26 enero,2022 5:42 am

Evelyn: cien días de gobierno con los pueblos indígenas de Guerrero

Marcos Matías Alonso

 

En los 80’, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en coordinación con el Instituto Nacional Indigenista (INI), canalizaron diversos apoyos a los pueblos indígenas de México. En varias regiones indígenas, gracias al PMA se abrieron varios tramos carreteros. La pala, el pico y la fuerza comunitaria, fueron la base primordial para abrir los caminos agrestes de la Montaña de Guerrero.

Las autoridades indígenas organizaron cuadrillas de trabajo y en sus asambleas comunitarias se decidían las principales actividades. No había pago económico por jornal. La remuneración era en especie, consistía en la entrega semanal de “raciones alimenticias” de maíz, frijol, sal, aceite y otros productos básicos para la subsistencia. El PMA, el INI y COPLAMAR, eran las instituciones que abastecían las raciones alimenticias.

El tiempo del PMA, del INI y el COPLAMAR pertenecen al pasado. La política de las “raciones alimenticias” también son parte de la historia del recuerdo. Lo que sigue presente es la demanda por la infraestructura caminera en las regiones indígenas de Guerrero. También continúa vigente la presencia indígena con sus autoridades y sus asambleas comunitarias.

El Programa de Pavimentación de Caminos a Cabeceras Municipales (PPCC) que el Gobierno Federal de México, la SCT y el INPI impulsan en Oaxaca desde hace un par de años, se basa fundamentalmente en la organización y en la participación comunitaria. La energía de los pueblos indígenas es el alma del PPCC y columna vertebral de la política social para la pavimentación de las “carreteras artesanales” para comunicar a las cabeceras municipales. El fracaso de infinidad de proyectos gubernamentales se debe, en gran medida, a la omisión de la participación de los pueblos indígenas. Es imperdonable volver a cometer los errores del pasado.

Para los pueblos indígenas de Oaxaca, el PPCC está considerado como un proyecto exitoso. El gobierno federal y el estatal también lo consideran como una buena iniciativa que puede replicarse en otras regiones indígenas del país. Con los pueblos Yaquis de Sonora hay proyectos incipientes que reproducen la experiencia oaxaqueña. En Guerrero está por iniciar una iniciativa de gran trascendencia para los pueblos nahuas, mixtecos, tlapanecos, amuzgos y afrocosteños.

El 22 y 23 de octubre del año pasado, en el marco de la “Reunión con Autoridades de la Montaña de Guerrero”, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, en su carácter de presidente de la República, celebró reuniones en Matlatonoc, Tlapa, la Ciénega (Malinaltepec) y San Luis Acatlán. En su recorrido participaron 21 presidentes municipales. Tres de Morena, tres del PT, cinco del PRI, cuatro del PRD, dos del PVEM, uno del PAN, uno de MC, uno del PES y el Consejo Municipal de Iliatenco. El presidente, además de informar sobre los Programas Prioritarios de Bienestar (PPB), anunció su interés de apoyar a los gobiernos municipales para la construcción de caminos de concreto hidráulico, inspirados en la experiencia del trabajo comunitario de los pueblos indígenas de Oaxaca.

En su recorrido por carretera en pueblos y municipios indígenas de Guerrero, el presidente confirmó la urgencia de rehabilitar los caminos rurales. El 23 de octubre, en San Luis Acatlán, precisó su iniciativa de apoyar a 21 presidentes municipales de la Costa-Montaña. “Para empezar, vamos a entregar en promedio 100 millones de pesos a cada gobierno municipal. Con la experiencia que hay en Oaxaca, se pueden hacer por año hasta 20 kilómetros con esos cien millones”. Ese día, el presidente de la República anunció una inversión de 2 mil 100 millones de pesos para la construcción de carreteras con concreto hidráulico para beneficiar a los pueblos indígenas de Guerrero.

El 29 de octubre del año pasado, y en seguimiento a la instrucción presidencial, la gobernadora de Guerrero y su equipo técnico conocieron en campo la construcción de las carreteras “artesanales” en Santa Inés del Monte y San Miguel Peras, del Valle Central de Oaxaca. Además de la reunión con el gobernador Alejandro Murat, compartió diversas experiencias con el titular de la SCT, el director del INPI y las autoridades municipales/comunitarias.

En el diálogo con las autoridades comunitarias, la gobernadora Salgado constató la activa participación de los pueblos. El director del INPI explicó el esquema de la construcción de caminos sin la contratación de empresas constructoras y la anulación de intermediarios. Adelfo Regino reiteró que necesitamos “…dar toda la confianza a las autoridades indígenas. Lo más destacado del programa de caminos es la organización de las comunidades con tres elementos fundamentales: la asamblea comunitaria, la participación de las autoridades municipales y la creación del comité de pavimentación del camino… esa es la arquitectura de la organización social comunitaria”.

La propuesta de la “arquitectura comunitaria” desde la experiencia de Oaxaca no es limitativa. Guerrero puede ampliar y fortalecer aún más la iniciativa comunitaria. Lo imperdonable sería restringir y limitar la participación de los pueblos y comunidades indígenas. Las autoridades comunitarias y los presidentes municipales deben ser el “piso básico” para el buen éxito del programa caminero que pronto dará el banderazo histórico.

Después del viaje de la gobernadora Salgado a Oaxaca, en Guerrero se hicieron diversas reuniones técnicas para intercambiar información sobre la forma de iniciar el programa caminero en la Costa-Montaña. Tanto SCT, INPI, CICAEG, SAIA, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra Pública y los presidentes municipales de la región, conjuntan esfuerzos para iniciar el Programa de Pavimentación de las Carreteras Indígenas de la Costa-Montaña.

En seguimiento de acuerdos al más alto nivel político, el 20 de enero del año en curso, la gobernadora se reunió en Palacio Nacional con el presidente de la república para revisar diversas actividades preparatorias en torno al Programa de Pavimentación de Carreteras a los Pueblos Indígenas de Guerrero. Se renovaron compromisos y anunciaron la incorporación al programa carretero de Xochixtlahuaca y Tlacoachixtlahuaca, dos municipios amuzgos de la Costa Chica. La ampliación del programa beneficiará a 23 municipios de la Costa Montaña, donde, durante los próximos tres años, ejercerán un presupuesto de 3 mil 255 millones de pesos.

Considero que lo más relevante de los primeros 100 días de trabajo de la gobernadora de Guerrero, es la oportuna gestión de los más de 3 mil millones de pesos para ser orientados a la infraestructura caminera de los pueblos nahuas, mixtecos, tlapanecos, amuzgos y afros de la Costa-Montaña de Guerrero.

El Programa de Pavimentación de Carreteras a los Pueblos Indígenas de Guerrero reúne todas las condiciones sociales y económicas para convertirse en una iniciativa exitosa; cuenta con el respaldo político y financiero de la Presidencia de la República. La gobernadora tiene la capacidad y la visión para articular la dispersión institucional y dar rumbo para alcanzar las metas establecidas. Los presidentes municipales deben contener su tentación de corromper el programa y evitar la manipulación con intereses partidarios y/o personales. Proliferarán las empresas constructoras para ofertar sus servicios y se desatarán muchos intereses.

Tanto el responsable del INPI en Guerrero, como el subsecretario Indígena de la entidad, son de estirpe indígena, y ambos velarán por proteger el noble programa carretero orientado para los pueblos indígenas. Debe fortalecerse la “arquitectura comunitaria”. No puede haber ningún proyecto exitoso sin la participación de las autoridades comunitarias de la región.

El tema de los ejes carreteros, es sólo una de las demandas más apremiantes. Vendrán otros desafíos para garantizar la gobernabilidad. Al tema caminero seguirán otras emergencias de los pueblos indígenas y afros de Guerrero.