28 diciembre,2018 9:52 am

“Estoy pequeño, pero no tarugo”; de actor cómico y del circo… al IMSS

“Antiguamente era muy marcado, muy visto, muy señalado que si eras pequeño, vulgarmente llamado enanito, entonces al circo”… Gerardo López es hoy parte del equipo del director general del IMSS.
Ciudad de México, 28 de diciembre de 2018. Desde actor cómico en circos y obras de teatro, pasando por un autolavado, hasta participar en corridas de toros, Gerardo López Obaya cuenta cómo por su discapacidad fue excluido de obtener un empleo, pero ahora gracias a la política de inclusión que pretende impulsar el IMSS es uno de los nuevos asesores de la Dirección de Vinculación y Evaluación de Delegaciones.
Considera que dicha política de inclusión es “el germen de un cambio en la sociedad” que, por años, ha discriminado a las personas con discapacidad.
Por su condición física, Obaya, de 55 años de edad, sufrió para obtener una oportunidad de empleo.
“Antiguamente era muy marcado, muy visto, muy señalado que si eras pequeño, vulgarmente llamado enanito, entonces al circo. Esta situación está cambiando mucho, al grado de que aquí estoy”, asegura en entrevista.
Durante 30 años, Gerardo trabajó como actor cómico en circos, caravanas y corridas de toros porque para las personas con su condición, sostiene, existen pocas oportunidades de trabajar en empresas que no sean de entretenimiento.
Previo a caminar por los pasillos de las oficinas centrales del IMSS con su boina azul marino, lentes y seguro de sí mismo, Gerardo actuó en 6 mil presentaciones como uno de los siete enanos de Blancanieves. Su papel favorito fue Tontín.
“Casi todos los pequeños se dedican al toro, otros se dedican a la lucha, otros al circo, pero ya colaborar con una empresa, no. Creían que no podíamos desempeñar el puesto que estaban solicitando”, explica.
Gerardo fue excluido de una fábrica de galletas y de una gasolinera, a donde acudió a pedir empleo.
Tampoco, asegura, pensaban contratarlo en un autolavado, pero los convenció.
“‘Espérame’, le dije, ‘si no me pruebas, nunca vas a cambiar ese criterio que tienes de que un pequeño no alcanza’. Entonces, yo llegué a lavar microbuses. Para eso hay aumentos, hay adaptaciones, hay mañas para poderlo hacer. La cosa es tener el interés de apoyar a la gente”, indica.
Ahora, para realizar sus labores de apoyo administrativo y mensajería en el IMSS, cuenta con un Tsuru con pedales adaptados a su estatura para transportarse.
“Aquí (en el Instituto Mexicano del Seguro Social) demostraré que sí se puede trabajar como una persona de estatura promedio. Estoy pequeño, pero no tarugo”, señala.
Con su esfuerzo busca, sobre todo, ser ejemplo para su hijo de 13 años.
“Él una vez me dijo ‘si yo hubiera crecido de una estatura promedio, a mí me hubiera gustado ser futbolista'”, comparte.
Gerardo le mostró que puede prepararse y encontrar otras oportunidades. Lo impulsó y ahora entrena para ser nadador paralímpico.
“Tenemos que tener alguna oportunidad como una gente de estatura promedio”, reitera.
El pasado 3 de diciembre, el director del IMSS, Germán Martínez Cázares, presentó a su equipo de trabajo, el cual incluye a dos personas con discapacidad, Gerardo y Mauricio Melgar.
Texto: Juan Carlos Villeda Puerta / Agencia Reforma
Foto Gerardo López Obaya: Samuel Nino / Agencia Reforma