22 mayo,2024 1:17 pm

Evocan a Abraham Zabludovsky, el arquitecto y el amigo

 

Ciudad de México, 22 de mayo de 2024. A días de cumplirse 100 años de su natalicio, Abraham Zabludovsky (1924-2003) fue recordado no nada más como uno de los grandes artífices de la arquitectura nacional, sino como un peculiar amigo.

Como creador, su obra destaca por su contundencia y generosidad, estimó la arquitecta, crítica y curadora Fernanda Canales, para quien ya desde aquel proyecto de vivienda comunitaria planteado en su tesis profesional, a los 25 años, había un Zabludovsky con una determinación clara.

“Ahí estaba Zabludovsky desde el primer momento ya haciendo lo que lo ocuparía los siguientes cincuenta y pico años para lograr que las personas ganaran un trozo de paisaje o de banqueta. (…) Siempre se ocupó de regalar pedazos de ciudad a todos”, resaltó Canales la noche de este martes en un conversatorio en el Museo Tamayo a propósito del centenario del proyectista de origen polaco, a conmemorarse el 14 de junio.

En tanto amigo, la arquitecta y urbanista Sara Topelson recordó las noches escuchando tangos durante un viaje a la Bienal Internacional de Arquitectura, en Buenos Aires; “nos fuimos hasta las 3 de la mañana de tanguería en tanguería”.

Y Francisco Serrano, también arquitecto, desató las risas del auditorio al evocar a un Zabludovsky un tanto mandón y hasta importuno. El mismo que durante un viaje a Brasilia para conseguir los permisos necesarios para la edificación de la Embajada de México en Brasil, decidió tomar “una siestecita” en lo que llegaba el funcionario al que esperaban.

“Llega el señor y me dice: ‘Oiga, su amigo debe estar muy cansado por el viaje. ¿Por qué no usted y yo vemos todo para no molestarlo?, y una vez que terminemos ya lo despertamos’.

“Total, acabamos con el trámite, fueron muy gentiles con nosotros. Y entonces despierto a Abraham, y me dice: ‘¿Ya llegó este buey?'”, narró Serrano. “Ése era mi querido Abraham, no el gran señor que nos ponen siempre encima de la Virgen”.

Más tarde añadiría que ese deseo por enfatizar la parte humana del amigo con el que se comía un chicharrón en el Parque México, donde además echaban volados con el vendedor de charamuscas -“casi siempre nos tranzaba, pero alguna vez que ganamos nosotros me acuerdo muy bien que Abraham le dijo: ‘Para que veas cómo también en San Juan hace aire'”, relató Serrano-, no significaba que no lo considere uno de los grandes arquitectos del Siglo 20.

“Desgraciadamente, muchísima gente que estudia arquitectura al día de hoy no saben quiénes son los arquitectos como Abraham, como Teodoro González de León, y ya no digo más para atrás, Juan Segura, etcétera”, lamentó Serrano.

“Ahí están las obras, pero un poco quizás lo que ha faltado es acercarlas a las nuevas generaciones de una manera más amplia, con una difusión para que se sepa el origen de las obras”, diría a Reforma el economista Jaime Zabludovsky, hijo del renombrado arquitecto, quien arrancó el acto contando la historia de ése “hermano menor” suyo que es el Museo Tamayo.

Todo comenzó con el impacto que produjo la casa de Zabludovsky en Lomas de Chapultepec -ya con el uso de grano de mármol que luego sería elemento característico de sus fachadas- a Rufino y Olga Tamayo. El artista mexicano quiso donar su colección de arte internacional al pueblo de México, y quería que el arquitecto diseñara el inmueble precisamente en Chapultepec.

La ubicación ocasionó mucha resistencia por parte de algunas personas, pero luego de una década de gestiones, finalmente el presidente José López Portillo inauguró el museo el 29 de mayo de 1982; “estamos a pocos días de que nuestro hermano menor cumpla 42 años”, remarcó Jaime Zabludovsky.

Éste es uno de los tantos proyectos resultantes de la dupla genial entre Zabludovsky y González de León, que comenzó con el conjunto habitacional Torres de Mixcoac -“una verdadera novedad”, a decir de Topelson-, y seguiría con edificaciones emblemáticas como la sede del Infonavit, El Colegio de México y el Auditorio Nacional, por mencionar algunas.

“Con su arquitectura, y junto con Teodoro, creó una identidad colectiva. Sus edificios son una especie de manuales de cómo un país puede construir una imagen de unidad, de firmeza y de constancia”, definió Canales.

“Hoy el gran legado de edificaciones que realizó son georreferencias en la ciudad y en el país, siempre son elementos a los que la gente se refiere. Su presencia urbana es de lo más significativo”, apuntó, por su parte, Topelson.

Esta charla, coordinada por el arquitecto Felipe Leal y que convocó a personajes del gremio como Enrique Norten y Miquel Adrià, es un esfuerzo estrictamente familiar para conmemorar el centenario del proyectista.

“Es un esfuerzo de nosotros con sus amigos, con la comunidad de arquitectos. Creo que lo que ha sido esto es la oportunidad para todos los amigos, alumnos y colegas de mi papá para que salieran y hablaran de él”, expresó Jaime Zabludovsky, quien cuestionado sobre si ha habido acercamiento por parte de la Secretaría de Cultura o el INBAL, sólo respondió: “No estamos esperando eso”.

 

Y alistan guía para revisitar su trabajo

“La arquitectura es una experiencia tridimensional, es una experiencia que hay que caminarla”, subraya el arquitecto español Miquel Adrià.

De ahí que la mejor forma de aproximarse a la obra de Abraham Zabludovsky sea, literalmente, yendo a conocerla. Es por ello que el sello Arquine prepara una guía dedicada a sus edificaciones, con instrucciones de cómo llegar y horarios de visita, en el caso de los recintos públicos.

“Tiene el mismo espíritu de otras guías que hemos hecho: de Juan O’Gorman, Teodoro González de León, Luis Barragán, Mathias Goeritz. De lo que se trata es de recoger las obras de un solo autor en formato de guía, de bolsillo, en una edición muy cuidada”, detalló Adrià, director de Arquine, con la portada bajo el brazo momentos antes de que iniciara la conferencia en el Museo Tamayo.

“La guía induce un poco a eso, a visitar la obra, y a reconocer el legado de un arquitecto singular, muy creativo por un lado, pero sobre todo en sus primeras obras muy responsable en su quehacer”, agregó, refiriéndose específicamente a los proyectos de vivienda. “Yo creo que es un momento muy oportuno la celebración de estos 100 años de su natalicio para revisitarla y volverla a reconocer”.

La guía incluye en total 48 paradas, empezando por las edificaciones de departamentos, la mayoría en el rumbo de la Condesa, y continúa con los trabajos icónicos en mancuerna con Teodoro González de León, para cerrar luego con los recintos de carácter cultural erigidos a lo largo del país, en entidades como Guanajuato, Celaya, Querétaro, y hasta los inconclusos en Coatzacoalcos y Villahermosa.

“Yo recuerdo todavía haber ido con él a visitar obra, él ya con silla de ruedas”, rememoró Adrià, cuya primera publicación de Arquine fue precisamente de la mano de Zabludovsky, con quien harían en total cuatro libros.

La publicación de esta guía en realidad permanecía hasta ahora como un pendiente.

“Las ganas estaban, la información la teníamos, y pues juntamos esfuerzos”, agregó Adrià sobre el material que actualmente se encuentra en imprenta, y esperan pueda llegar a las estanterías el próximo 14 de junio, fecha en que se conmemorará el centenario.

 

Texto y foto: Agencia Reforma