Y otra vez hace presencia el grito homofóbico por la frustración del desempeño de la Selección Mexicana; el partido tuvo que ser suspendido dos veces
Ciudad de México, 25 de marzo de 2024. Otra vez Estados Unidos, otra vez 2-0, otra vez en una Final y otra vez el grito homofóbico por la frustración del futbol de la Selección Mexicana.
Mientras en México se discute si Guillermo Ochoa falló en el primer gol y si Jaime Lozano es el técnico adecuado, los estadunidenses festejan el tricampeonato de la Concacaf Nations League.
Ya son siete partidos sin victoria de México contra Estados Unidos en los últimos tres años, una hegemonía que no ha de cambiar ni con nuevos nombres en la dirección técnica ni con estadios repletos de fans mexicanos que solo saben responder con el grito homofóbico ante la falta de soluciones en la cancha.
Tyler Adams, el talentoso mediocampista que por varias cuestiones no había sido titular con EU en 478 días, lanzó un misil al 45’, un tiro de larga distancia en el que Ochoa tardó en ver el esférico y en el cual exhibió que el alcance ya no es el mismo, para regocijo de sus detractores.
De cualquier forma, el Tricolor había sido comparsa en todo el primer tiempo, no por falta de actitud o intensidad, sino por el pantanoso futbol y una parálisis por una estrategia que Lozano no corregía.
Estados Unidos otra vez dominó al arranque del complemento hasta que cayó el segundo tanto por parte de su jugador más brillante, el que les resolvió la crisis en la Semifinal y el que hoy venció a Ochoa, con un remate con la diestra.
Ya en ese momento, Jaime Lozano hizo los cambios.
México apeló al empuje, a pelear cada pelota, en particular por conducto de Hirving Lozano, quien se animaba a encarar y a pelear balones por aire y a tratar a despertar a un equipo que no tiene las respuestas tácticas en momentos clave, que quizá deba percatarse que nada cambiará mientras no se sacudan las reglas de extranjeros y del descenso y el ascenso ya ni quien se acuerde y la dinámica de mercado inhiba La exportación de jugadores.
En el deporte en el que México se preciaba de ser superior a Estados Unidos, una vez más se mordió el polvo al ritmo del “Dous a Cerou”.
En los últimos minutos, el central decidió suspender por unos minutos el partido, tras el grito homofóbico en el AT&T Stadium, por lo que se advirtió a la afición.
Frustración y grito
El grito homofóbico y el dominio de Estados Unidos son las constantes del Clásico de la Concacaf.
La Final de la Nations League fue suspendida temporalmente en dos ocasiones, debido al reiterado “eeeh… pu…” que profería la afición mexicana en cada despeje del portero Matt Turner.
Al minuto 70 ya le habían dedicado dos gritos al guardameta del Nottingham Forest, también al 83’ y al 87’, pero el árbitro canadiense Drew Fischer se hizo el desentendido.
Al 88’ decidió aplicar el paso 1 del protocolo antidiscriminación, al parar temporalmente el juego mientras en las pantallas se advertía a la afición que de proseguir con dicha conducta el partido podría ser suspendido definitivamente.
Muchos mexicanos emprendieron la huida del estadio de los Dallas Cowboys, pero quienes se quedaron insistieron con el grito al 95’ y 96’. El silbante, en lugar de finalizar el juego prefirió detener otra vez el partido.
Al 98’, cuando Turner alistaba el enésimo despeje, ahora sí el colegiado pitó el final, aunque eso no impidió la última expresión homofóbica.
Destrozan el “Lamborjimmy” en las redes
“Lamborjimmy” fue tendencia en las redes sociales, pero por motivos muy distintos a los de hace nueve meses.
El concepto que nació como una expresión para ensalzar el trabajo de Jaime Lozano en la ruta rumbo al Mundial, ayer fue utilizado para denostar el desempeño del técnico.
En la plataforma X se publicaron memes de carros desgastados, estrellados, sin carrocería o sin motor y hasta arrastrados por una grúa, todos con alusión a la Selección Mexicana.
Jaime Lozano se unió a Gerardo Martino y a Diego Cocca como los técnicos que sucumben ante un equipo de Estados Unidos que, para empezar, tiene a más jugadores en las Ligas grandes de Europa.
El problema es que Jimmy no ofreció respuestas tácticas al claro dominio estadounidense. Terminada la primera media hora era claro que la media cancha de México estaba extraviada, que el balón no circulaba a los extremos, que Henry Martín era un solitario en un estadio para 80 mil espectadores.
Sergiño Dest, el lateral que no triunfó en el Barcelona y quien hoy juega para el PSV Eindhoven, hizo pedazos a Jesús Gallardo y a Luis Chávez y a cualquiera que se le pusiera enfrente. Giovani Reyna se ubicaba adelante de los centrales y construía el juego.
México solamente corría tras la pelota y ese fue el gran pecado.
“Tenemos que aprender a convivir y a vivir sin el balón porque ellos también son buenos y te generan opciones”, dijo Lozano en la víspera, sin aclarar que esa sería la regla y no la excepción.
Les falta autocrítica a jugadores
Uriel Antuna recalcó que los seleccionados están a muerte con Jaime Lozano, mientras que Jorge Sánchez calificó como “excelente” la estrategia.
El técnico está en contra de evaluar solo los resultados sin fijarse en las formas, pero ayer México reprobó en ambos aspectos.
“Ustedes son los que dicen eso (sobre la continuidad de Lozano), nosotros no, estamos a muerte con el entrenador, a muerte con cada uno del equipo y tenemos que estar todos unidos, así de fácil”, dijo Antuna a TUDN.
Para Sánchez, la diferencia con Estados Unidos estuvo en la fortuna.
“Jimmy planteó un partido excelente, estábamos trabajando de la mejor manera, la suerte fue de su lado, hay que mejorar en todos los aspectos, confío en mis compañeros, en Jimmy, en que día a día trabajamos fuerte para conseguir los resultados que merece la afición, nuestra familia y nosotros merecemos”, expresó el lateral derecho.
Texto: Agencia Reforma / Imagen tomada de X, @NationsLeague
