5 abril,2018 4:35 am

Escalada de EU contra China trasciende de un asunto comercial: experto argentino

Texto: Xinhua / Foto: Archivo EFE
Buenos Aires, Argentina, 5 de abril de 2018. Las imposiciones arancelarias de Estados Unidos contra productos provenientes de China podrían perseguir un objetivo más allá de la disputa comercial, considera el economista argentino Gustavo Girado.
El director del posgrado de especialización en Estudios de China Contemporánea de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA) sostuvo que el propósito de la administración de Donald Trump, tras anunciar tarifas del 25 por ciento para unos mil 300 productos chinos, guarda relación con el ascenso tecnológico de China y con un eventual debilitamiento de la hegemonía del país norteamericano en este ámbito.
“Entiendo que el objetivo final tiene que ver con China pero yo no lo restringiría a la cuestión comercial que me parece es la más visible. Hay unos aspectos que tienen que ver con la vanguardia tecnológica que a nivel mundial es el sustrato de todos los avances tecnológicos”, explicó el experto en entrevista con Xinhua.
El entrevistado se refirió a la lista de rubros elaborada por EU donde se encuentran productos chinos de la industria aeroespacial, tecnología informática, robótica y de comunicación, según la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).
Aseguró que muchos de los bienes que se importan desde China integran el plan “Hecho en China 2025”, que refleja el ascenso de este país en términos de tecnología así como el vasto desarrollo de su sector manufacturero.
“En la medida que hay un escalamiento tecnológico por parte de China y que comienza a competir en todos aquellos segmentos de alta tecnología en los cuales la innovación es el elemento más valioso, entiendo que la posición norteamericana de hegemonía en esos mercados se debilita”, comentó.
En versión de Girado esta razón de fondo tiende a presentarse por parte del presidente Trump mediante un discurso de denuncia sobre presuntas faltas a los derechos de propiedad intelectual por parte de China, o un problema de balanza comercial que perjudica seriamente a la economía estadunidense.
“La administración Trump se queja abiertamente del perjuicio que sufre su economía, de la inmensa cantidad de puestos de trabajo que se pierden, del deterioro de la economía norteamericana que se produce por un supuesto comercio desleal del cual acusa a China”, enfatizó.
Pero, asegura Girado, “hay un claro sentido de las resoluciones norteamericanas de afectar todo aquel progreso chino en aquellos sectores considerados estratégicos”.
El también magíster en Relaciones Internacionales considera que “no pueden verse todavía” las consecuencias de la retórica de enemistad de EEUU y ante un panorama complejo signado además por la decisión de China de imponer aranceles por valor de 50 mil millones de dólares a 106 productos estadounidenses.
Sin embargo, prevé que para las economías latinoamericanas, en su mayoría periféricas, que también han sido víctimas de las políticas proteccionistas de la administración Trump “las repercusiones puedan ser importantes”.
Como ejemplo refirió el caso del acero y el aluminio, donde países como Brasil y Argentina son exportadores hacia EU, y que pese a estar exentos de aranceles no quedan fuera de las repercusiones que podría traer una eventual sobreoferta mundial de estos productos y, por ende, una baja en los precios internacionales.
“Si hay una economía grande que impida el acceso a sus mercados de otro gran proveedor, esto puede hacer que gran cantidad de productos estén dando vueltas alrededor del mundo buscando mercado, porque son una oferta importante que no consigue demanda”, explicó Girado.
Una situación similar podría ocurrir con los productos agrícolas que no puedan ingresar al mercado chino desde EU, o cuyo costo sea muy elevado, y que se vuelquen al mercado mundial bajando los precios y afectando directamente a la industria agrícola argentina.
“Todo esto indica que la disputa sí tiene consecuencias. En todo caso lo más positivo de todo esto puede ser que (las tensiones) solo sean en el terreno comercial”, resumió Girado.
El experto asevera que “aunque existe un discurso político a los efectos de que no se trate de un ataque directo hacia una economía en particular”, el hecho de que EU haya cedido ante pedidos particulares en el caso del acero y el aluminio “hace presumir que efectivamente (China) es el destinatario final”.
Sin embargo, sostiene que se trata de un giro de la política comercial norteamericana que, a su criterio, “no es nuevo pese a lo intempestivo”, y que queda en evidencia al también proferir críticas contra la Unión Europea (UE) y contra la propia Organización Mundial del Comercio (OMC).
(En la imagen: Los presidentes de EU,  Donald Trump, y China, Xi Jinping)