El multimillonario empresario y magnate del juego Sheldon Adelson falleció en Las Vegas a la edad de 87 años. La noticia se hizo pública a través de una nota de prensa facilitada por su mujer, Miriam Adelson, al portal de noticias PRNewswire. En ella, se recordaba que Adelson fue un emprendedor que forjó su imperio empezando desde lo más bajo, y que su fortuna se debía en gran medida a un irreductible espíritu emprendedor, el mismo que lo llevó a convertirse en la tercera mayor fortuna de EE. UU.
El sueño americano del self-made man
Creció en el seno de una familia de inmigrantes galeses y lituanos, en el barrio de Dorchester, y su paso por la escuela no resultó sencillo, hasta tal punto que la abandonó a los 12 años para dedicarse a vender periódicos. Consiguió ahorrar lo suficiente para instalar máquinas expendedoras en las zonas que frecuentaban los taxistas, gremio que conocía bien, ya que su padre se dedicaba a esta profesión.
Se alistó en el ejército, donde no estuvo mucho tiempo, antes de instalarse en la Gran Manzana. Allí se dio cuenta que los pequeños empresarios neoyorquinos tenían dificultades para conseguir créditos bancarios y vio una oportunidad de negocio ejerciendo de intermediario.
Aprovechando su buen trato con la banca, accedió a condiciones ventajosas para endeudarse con el propósito de comprar bienes inmobiliarios en Boston. A finales de la década de los 70 se anticipó al boom tecnológico y fundó la conferencia Comdex en Las Vegas, dedicada a la presentación de las novedades del sector de las computadoras.
Su paso por Sin City le sirvió para detectar una nueva oportunidad de negocio: la creación de espacios paralelos a la oferta de locales de entretenimiento enfocados al juego en Las Vegas. La idea se la dio su segunda mujer, Miriam, con la compartiría el resto de su vida. Le propuso crear un lugar romántico para que las mujeres que acompañaban a sus esposos a las convenciones pudiesen disfrutar de un espacio agradable y adaptado a sus gustos.
The Venetian, el primer paso para construir un emporio
De esta manera, convenció a un grupo de socios para que invirtiesen en la compra del Casino Sands. Lo reconvirtió en “The Venetian”, donde creó una reproducción de la ciudad italiana con tiendas, un gran centro de convenciones y más de 7.000 habitaciones de lujo. Fue un tremendo éxito, y el inicio de su entrada en el sector del juego, que le llevó a alcanzar el 11.er puesto en la lista de las personas más ricas del mundo.
A pesar de que su carrera como hombre de negocios estuvo fuertemente ligada al juego, Adelson fue uno de los grandes detractores del poker online, un sector emergente donde la innovación forma una parte fundamental y que no deja de incorporar nuevos productos como los juegos de casino, que dan otra vuelta de tuerca a las mecánicas de juego tradicionales. Resulta sorprendente que no vislumbrase el potencial que esta industria ha llegado a adquirir.
Sí apostó por el poker en su aventura asiática con el Sands de Macao, pese a que en su momento no se contase entre los juegos preferidos por el público local. En los últimos años de su vida, la compañía Sands comenzó a virar de postura gracias a la entrada del CEO Rob Goldstein y a su salida del mercado estadounidense, donde el grupo comenzó a vender sus propiedades para centrarse en el mercado oriental. La empresa, de hecho, ha llegado a barajar su entrada en el mercado de las apuestas online, lo que resulta paradójico conocidos los esfuerzos de Adelson para la restricción del mismo
No todo han sido luces en la vida de Sheldon Adelson: durante la crisis del mercado inmobiliario de 2008, la recesión hundió los precios de sus activos y las acciones de Las Vegas Sandas llegaron a desplomarse por debajo del 98 % de su valor. Adelson reaccionó inyectando 500 millones de dólares de su bolsillo y, aunque no recuperaría el valor de antaño, volvió a colocar su fortuna entre las mayores del mundo.
