Jim Jarmusch, lamenta el momento actual del mundo, sumido en la crisis por la Covid-19, pero espera que la sociedad cambie tras esta experiencia.
“He tratado de llevarla tranquila, estoy muy triste por las muchas muertes y esta tristeza alrededor, yo he sido afortunado, tengo una bonita casa, un jardín, he podido leer muchas cosas. Espero que lleguemos a cambiar para bien el mundo después de este difícil momento”.
Texto: Omar Cabrera / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma
