3 diciembre,2021 12:11 pm

Festeja con tristeza el escritor indígena del estado Florentino Solano el premio en lenguas originarias

El oriundo de Metlatónoc recibe el galardón internacional en la FIL de Guadalajara y remarca que su texto, La danza de las balas, refleja la dinámica de las comunidades na savi, pero también el reiterado abuso de las autoridades contra los pueblos. Recuerda las masacres de Aguas Blancas, Acteal y Ayotzinapa

Guadalajara, Jalisco, 3 de diciembre de 2021. Cómo reaccionar a una provocación cuando el abuso ha sido reiterado, cuando el ejército ha agredido y ofendido a los pueblos indígenas desde hace décadas. Esto se cuestiona el escritor na savi (mixteco) Florentino Solano, ganador del Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA) 2021.

Para Florentino, un escritor na savi de Metlatónoc, Guerrero, este premio tiene un sabor agridulce: por un lado, se siente orgulloso que su crónica, que refleja la dinámica compleja de su comunidad, haya sido la ganadora, pero por el otro lado, el reconocimiento deja un tono amargo por el carácter de su texto, que habla del reiterado abuso de la autoridad a las comunidades originarias.

“Me da mucha alegría poder escribir mi nombre en la larga lista de reconocidos autores que han ganado este reconocimiento, pero también es difícil porque el texto está escrito a partir de un acto violento, que afectó mucho a la memoria colectiva de mi pueblo”, describe el joven mixteco quien escribió la crónica en ñuu savi, el idioma de los na savi.

El autor, originario de Metlatónoc, Guerrero, ganó este galardón gracias a la crónica La danza de las balas, basado en un enfrentamiento que su comunidad tuvo con el ejército.

“Históricamente los pueblos originarios han estado lastimados, han estado siempre bajo un azote de violencia constante, eso ha sido desde que yo tengo memoria; siempre que hablamos de los pueblos originarios hablamos de la violencia, pero es una violencia que viene del Estado.

El 25 de septiembre del 2000, durante una procesión de las fiestas patronales en honor a San Miguel Arcángel, un militar disparó un balazo hacia la concentración de personas en medio de la fiesta porque no soportó una broma de uno de los danzantes.

La confrontación escaló. La comunidad, harta de los abusos, decidió responder a la agresión y desarmar y encarcelar a 14 militares.

“Siempre ha habido enfrentamientos, no podemos olvidar las matanzas de Acteal y Aguas Blancas, lo que ha sucedido en Ayotzinapa; ha habido un azote constante, en mi pueblo yo también viví muchas experiencias difíciles de los encuentros que hemos tenido con el ejército.

“Todo eso se va guardando y se recoge en la crónica, que también tiene una intención de alzar la voz y que se den a conocer estos hechos, es una manera de decir que esto no se olvida, que nos ha pasado, pero aquí seguimos”, describe el autor.

Uno de los motivos por los que Solano escribe es para no olvidar. Ni él ni su comunidad ni el país. Hay que mantener viva la memoria para evitar que se repita, escribir en lengua originaria para que la comunidad resguarde su historia, para que se genere el diálogo y se abra la conversación en torno a esta violencia sistemática, abunda.

“Los pueblos debemos hablar, decir lo que pensamos, lo que queremos, contar nuestra propia historia, no que alguien hable por nosotros o escriba nuestra historia como ha ocurrido durante tantos años; el pueblo puede hablar por sí mismo y eso quiero lograr con esta crónica que se reivindique a los pueblos a partir de nuestra propia voz”, narra Solano.

La crónica La danza de las balas fue la ganadora unánime del PLIA porque es un texto que “narra de manera precisa un suceso público desde el punto de vista de un testigo presencial, es la crónica de hechos violentos en las comunidades de Guerrero, que no está en los medios de comunicación, pero está en la memoria colectiva, esta crónica describe literariamente un hecho trágico, el disparo de balas en la procesión de una fiesta comunitaria, la respuesta de la población y la mediación entre las normas consuetudinarias y las leyes del Estado”, se lee en el acta del jurado.

El premio, dotado con 300 mil pesos, es impulsado por la Universidad de Guadalajara, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y los gobiernos estatal y federal. En esta edición se destinó al género de la crónica y se inscribieron 33 textos en 27 lenguas originarias de México, Argentina, Guatemala y Perú.

Texto: Agencia Reforma