Ciudad de México, 30 de enero de 2018. Cuando reflejan en cine o televisión las condiciones deplorables en las que viven los presos en Latinoamérica, los escenarios más comunes suelen ser las cárceles de México, Brasil y Colombia.
En la serie El marginal este mundo se aborda desde la óptica argentina, con la ayuda de una trama frenética llena de intriga, violencia, suspenso y mucho humor negro.
Creado por Sebastián Ortega y Adrián Caetano, el show se estrenó en el país sudamericano en junio de 2016 y es hasta ahora que se lanzará en México, hoy a las 21 horas, por Universal Channel.
“En México y en Colombia estamos acostumbrados a ver series violentas, de matones y de villanos, pero creo que este proyecto tocará de manera diferente a la gente.
“No buscamos regodearnos en lo sórdido ni en lo oscuro. Simplemente estamos dando una propuesta y otra perspectiva, mostramos una realidad delicada pero desde otra mirada, una pocas veces vista”, indicó el actor Daniel Pacheco vía Skype.
De origen colombiano, el actor da vida a uno de los personajes principales de El marginal.
Él es James, mano derecha de Juan Pablo Diosito Borges (Nicolás Furtado), un peligroso capo criminal que opera desde el interior de la cárcel de San Onofre, la más dura y sobrepoblada de Argentina.
“Tuvimos una ayuda inmensa durante el rodaje de la serie y eso fue trabajar dentro de una mítica cárcel de Buenos Aires, abandonada y que han querido derrumbar, pero por su legado, no lo han hecho.
“La energía ahí adentro era bastante fuerte y era imposible de desconocer. Había cosas olvidadas de presos, pinturas en las paredes, salones de tortura y calabozos, todos como detenidos en el tiempo”.
La trama se enfoca en Miguel Palacios (Juan Minujín), quien se ve obligado a ingresar como convicto en la prisión con una identidad falsa, para infiltrarse entre los criminales y descubrir quién secuestró a la hija de un importante juez.
Cuando descubre que la joven se encuentra cautiva en una celda subterránea, el protagonista es traicionado y dejado a su suerte dentro del edificio, sin nadie que lo respalde y ayude.
Es entonces cuando conoce a James y al resto de presidiarios, quienes se convertirán en sus aliados.
“La serie tiene mucho humor negro y maneja mucho sarcasmo, pues eso es lo que nos caracteriza en Latinoamérica: burlarnos de los demás. Y así es como viven los presos en las cárceles”, indicó Pacheco.
Drama hiperrealista
La primera temporada de la serie está compuesta por 13 episodios de 50 minutos cada uno.
Para su papel, Daniel Pacheco practicó krav magá (sistema de defensa personal de las fuerzas israelíes) y manejo de armas.
Los actores realizaron la mayoría de sus escenas de riesgo, incluyendo persecuciones y peleas.
Todo el equipo del show estuvo grabando dentro de una prisión real durante casi cinco meses.
Se emplearon como extras a ex convictos y habitantes normales de favelas y villas argentinas.
La serie se encuentra filmando actualmente su segunda temporada.
Los primeros 13 episodios también están disponibles a través de Netflix.
Texto: Rodolfo G. Zubieta / Agencia Reforma/ Foto: Netflix.
