27 septiembre,2022 9:51 am

Explora la serie “Un extraño enemigo” los hilos y ejercicio del poder en el sexenio de Echeverría

La segunda temporada se estrenará este viernes en Prime Video, y abarca de 1970 a 1976

Ciudad de México, 27 de septiembre de 2022. La sangre inunda el camino a la presidencia de Luis Echeverría (Antonio de la Vega), particularmente por la matanza estudiantil de Tlatelolco en 1968, cuyos hilos fueron movidos, en las sombras, por la Dirección Federal de Seguridad y su cabeza, Fernando Barrientos (Daniel Giménez Cacho, basado en Fernando Gutiérrez Barrios).

Pero la llegada al poder de Echeverría no es el final, sino que marca otro inicio: el de un sexenio donde México se enfrentará a grupos guerrilleros, secuestros de empresarios y responderá con violencia,

Si los anteriores episodios de la serie Un extraño enemigo se enfocaron en los meses que llevaron a la masacre el 2 de octubre, los nuevos, que estrenan en Prime Video este viernes, se desarrollan en seis años, de 1970 a 1976.

Echeverría sigue al frente al país y su forma de dar estabilidad a su mandato es través de la policía secreta, operada por un Barrientos que no pierde ambiciones políticas.

“Vamos siguiendo ese viaje de nuestro protagonista (Barrientos) a tratar de sanar y, al mismo tiempo, tratar de seguir funcionando como un operador político en un sexenio cargado de sucesos que se iban concatenando y dando pie a situaciones críticas. El acto de represión en el Halconazo da pie.

“Ya existía, pero es un levantamiento mucho más palpable de lo que es la guerrilla urbana y eso cómo se convierte en la Guerra Sucia. Esta segunda temporada va a trazar la construcción de un sexenio cargadísimo de cosas”, explicó en entrevista Gabriel Ripstein, guionista, productor y director de la serie.

La temporada arranca con Barrientos ya instalado en el gabinete del presidente, pero al hombre le cuesta cumplir con sus deberes debido a la pérdida familiar que tuvo.

Sin embargo, la lucha por el poder no se detiene y dentro del mismo equipo gubernamental encontrará enemigos, por lo que su forma de operar tendrá que volverse aún más oscura.

“Las traiciones lo hacen cuestionarse absolutamente todo y tener una claridad de que hay muchas vías para obtener el poder en México. No sólo es a través del organigrama tradicional, hay muchas puertas traseras por donde se puede obtener un poder muchísimo más palpable que la silla presidencial”, dijo Ripstein.

El presidente ve como enemigos a empresarios que no apoyan a su gobierno, y para frenar a grupos rebeldes, recurre a sacar al Ejército a las calles, lo que preocupa a Barrientos, quien conoce la peligrosidad del general al mando.

Ripstein aclaró que aunque hay semejanzas claras entre su serie y la actualidad del país, no hizo un documental, por lo que incluso Barrientos no sólo representa a Gutiérrez Barrios, sino a múltiples operadores políticos.

“Nos inspiramos en sucesos y les damos una reinterpretación. Me parece interesante que cada quien pueda tener una lectura de qué ha cambiado y qué no, pero la intencionalidad de la serie en sí es un clavado en esa época con un presidente tan particular como era Echeverría”, destacó.

“En la primera temporada establecimos a un personaje como Luis Echeverría. Lo vimos pelear por estar sentado en la silla, ¿qué pasa una vez que se sienta? Se empieza a comportar como Gustavo Díaz Ordaz. Especulo que una vez que estás sentado en esa silla te empiezas a mimetizar, por más que digas que no”, comentó el director, guionista y productor, Gabriel Ripstein.

Texto: Mauricio Ángel / Agencia Reforma