14 marzo,2022 10:52 am

Fallece el cronista y defensor del patrimonio de Taxco, Juan Crisóstomo Estrada González

Murió a los 93 años; en enero había sufrido una caída

Taxco, Guerrero, 14 de marzo de 2022. El cronista vitalicio y defensor del patrimonio de Taxco, Juan Crisóstomo Estrada González, falleció el sábado y ayer, después de una misa en el Santuario de la Veracruz, partió a su última morada tras un recorrido por las calles principales y el Centro Histórico donde lo acompañaron familiares y amigos en una sentida despedida por su huella imborrable y amor por su tierra natal.

Apenas el 27 de enero había cumplido 93 años y el 24 de febrero sufrió una caída en su casa, por la que recibió atención médica y fue dado de alta el mismo día en el hospital general Adolfo Prieto, aunque su estado de salud se observaba mermado y aun así luchaba para mantenerse entero, pero el sábado dejó de existir y ese mismo día el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, todavía oró por su recuperación en la misa que ofició en la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián.

Crisóstomo Estrada fue conocido a nivel nacional e internacional como auténtico cronista y miembro prominente del comité Preservador de la Semana Santa en Taxco, además de haber sido integrante de la Hermandad de los Soldados Romanos, pregonero de la Sentencia de Jesús, miembro de la Hermandad del Santo Entierro y quien personificó a Judas durante décadas.

Fue un personaje auténtico y multifacético. Como fotógrafo, legó un archivo con miles de imágenes del Taxco de entre los años 50 y 80 del siglo pasado con el que se formó un Centro Documental y Fototeca que resguarda la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM en esta ciudad.

Fue dibujante y creador de pergaminos, músico que ejecutaba el salterio, futbolista en sus años mozos, comentarista y conductor de programas de radio en la primera emisora la XEXC y, posteriormente, en Radio Guerrero Taxco, donde ayer, antes de la misa de su despedida, los trabajadores le rindieron un homenaje de cuerpo presente con mensajes y canciones.

Las tradiciones como la Semana Santa fueron su pasión y de ellas se le recuerda por haber sido el impulsor junto con la actual delegada de Cultura en la Zona Norte, Rosario Cambray García, y los comités de barrios del arraigado programa Diciembre en la Tradición Popular que comprende posadas de barrio a barrio, con piñatas, reparto de ponche y presentación de pastorelas que a consecuencia de la pandemia se suspendieron por dos años.

Otra parte creativa y del imaginario colectivo de la cultura popular fue la creación del concurso de la mascota mejor disfrazada al que han concurrido decenas de animales, perros, gatos, gallinas, pollos, caballos, burros y demás para recibir primero la bendición en Santa Prisca y luego participar en una pasarela, frente a público local y visitantes en busca de los primeros premios en una fiesta de alegría y convivencia.

Este domingo, a la llegada del extinto personaje al Santuario donde se ofició la misa a las 3 de la tarde, el cortejo fúnebre llegó custodiado por miembros de la Hermandad de los Soldados Romanos o “ju-díos” vestidos de civil y, dos de ellos interpretando con una flauta y un tambor los toques y notas de clamor, paseo y júbilo que emocionaron y calaron hondo a los acompañantes y gente que veía el paso de quien fue una emblemática figura de la historia de Taxco.

Al terminar, familiares y allegados cargaron en hombros el féretro sobre el que se colocó un casco de soldado romano y el morral inseparable que uso Juan Crisóstomo, como símbolo de identidad y de la agrupación de la Semana Santa y enseguida lo acomodaron en una carroza que prosiguió su recorrido hacia el Zócalo, detenerse unos minutos frente a la majestuosa parroquia de la que conoció su historia y el arte que resguarda y con cuatro campanadas que marcaban esa hora la marcha de duelo siguió por las calles empedradas a la plazuela de Bernal.

La música no cesaba y continuaron con el difunto rumbo a la iglesia de la Santísima, frente a la que hicieron el pase de lista de los soldados romanos, cerca de la antigua iglesia de San Nicolás y enfilar calle abajo para arribar al Seguro Social e internarse a la calle de El Panteón, para concluir en el camposanto conocido como San Celso, del que el cronista documentó su historia como la que recopiló de este antiguo Real de Minas.

Con la partida de Juan Crisóstomo Estrada, Taxco pierde un capital histórico y cultural, pleno de energía y disciplina.

Texto: Claudio Viveros Hernández