15 noviembre,2021 4:32 am

Feminicidios en Ayutla: Rosa con una estaca, Nimba de escopetazo y Aliviana un balazo en la cabeza  

Estos asesinatos de mujeres y otros no se han investigado, se desconocen los motivos y las familias no tienen dinero para exigir justicia ni para pagar abogados ni trámites ni el entierro. La muerte de Claudia fue reportada como suicidio pero sus familiares piensan que la mataron, a Ángela la asesinaron a tiros, y a María con escopeta. Estos crímenes ocurrieron entre 2016 y 2019, y se van sumando, el más reciente, este 18 de octubre, de dos jóvenes asesinadas por su padrastro

Ayutla, Guerrero, 15 de noviembre de 2021. A Rosa le clavaron una estaca en el cuello en medio del bosque y la arrojaron a un barranco de 15 metros, a Nimba le destrozaron el hombro de un escopetazo, y a Aliviana le dispararon en la cabeza, al igual que a su esposo y a su bebé, estos son tres casos de violencia contra las mujeres que se mantienen impunes en comunidades de Ayutla de los Libres.

En este municipio está declarada la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres del gobierno federal desde el 22 de junio de 2017, el gobierno municipal de usos y costumbres reportó el 21 de octubre pasado que tenía contabilizados 14 feminicidios, dos ocurridos apenas este 18 de octubre que conmocionaron al estado: un hombre mató a balazos a dos de sus hijastras y dejó herida gravemente a su pareja.

El coordinador del Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos (FNLP), Hoguer Morales Miranda contactó a este reportero con las fuentes en algunas comunidades en donde trabaja su organización, y en otros lugares hubo apertura gracias a la presencia de dos jóvenes de la zona, que además de guías hicieron labor de traductores, Nabor Oliva Victoria y Hugo García Florentino, quienes explican el significado de ñuu’savi (el pueblo) y tu’un savi (el idioma).

Así, El Sur tuvo acceso a familiares y vecinos de seis mujeres víctimas de violencia en los marginados pueblos de Arroyo el Zapote en la zona mestiza y La Fátima, El Coyul, Rancho Ocoapa y Juquila, en la parte ñuu’ savi, donde la gente contó su forma de vida, habló de su sentir respecto de la violencia, relató sus historias.

Arroyo el Zapote. Un crimen en Día de Muertos

A unos 20 minutos en automóvil de Ayutla está la pequeña comunidad mestiza Arroyo el Zapote, ahí en una de las viviendas de adobe vivía Nimba Estrada Chino. En su casa se mantiene una veladora prendida junto a una cruz pintada en la pared de su cocina, lugar en el que la mataron.

El 31 de octubre de 2016 Nimba preparaba un mole para la ofrenda del Día de Muertos cuando un hombre con el rostro tapado con un pañuelo irrumpió en su casa, la mató con un disparo de escopeta calibre .16, le destrozó el hombro.

Uno de sus hijos de 7 años estaba con ella, se abalanzó sobre el agresor y forcejearon hasta que intervino otro atacante, quien disparó al menor en un pie y ambos huyeron.

Ya estaba oscureciendo, eran como las 6 de la tarde, “no supimos quién fue, ni le gustaba el pleito, no sabemos qué pasó, estaba moliendo chile para hacer mole para la ofrenda. Era muy humilde, tranquila, se dedicaba a la casa”, contó el hijo de Nimba, Juan Pablo Morales Estrada.

Informó que no se interpuso una denuncia formal porque ninguna autoridad acudió a la zona, sólo fueron a levantar el reporte policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que opera en la comunidad.

“Ahí le dejamos también porque luego se requiere dinero para las investigaciones, y no tenemos dinero.

Nimba Estrada Chino nació en San José la Hacienda, un pueblo mestizo, tenía 37 años cuando la mataron. Le gustaba comer frijol con arroz, no le gustaba la música. Tuvo ocho hijos, cuatro hombres y cuatro mujeres, sepultó a su marido y no alcanzó a conocer a los 11 nietos que ahora tiene.

La Fátima. Claudia tenía 17 años y llevaba un año casada

La Fátima es una comunidad ñuu’ savi entre las montañas del municipio de Ayutla de los Libres, las mujeres de piel color marrón usan coloridos atuendos.

En el paisaje hacia este lugar hay montañas tupidas de verde vegetación a las que se les aprecian cicatrices: sembradíos de milpa, de arroz, caña, frijol… y atardeceres en los que la luz parece líquida y baña a los cerros con brillantes tonos naranja.

Aquí vivía la ne’savi (mujer) Claudia Gallardo García, tenía 17 años cuando murió el 8 de junio de 2019. Llevaba un año de casada, su pareja tenía 16 años.

“Dicen que se colgó, vivía en Ocotlán con su esposo. A nosotros nos avisaron que se había matado pero cuando llegamos ya estaba en el suelo, yo no creo que se haya colgado, creo que la mataron y luego le hicieron las marcas con la cuerda”, dijo un familiar de la joven, con quien se platicó mediante un traductor del tu’un savi al español.

Los familiares con los que se habló cuentan que les dijo que estaba amenazada por la familia del esposo, porque él tenía otra mujer, así que eran constantes los pleitos, “ella se molestaba y le reclamaba cada vez que le entraba una llamada o que iban a buscarlo”.

En esta zona opera la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), quien detuvo al esposo, investigó y determinó que no había delito.

Aún así, el familiar dijo que en caso de que fuera un suicidio fue orillada debido a las amenazas y la situación que se vivía en su hogar.

Se le preguntó si mantienen su exigencia de justicia y contestó, “ya no pedimos nada, pero sí necesitamos atención de las autoridades”, debido a la situación de la comunidad que tiene un difícil acceso y no cuenta con los servicios básicos de educación y salud.

Rancho Ocoapa. Un ataque en despoblado

 

Dos mujeres platican cómo es la vida en Rancho Ocoapa, ellas se dedican a las labores del hogar y los hombres al campo. Foto: Rosendo Betancourt Radilla

La ne’savi Rosa Margarito Abarca fue asesinada en noviembre de 2019, fue por leña y no regresó a casa, la encontraron al fondo de un barranco, su agresor o agresora le clavó una estaca de madera en el cuello y la arrojó al precipicio.

Vecinas contaron que tenía unos 30 años y mostraron el lugar en donde la encontraron muerta, un barranco al que se llega caminando 15 minutos por una brecha a un lado del camino principal de terracería.

Rosa Margarito tenía 2 hijos y dos hijas menores de edad.

En el lugar tres mujeres de distintas edades, dos adultas mayores y una adulta joven contaron que las labores de la mujer en esta comunidad son hacerse cargo de los hijos, hijas, la casa y apoyar en las labores del campo.

Mientras los hombres trabajan la tierra, las mujeres preparan y llevan el almuerzo temprano, al medio día en lo más pesado de la faena llevan chilate, “para darle fuerza a los peones”, contaron con ayuda de un traductor.

“Aquí somos felices, no nos maltratan”, dijo una de ellas cuando se le preguntó si era común la violencia contra las mujeres.

La masacre de Juquila

El 28 de octubre de 2018 a Aliviana Sabino Librado de 22 años le dispararon en la cabeza cuando iba de Juquila a El Paraíso a ver a sus papás, la acompañaban su esposo Silvestre García Catarino de 24 años y su bebé Emanuel de 1 año, a quienes también les dieron el tiro de gracia.

Esta comunidad tiene el acceso más difícil de las que se visitaron para este trabajo, el experimentado chofer de la camioneta de redilas se quejó constantemente del accidentado camino de terracería.

“No sabemos cómo pasaron las cosas, nos dimos cuenta como a las 4 de la tarde porque en Coapinola hay una telesecundaria, las niñas se van a la escuela a las 12, pasaron por ahí como a las 2, vieron los cuerpos tirados y nos vinieron a avisar”, contó un familiar de Aliviana que pidió el anonimato.

“Nos organizamos como pueblo y bajamos a ver los cuerpos, se informa a Ayutla pero nadie subió porque están feos los caminos y ese día estaba cayendo un aguacero. Al otro día suben la Policía Ministerial y la UPOEG, pero de ahí a donde llegan las camionetas y para llegar había que caminar todavía un tramo, así que nos ordenaron levantar el cuerpo y ellos vinieron al otro día”.

Los tres integrantes de la familia fueron asesinados por arma de fuego calibre .22 milímetros, en el mismo lugar encontraron los casquillos, fue una masacre.

“Hemos tratado de buscar justicia, la familia vivía con temor porque nunca supimos qué pasó, quién fue. A raíz de eso decidimos integrarnos a la UPOEG”.

“Antes no se había visto eso, se mataban entre hombres, pero acá fue hasta a un niño, aquí no se dan esos casos porque los papás, los abuelos y las abuelas nos enseñaron a respetar a las mujeres y a los niños”.

Mencionó que en Juquila viven 25 familias, se formó alrededor de 2014, era parte de Ocotlán y se dividió.

En cuanto a si exigen justicia dijo que, “no va a revivir, la familia ya no le ha movido porque en el Ministerio Público nos pusieron muchas trabas. Para todo te piden dinero, desde el forense, ahora ya las familias no permiten que se lleven los cuerpos porque es una gastadera de dinero”.

“Se abrió una carpeta de investigación, nos dijeron que querían hacer exhumación y pedían más dinero para una y otra cosa y el gasto funerario fue grande, ya no teníamos dinero”, por eso no siguieron los trámites para exigir justicia. Las tres víctimas están sepultadas en el pequeño panteón, que el día de la visita, el jueves de la semana pasada, coincidió con una visita de sus familiares a dejarles flores.

El camposanto está en lo alto de una colina desde donde se ven otros pueblos como La Cortina, tiene 10 tumbas, todas adornadas con flores y veladoras que parecen vigilar el pueblo, en completo silencio.

Dos agresiones en El Coyul

El 6 de julio de 2019, Ángela García Cornelio de 25 años fue asesinada a balazos en la terracería en la entrada a El Coyul, cerca del panteón.

“Venía al pueblo, fue a traer agua cuando un señor llegó y le disparó, está preso en la Casa de Justicia de El Paraíso, se llama José Luis, él mismo se entregó”, contó un familiar de la víctima, quien sólo habla tu’un savi.

Cuando la atacaron, Ángela iba con su hijo de unos 8 años. Era originaria de El Charquito pero está sepultada en esta localidad.

Otro caso en el mismo pueblo es el de María Antonio Pedro, quien resultó herida y su marido murió en un ataque a escopetazos el 16 de mayo 2019.

“Se vio mal, le dieron en el estómago y la mano”, relató una familiar.

La sobreviviente se quedó a cargo de sus dos hijos, un hombre de 13 años y una mujer de 18. Ella sola se mantiene desde entonces y se hace cargo de sus hijos, su pareja le dejó terrenos en donde siembra caña y milpa.

“Está mal la violencia contra las mujeres, la persona que hace eso es porque no piensa en la familia, en los hijos, porque si alguien mata es seguro que lo matan o se va preso, matar a mujeres trae problemas”, dijo un vecino del lugar.

Un municipio feminicida: FNLP

El coordinador del FNLP, Hoguer Morales Miranda informó que esa organización tiene registrados, en 5 años, 14 asesinatos de mujeres y tres ataques en los que las víctimas sobrevivieron.

Demandó de las autoridades del gobierno del estado una atención igualitaria para todos los municipios, luego de la presentación de la Estrategia contra la violencia hacia las mujeres y niñas en la Montaña y Costa Chica, de la secretaria de la Mujer, Violeta Pino Girón.

Consideró que fue una “propuesta light del gobierno, porque no se ven propuestas en materia de justicia”.

“Lo que se necesita para parar la violencia feminicida es que se procese y encarcele a los asesinos, en algunos casos están bien identificados los agresores y agresoras”.

Reprochó que en el plan se menciona Costa Chica pero no mencionan a Ayutla expresamente, y expuso que la mayoría de las agresiones “son en contra de mujeres mixtecas y me’phaa”.

“Algo está pasando en la montaña y en la ciudad, se está atentando en contra de las mujeres y no es un problema cultural, necesitamos parar que a las mujeres las estén asesinando”.

El registro del FNLP de 14 mujeres asesinadas y tres sobrevivientes en cinco años incluye a los ya descritos, además de uno en la colonia Benito Juárez en la cabecera municipal, ocurrido el 21 de abril de 2020, la víctima se llamaba Leonila y tenía 40 años, la mataron a balazos.

Otro ocurrió el 20 de noviembre de 2020 en Ciénega del Sauce, la víctima fue Apolinaria Roque Tiburcio, una me’phaa, también a balazos.

En la colonia San José, el 23 de noviembre de 2020 mataron a Modesta Palemón Morales, fue torturada y asesinada, tenía 55 años, la arrojaron en Tecoanapa.

En la colonia La Villa, el 11 diciembre de 2020 mataron a balazos a Carolina García Macario, trabajaba en la Casa de los Pueblos, era contralora y tenía 28 años.

También a tiros fueron asesinadas dos mujeres en la colonia Vista Hermosa, una en 2019 y otra en 2020. En Ahuacachahue una mujer fue asesinada este año, pero de estos casos no tiene más datos.

El ataque más reciente es el de la colonia San José el 18 de octubre pasado, mataron a dos mujeres, una menor de edad, Esther de 16 años y a su hermana Irlanda de 19.

Una de las sobrevivientes a los ataques registrados por el FNLP es la mamá de estas dos jóvenes, Irlanda Gálvez Jiménez, otra es una trabajadora de Salud, Anselma Silverio Hernández, y la vecina del Coyul, María Antonio.

Luego de presentar la información, Hoguer Morales señaló, “con estos datos decimos que Ayutla de los Libres es un municipio feminicida”.

Texto y foto: Rosendo Betancourt Radilla