Ciudad de México, 1 de febrero de 2023. En el juicio que se le sigue en Estados Unidos al ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ayer se detalló la complicidad con la que elementos de la entonces Policía Federal (PF) ayudaron al Cártel de Sinaloa a recibir y enviar cargamentos de cocaína en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Raúl Arellano Aguilera, un ex oficial de la corporación y ahora testigo de la fiscalía estadounidense, dijo que durante la etapa de Óscar Moreno Villatoro al frente de la Dirección de Puertos y Fronteras de la PF (junio 2008 a enero 2009) atestiguó la entrega de dinero a este jefe policiaco por parte de otros mandos de la corporación.
Junto con el dinero, señaló, venía la instrucción anómala de suspender la vigilancia durante la llegada o salida de ciertos vuelos.
Ante el Jurado de la Corte del Distrito Este de Nueva York, indicó que una o dos veces por semana todos los policías adscritos a la terminal aérea recibían vía radio la instrucción “Por 45, todos en 35 hasta nueva orden” que significaba que por orden superior dejaran de actuar, es decir, que en ese lapso no podían realizar revisiones o detenciones.
El agente, quien formó parte de la PF de 2003 a 2011, dijo que durante el tiempo que estaba vigente la suspensión de actividades un grupo especial se desaparecía y después escuchaba que entre ellos comentaban que la “7-9” y la “40”, que en clave policial significaba droga y dinero, habían pasado sin problemas.
El ex oficial compareció en el juicio que se le sigua a García Luna en Estados Unidos por haber brindado protección al Cártel de Sinaloa, organización que gracias a esa complicidad pudo enviar decenas de toneladas de cocaína a ese país.
Aunque no imputó de manera directa al ex Secretario de Seguridad Pública, el ex oficial dijo que de los agentes del grupo especial escuchaba conversaciones en las que referían que los principales colaboradores de García Luna estaban al tanto del tráfico de drogas en el AICM.
Refirió que los encargados de la seguridad de otras terminales aéreas como las de de Tijuana, Baja California; Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco; Toluca, Estado de México, y Cancún, Quintana Roo le entregaban a Moreno Villatoro maletas con dólares una o dos veces por quincena.
En una ocasión, relató, vio que el encargado del aeropuerto de Toluca llegó con un maletín, accidentalmente chocó con otro agente y se le cayó la maleta quedando los dólares al descubierto.
Como director de Puertos y Fronteras de la PF, Moreno Villatoro tuvo bajo su mando a más de 2 mil policías desplegados en 33 terminales aéreas en el país y su jefe directo era Ramón Pequeño García, entonces Coordinador General de Seguridad Regional y quien es coacusado en el juicio contra García Luna.
Grupo Reforma publicó en octubre de 2008 que uno de los integrantes de la célula con la que fue detenido en Jesús Zambada García, “El Rey Zambada”, era el policía federal Marco Antonio Valadez Rico, cuyos compañeros señalaban como un agente muy cercano a Moreno Villatoro.
“El Rey Zambada”, de acuerdo con lo que declaró el entonces Procurador Eduardo Medina Mora, era el encargado de controlar las operaciones en el AICM para el Cártel de Sinaloa.
Otro testigo asegura que García Luna estaba en la nómina del cártel de los Beltrán Leyva
En la audiencia de ayer del juicio contra Genaro García Luna, la Fiscalía presentó un segundo testigo, un hombre identificado como Israel Ávila, que llevaba las cuentas del clan de los Beltrán Leyva y quien aseguró que el ex mando estaba en la nómina de la organización criminal.
Según su dicho, la organización llevaba la contabilidad en una hoja de Excel y el ex Secretario de Seguridad Pública estaba identificado como “El Tartamudo” o “El Metralleta”, con cantidades registradas de hasta tres millones de dólares.
También dijo que en esa lista figuraba el ex Secretario de Seguridad Pública de Morelos, Luis Ángel Cabeza de Vaca, quien en México fue enviado a prisión por sus presuntos vínculos con los Beltrán Leyva pero, en marzo de 2016, tras siete años encarcelado, fue absuelto.
Ávila confirmó además la versión dada por Sergio Barragán Villarreal, “El Grande”, quien compareció el 23 de enero y dijo que la captura de Jesús Zambada García, “El Rey Zambada”, registrada en octubre de 2008, estuvo a cargo de un grupo conformado por criminales y agente de la entonces SEIDO.
Debido a que existía el temor de que Zambada fuera intercambiado por otra persona para dejarlo libre, señaló, él le pidió a un periodista que trabajaba para los Beltrán que alertara a los demás reporteros de la captura del capo sinaloense y de esa manera evitar que las autoridades lo dejaran escapar.
Texto: Agencia Reforma
