2 mayo,2020 1:57 pm

Fallece un bebé trillizo na savi en Tlapa por beber agua de pozo ante el cierre de carreteras

El caso lo informa en su cuenta de Facebook el canadiense Mike MacDonald, de Mission México, quien realiza labores altruistas en la Montaña desde hace décadas

Tlapa, Guerrero, 2 de mayo de 2020. Los padres na savi de trillizos prematuros pierden a uno de sus bebés, que enfermó al consumir agua del pozo, porque no llegó el agua purificada en garrafón debido al cierre de carreteras, con el argumento de prevenir el Covid-19.

Informó del problema Mike MacDonald, de Mission México, en su cuenta personal de Facebook, quien realiza labores altruistas en la Montaña desde hace décadas.

Agregó que hace unos meses nacieron trillizos prematuros, hijos de una pareja joven na savi y que los papás intentaron cuidarlos bien, pero que por el bloqueo de entrada a su comunidad por el Covid-19, era imposible comprar garrafones de agua purificada.

El cierre de carreteras por Covid-19, no sólo en la entrada a algunas comunidades, ha afectado a pobladores que ahora tienen que salir a comprar cosas de primera necesidad, que antes les llegaban hasta su comunidad; esto, además, se complica porque no hay transporte, por lo que tienen que caminar cargando sus compras.

Describió que la familia hirvió agua varias veces y la dejó enfriar, pero a veces faltaba y los trillizos tomaron agua del pozo, por lo que el pasado 28 de abril, porque él lo escribió el 29 de abril, informó: “Ayer falleció uno de los tres niños en el pueblo”.

Agregó en su relato que los otros dos bebés “se internaron hace un ratito en el hospital general con diarrea, vómito y fiebre”, que al día siguiente iría a ver qué se puede hacer para apoyar la lucha para la vida de esos dos pequeños.

Ahí agradeció al personal de salud del hospital, por responder a las necesidades de esta familia indígena.

En su relato cuenta que acudió, el 30 de abril, al hospital general, donde Juan e Isaí, dos de los trillizos, estaban estables, pero no fuera de peligro; y quien falleció, Diego, siempre fue el más enfermizo, le contó la mamá.

Describió que los papás le dijeron que los tres niños tuvieron problemas con sus ojos cuando nacieron, hace once meses y el papá recordó que, “los ojos de Diego a veces se vieron puros blancos y los tres fueron operados de los ojos”.

Mike MacDonald es un misionero canadiense que lleva décadas en la Montaña, quien desde el 15 de abril estuvo acompañando a una madre que trajo a su hija Yashira al hospital general, donde permaneció internada 15 días.

De igual manera, en su Facebook relató las vicisitudes por las que pasó desde que lo contactaron para apoyarlas y dejar la recomendación de quedarse en casa, por el coronavirus, y acudir al hospital donde hay más riesgo de contagio.

La pequeña llegó al hospital desnutrida y deshidratada, después de varios días de diarrea, vómito y fiebre, por lo que buscaban estabilizarla pues requeriría de cirugía, porque algo bloqueaba su intestino.

Ahí exhibió las carencias de especialistas en la región, porque le dijeron que lo ideal era que la cirugía la hiciera un cirujano pediátrico, pero en Tlapa no lo hay, por lo que buscaron en otros lugares, pero la situación del Covid-19 lo complicaba; luego, la necesidad de donadores de sangre, análisis clínicos y las complicaciones médicas que tuvo, pero al final, la pequeña logró salir bien y el 27 de abril regresó con su mamá a su pueblo.

Texto: Carmen González Benicio / Foto: Antonia Ramírez (En la gráfica, mujeres de Tlapa en el mercado)