24 agosto,2024 9:58 am

Faltan en México manufactureras que hagan discos en vinilo, ahora en auge y con mayor demanda

Casi todas las grabaciones en el antiguo formato se elaboran en Europa, Estados Unidos o Japón

Ciudad de México, 24 de agosto de 2024. Sin importar cómo los llame la gente, vinilos, acetatos o LP, este longevo formato musical está más vivo que nunca.

A pesar de haber desaparecido de las tiendas durante un largo periodo luego de la irrupción del CD, los últimos años han regresado con tanta demanda que ahora hacen falta empresas manufactureras que abastezcan a productores, músicos y disqueras en México.

Como el proceso de producir un disco en vinilo requiere de infraestructura cualificada y certificada que garantice una calidad óptima en la reproducción del sonido, el 90 por ciento de los títulos que se comercializan en México de fabricación reciente, entre el 2015 y el presente, fueron maquilados en Europa, Estados Unidos o Japón.

Ernesto Martínez, gerente de La Roma Records, explicó que la exigencia de parte de músicos y productores se sustenta en la calidad de reproducción que ofrece el material. Señaló que las dos grandes fábricas que existían en el País, en Naucalpan y en Toluca, cerraron hace tiempo.

“Los vinilos siguen consumiéndose, el problema es que en México ya no se hacen porque mantener una fábrica de calidad óptima era muy costoso y las ganancias no salían. Hoy en día todo se manda producir a otros países.

“Hay materiales de segunda vuelta, que son vinilos de hace 20 años que se volvieron a imprimir, y los produjeron en otros países. Los más nuevos vienen de casas productoras de Europa, Estados Unidos y Asia”, explicó Martínez.

Mad Vynil, con matriz en España, produce desde el 2020 alrededor de un millón de copias al año; United Record Pressing, situada en Nashville, Estados Unidos, maquila entre 8 y 12 millones de vinilos anuales y es la mayor productora del país vecino, y GZ Media, con sede en Praga, tiene el récord de producir 25 millones de unidades anualmente, según reportes de Billboard y Pollstar Pro.

De hecho, Dan Auerbach, vocalista de The Black Keys y fundador del sello Easy Eye Sound, es uno de los tantos clientes de United Record Pressing, como Jack White y Taylor Swift, ya que todas las bandas y solistas firmados editan obligatoriamente cierto tiraje de LP, tal como acaba de suceder con la dupla Hermanos Gutiérrez, que acaba de lanzar el álbum Sonido Cósmico e incluso cuenta con uno de remixes: Low Sun / Los Chicos Tristes.

“Como he vivido todos los aspectos de la vida de un músico, he establecido una conexión única con muchos artistas, y lo canalicé a establecer un estudio y un sello desde donde pudiera compartir lo que hacen artistas que me inspiran.

“Yo busco voces honestas, no tan conocidas, y que narren historias que nos hagan brillar”, dijo Auerbach sobre por qué emprendió este negocio.

El gran impulso que les proporciona, añadió el nominado a 21 Grammy y ganador de siete, es darles la oportunidad de tener un material de colección, único, que pueda complementar la experiencia física respecto a la música grabada.

“El vinilo forma parte de la vida de un músico. Se escuche como se escuche, jamás se comparará con la reproducción digital, y desde el arte hasta la impresión son una experiencia en sí. Siempre habrá fans que quieran tener el disco físico”, apuntó Auerbach.

Jay de la Cueva, ahora solista y conocido por su trabajo en Moderatto, Fobia y Molotov; Aleks Syntek, quien durante los 80 y 90 realizó bastantes discos en vinilo, y Daniel Gutiérrez, vocalista de La Gusana Ciega, son tres de las estrellas que cuentan con colecciones de acetatos y saben de su proceso de creación y producción.

“El vinilo seguirá existiendo a pesar de cualquier transformación de la música. Algunos seguimos comprando porque la música se escucha ahí de una forma distinta y nos lleva a la nostalgia del momento, pero a las nuevas generaciones les da momentos de novedad, de encuentro con algo que de lo físico pasa a lo auditivo”, comentó Jay.

El pop y el rock, comentaron los entrevistados, son los géneros que más atraen a los consumidores de vinilos en el mundo, y hay piezas de colección que han impulsado a vivir la experiencia de la tornamesa, llámese Midnights, de Taylor Swift; Barbie, el soundtrack original del filme; Medicine at Midnight, de Foo Fighters, o Music of the Spheres, de Coldplay.

En cuanto a producción de discos mexicanos, los artistas los maquilan en el extranjero. Camilo Lara, con su Mexican Institute of Sound, editó el acoplado Algo Ritmo y el álbum Distrito Federal en este formato; Gran Sur lo hizo con ¡Ay, Dolor!; Childstar, de Danna, ha sido un gran método de promoción para la estrella; 00:00, de Siddhartha, es un producto muy vendido en sus conciertos, y José Madero ha creado su propia colección con álbumes como Giallo y Psalmos.

La producción de un vinilo, por unidad, oscila entre los 190 y 250 pesos, dependiendo de los costos al momento de la maquila y exportación. Para que haya un margen de ganancia debe ofrecerse al doble, indicaron algunos de los entrevistados, pero lo cierto es que la inmensa mayoría no bajan de 700-800 pesos en las tiendas autorizadas.

Texto: Juan Carlos García / Agencia Reforma