3 abril,2024 10:36 am

Feminicidios: Tareas pendientes

 

Guadalajara, Jalisco, 3 de abril de 2024. Con la intención de identificar las causas profundas de los feminicidios y diseñar estrategias para hacerle frente, especialistas hablaron con familias de víctimas, víctimas sobrevivientes, parientes de agresores y con los propios atacantes.

Se trató de estudiar 24 feminicidios, el impacto que tuvieron en hijos, madres, hermanos, la forma en que viven los agresores tras el crimen y cómo se investigaron.

El resultado de este análisis es el estudio “Cuando Pasó lo que Pasó”, gestionado por la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, que analiza los feminicidios perpetrados en el ámbito familiar íntimo e ilustra las condiciones individuales, sociales y comunitarias presentes en estos crímenes por motivos de género.

El estudio dejó 15 recomendaciones a las autoridades para prevenir y erradicar esta violencia letal de género.

Entre las recomendaciones están generar políticas de diseño urbano y habitacional que considere la independencia familiar, valore el espacio interpersonal y considere fenómenos de migración interna.

Otra es diseñar un laboratorio para el bienestar de las víctimas sobrevivientes y secundarias en el que se integren cuidadoras, padres y hermanos.

Una atención y seguimiento especial deben recibir también familiares de la víctima en su calidad de víctimas indirectas, apuntó Paulo Gutiérrez, doctor en Ciencias Sociales especializado en Seguridad, Género y Prevención Social de la violencia y el delito y uno de los encargados del estudio.

“Lo relevante es no sólo que las instituciones que siempre se ocupan de estos temas, como pueden ser el DIF o las secretarías de las mujeres, de igualdad sustantiva sean las que continúen dando digamos seguimiento a este tipo de delitos.

“Lo ideal es que la Secretaría del Trabajo, que las direcciones de adicciones, que los centros de salud mental, también se sientan interpelados y que de alguna manera haya un apoyo integral para prevenir, pero también para atender a quienes han estado ya en esta esfera”, expuso.

Gutiérrez recordó que el título del estudio refleja que para quienes sobreviven es una experiencia plagada de silencios.

“Lo que refleja es lo indecible de este tipo de delitos, por su magnitud, por el impacto que tienen en una serie de víctimas secundarias como son los padres de la víctima, los hijos de la víctima y también desde luego las familias del victimario, y el propio victimario cuando es sentenciado”, aseguró.

Una estrategia de comunicación y sensibilización es otro de los temas pendientes. El estudio plantea, por ejemplo, campañas masivas de comunicación con historias de vida que muestren formas alternativas de interacción, que sean referente para niñas, niños, adolescentes y adultos.

Además, se señala falta de seguimiento que se da en quienes ya acuden al Centro Especializado para la Erradicación de las Conductas Violentas hacia las Mujeres (Cecovim).

A hacerle frente

Estas son las recomendaciones que se hacen en el estudio:

– Poner el foco en el rol que las familias, vecinos y comunidades tienen para reducir las violencias.

– Generar políticas de diseño urbano habitacional, pues el hacinamiento fue una condición para el desarrollo de violencias.

– Procurar políticas de bienestar de las víctimas sobrevivientes y secundarias.

– Integrar a los agresores a políticas públicas que hagan frente a adicciones, la falta de regulación emocional y las circunstancias de salud mental.

– Dar seguimiento y acompañamiento a los agresores, más allá de las sesiones que tienen en Cecovim.

– Corregir procesos de pauperización de la vida en los entornos urbanos.

– Recabar información de fuentes como Policía de Investigación, centros de salud e instancias de impartición de justicia sobre agresores para crear, fortalecer y consolidar unidades de análisis de contexto.

– Que a las hijas e hijos de las víctimas de feminicidio se les garanticen sus derechos reconocidos en leyes especializadas en menores.

– Establecer políticas integrales de acompañamiento jurídico, psicológico y social para las víctimas y familias, pero igualmente para los agresores y sus familias.

– Diseñar un abordaje integral que atienda las imbricaciones entre crimen organizado, desigualdad, pobreza estructural, violencia de género y feminicidio.

– Reforzar la capacidad de inversión de los gobiernos municipales y estatal de Jalisco para promover las capacidades económicas para brindar a las mujeres víctimas de violencias y a las personas agresoras el acceso a empleos y medios de vida.

– Establecer mecanismos para el monitoreo y la divulgación permanente de los impactos cualitativos en la transformación de las condiciones de vida de las mujeres y los hombres.

– Contar con una estrategia de comunicación y sensibilización sobre las violencias de género y el feminicidio.

– Contar con un plan estratégico de formación, profesionalización y actualización de los funcionarios públicos que tienen entre sus actividades prevenir, atender y sancionar la violencia de género.

– Generar datos de calidad, comparables y desagregados, sobre las diferentes formas de violencia de género y feminicidio, esto para orientar la elaboración de leyes, políticas públicas y programas.

Texto: Juan Manuel Frausto Aguayo / Agencia Reforma