Monterrey, Nuevo león, 10 de octubre de 2022. Tuvieron que pasar siete años para que Ida Vitale volviera a envolver con su poesía a los regiomontanos, tal como sucedió en la lectura con la que cerró el sábado el primer día de la Feria Internacional del Libro de Monterrey.
La última vez que la poeta uruguaya vino a Monterrey fue en el 2015 para recoger el Premio Internacional Alfonso Reyes y en esta ocasión por primera vez se presentó en el evento librero.
El público que la acompañó, de edades variadas, guardó un silencio solemne durante la lectura de la integrante de la ganadora del Premio Cervantes en 2018, quien inició con la lectura de Pregunta retórica: “Pusimos un metrónomo / sobre el tiempo, como gas inflamable sobre agua / y el crepúsculo nos va a llegar / obsesivo y baldío”.
“La vida así se engaña / hacia la rama alta / para allí desplomarse”.
La poeta, de 98 años, recordó que fue en México donde vivió sus 11 años más felices con su pareja, el también poeta Enrique Fierro, cuando ambos huyeron de Uruguay por la dictadura militar de Juan María Bordaberry.
Vitale, vital, continuó con sus poemas: “Alrededor de la palabra se ha reunido la / nieve / Y todo heladamente canta / y el oscuro silencio es / un fragor y la muerte / inerte tela la palabra lívida / mortaja la blanca palabra cadáveres”.
Durante la lectura, la ganadora integrante de la uruguaya Generación del 45 estuvo acompañada por dos intérpretes de lenguaje de señas que le acompañaron al compás haciendo valer aquello de que la poesía es universal y que la belleza está en todos lados: “Altas, / en el poco cielo de la calle, / juegan dos mariposas / amarillas, / crean sobre el seriado semáforo / un previsto espacio, / luz libre hacia lo alto, / luz que nadie ha mirado, / a nada obliga”.
Una niña pequeña, que grabó toda la velada con su celular, le preguntó a la artista: “¿Por qué empezaste tu carrera?”.
Vitale, consciente de que la poesía es algo más que una competencia, respondió risueña: “Nunca fue mi intención correr”.
“Nadie, creo yo, ve la poesía como una carrera: es un estado de felicidad. O de angustia”.
Una respuesta también, en cierto modo, está en este pasaje del poema Círculo muy vicioso, que también leyó: “A mí misma me ofrezco / aprender día a día en el mundo, / luego al mundo le ofrezco / día a día olvidarlo, / para yo no ser menos”.
La agenda de Vitale, ganadora de otros galardones como el Octavio Paz y el Reina Sofía, incluye el encuentro Escribir a los 90, con Elena Poniatowska, el miércoles a las 7 de la tarde.
Texto: Agencia Reforma
