Fundó la Compañía Estatal de Teatro y fue directora de Cultura en Acapulco. En 2019 recibió un homenaje durante las Jornadas Alarconianas
Acapulco, Guerrero, 8 de septiembre de 2023. La tarde de ayer jueves falleció en Veracruz la maestra Maricela Lara, destacada escritora, directora y promotora del teatro en México y que desarrolló diversas actividades en Guerrero en la primera parte de este siglo.
De hecho, en 2019 recibió un homenaje a su trayectoria durante las Jornadas Alarconianas, en Taxco.
La también actriz, originaria del estado de Yucatán, tenía 92 años, informó en sus redes sociales el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec) sin revelar las causas del deceso.
Maricela Lara, impulsora de las artes escénicas, promovió talleres, charlas, giras, ciclos y fundó diferentes compañías en estados como Coahuila, Michoacán, Tabasco y Veracruz, donde radicó en sus últimos años.
En Guerrero fundó la Compañía Estatal de Teatro de Guerrero; Don Juan Tenorio, de José Zorrilla; Danzones y Arrabal, ambas de dramaturgo Tomás Urtusástegui y La mandrágora, de Maquiavelo, fueron algunas de sus puestas en escena.
Además, trabajó como directora de la Casa de Cultura de Acapulco y como directora de Arte de las galerías del Palacio de la Cultura de Chilpancingo.
Lo anterior, durante la primera década de los años 2000.
“Yo soy una mujer que está considerada en México como una artista de gran calidad, soy una creadora, y lo digo tranquilamente y sin ningún pudor ni ninguna forma ridícula de humildad, porque he trabajado mucho para llegar a ello”, aseguró en 2020 para el programa Los artistas –disponible en internet– desde su espacio del Instituto Veracruzano de Cultura.
Nacida en 1931, en sus inicios estudió becada en la Escuela Nacional de Teatro de México y fue alumna de maestros como el japonés Seki Sano, Salvador Novo, Hugo Argüelles y Emilio Carballido y entre sus reconocimientos está el Premio Caridad Bravo Adams, otorgado por la Sociedad General de Escritores de México.
Explicó que con 25 años, en los años 60, se dedicaba a vender cosméticos para mantener a sus cuatro hijos en el puerto de Veracruz, cuando se acercó al teatro para maquillar a un grupo de actores y luego tuvo la oportunidad de actuar, supliendo a una actriz, y desde entonces no dejó las artes escénicas.
“A partir de eso mi vida ha caminado mucho dentro del arte, no sólo del arte teatral sino que también de las artes plásticas”, donde reiteró su intervención en espacios las galerías del Palacio de la Cultura de Chilpancingo.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: tomada de Internet
