16 diciembre,2022 3:37 pm

Fallece el poeta y traductor tamaulipeco Luis Aguilar

 

Monterrey, Nuevo León, 16 de diciembre de 2022. “Me mueve una certeza muy simple: cada vez tengo menos tiempo”, dijo Luis Aguilar en una entrevista de hace unos años al diario  El Norte.

“Y no es algo que aplique sólo para mí. La vida es una constante reducción de posibilidades. Desde luego, a los 20 años pensamos que tenemos ‘toda la vida por delante’. Y la tenemos, pero no alcanzamos a ver la medida de esa vida de la que hablamos. Llega un momento en que -los años, la salud, el simplísimo tiempo- nos damos cuenta que seguimos con toda esa vida por delante, sin duda, pero que esa totalidad ya es cada vez más corta”.

Ayer, el tiempo terminó para el poeta, nacido en Valle Hermoso el 12 de diciembre de 1969 -acababa de cumplir 53 años-, de acuerdo con su hermana Sugey Catalina, quien informó por redes sociales: “La familia Aguilar Martínez lamenta informar el fallecimiento del maestro Luis Aguilar Martínez, nuestro hermano, el día 15 de diciembre del 2022, en Tamaulipas. Que descanse en el amor y alegría que siempre transmitió”.

Aguilar hizo su carrera mayormente en Monterrey, primero en el periodismo. Su primer libro literario, de poesía, fue en el 2008: Eclipses y otras penumbras, al que le siguió en el 2000 la novela sin ficción Soberbia de cantera.

A partir de ahí, el poeta publicó una serie de libros que consolidaron su voz y su presencia en el panorama literario: entre ellos se encuentran Tartaria, Mantel de tulipanes amarillos, Los ojos ya deshechos y La entrañable costumbre o El libro de Felipe.

Inquieto y multipremiado

Aguilar recibió numerosos reconocimientos a lo largo de los años, por ejemplo en el 2010, cuando obtuvo de manera simultánea los premios Nuevo León de Literatura y de las Artes por la UANL en el 2010, o en el 2015 los galardones Internacional de Poesía Gilberto Owen y el Nacional de los Juegos Florales Nacionales de Toluca por Muchachos que no besan en la boca y No quimio, respectivamente.

Su más reciente libro, la antología Cuba next door. Canon y apuesta a la poesía cubana, publicado por la UANL, fue presentado por el autor en la FIL. También a principios de este año el sello Vaso Roto lanzó de manera simultánea tres poemarios de autores de la Ciudad que fueron presentados en UANLeer: Cartas que no llegan a su destinatario, de Gabriela Cantú Westendarp; El tuétano de nuestros huesos, de Armando Alanís Pulido, y Qué bellos los ojos de este idiota, de Aguilar.

Además de escritor, Aguilar fue traductor y profesor de literatura contemporánea y apreciación a las artes en la UANL.

También trabajó en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. En el 2018, en el marco de sus 20 años de publicaciones (en el 2023 hubiera cumplido su primer cuarto de siglo), Aguilar hizo una reflexión sobre su trayectoria.

“La reflexión más importante es que tomé la decisión correcta en el tiempo justo. Dejar casi 15 años de carrera en el periodismo, particularmente en el periodismo cultural -aunque eso sea un virus que no desaparece- era impostergable porque había tenido ya dos de los premios más importantes en el ámbito y porque la literatura demandaba cada vez más.

“La literatura, lo mismo que el periodismo, son dos parejas que pueden ser posesivas y absorbentes. De ahí a la fecha, si bien la vida tiene sus complicaciones, creo que en lo personal y en lo literario, soy un hombre realizado y feliz que bien podría morir mañana sin sentir deudas con la vida y, menos, mucho menos, que la vida haya quedado a deberme algo.

“He amado lo mejor que pude y escribo lo mejor que sé. En esa medida la vida me ha correspondido”.

Texto: Daniel de la Fuente / Agencia Reforma