24 junio,2018 7:22 am

Filman “Terminator” en España por el alto índice de violencia que hay en México

Texto: Redacción/ Foto: Twitter
Madrid, España, 24 de junio de 2018. La calle Santa Isabel, entre Lavapiés y Antón Martín, en Madrid, parecía México esta semana, por la filmación de la sexta entrega de la saga Terminator, que se desarrolla en España debido al alto índice de violencia.
Miembros de la producción dijeron El País que “antes se rodaba en México, pero mataron a un cineasta y ya nadie se atreve a ir”, en referencia a uno de los productores de la serie Narcos, que fue asesinado en septiembre de 2017 mientras buscaba localizaciones en Temascalapa, Estado de México.
En las locaciones hay puestos de comida callejera, coloridos carteles de la Feria de la Torta (“¡la torta más grande del mundo!”), pintorescas bicicletas con sacos de frijoles y extras de piel morena.
Ahí, entre todos, la famosa Sarah Connor, de la saga Terminator, encarnada en la actriz Linda Hamilton, está llena de porquería y pegándose de lo lindo con otros personajes.
Un rodaje cinematográfico es un evento tedioso: para producir una secuencia de acción sin límites hace falta acumular un millón de instantes de tedio. Así estaba el numeroso personal técnico, esperando a cada toma, vestidos como escaladores, pertrechados de tecnología ignota para el profano, y, sobre todo, parando el tráfico de peatones y curiosos a cada rato para volver a grabar. “Usted, no pase, y muévase de ahí que sale en el plano”, se oye por doquier.
“Tenemos que pasar, es que no llegamos a dar un concierto”, suplican Noelia y Mercedes, integrantes del coro Alderaán, que tiene su local en esa misma calle. Tuvieron que esperar sus buenos tres minutos para echar a correr en pos de su destino.
En la pollería Hernández el pollero Sergio Hernández, con la tienda vacía, no parece satisfecho con la producción: “He puesto una queja al Ayuntamiento y sé que otros comerciantes también lo han hecho”, dice, “los clientes no pueden llegar a mi comercio y muchos vienen de mal humor porque van tarde al trabajo o no pueden llevar a los hijos al colegio. Si es que ni siquiera me dejaban pasar para abrir de madrugada”.
Se ve que para hacer una secuencia de acción sin límites también hay que interferir un millón de vidas de esas que no salen en el celuloide.
Fuera se sirven tacos y salchichas a los aburridos integrantes del equipo técnico, comida mexicana para que la inmersión sea total durante jornadas kilométricas.
Algunos de lo comercios de la zona han sido alquilados y adornados a la manera mexicana; el interior se usa como almacén para elementos del rodaje a cambio de buenos dineros: estos vecinos y comerciantes sí parecen conformes.
Tim Miller, que fue director de Deadpool, está al frente de esta producción que verá la luz en noviembre de 2019. Otros filmes que se están rodando o se rodarán en Madrid durante esta temporada son la nueva producción de Amenábar o el proyecto internacional The rythm section, con Blake Lively y Jude Law.
“Nosotros no tenemos nada en contra de los rodajes, nos gusta que se venga a rodar aquí, pero también que esto sea compatible con la vida de los vecinos”, protesta Manolo Osuna, presidente de la asociación de vecinos La Corrala, “estos días hemos tenido cortadas Santa Isabel, Mesón de Paredes y la calle Valencia, y eso interfiere en la vida de la gente que vive aquí”.
En la calle Valencia, por ejemplo, se aparcaban los grandes camiones que transportan el material cinematográfico, ocupando prácticamente todas las plazas de aparcamiento. Ahora el rodaje se mueve de Lavapiés a la zona de Pueblo Nuevo.
Desde la Ciudad de Madrid Film Office, dependiente del Ayuntamiento, que trata de atraer rodajes a la capital y facilitar su desarrollo, explican que tratan de minimizar las molestias a los vecinos.
“Entendemos que siempre que hay eventos en la vía pública se producen molestias e intromisiones en la vida cotidiana, y puede ser engorroso. Nosotros tratamos de armonizar lo mejor posible y dar toda la información”.
También, dicen, tratan de hacer entender los beneficios que tienen los rodajes para la ciudad. En el primer cuatrimestre de 2018 hubo 362 rodajes (40 por ciento de anuncios, 7 por ciento de series, 2 por ciento de películas, etcétera), que sólo en tasas de ocupación de la vía pública generaron ingresos de 127 mil euros para las arcas municipales.
Además del aspecto puramente económico, según la oficina, estas producciones ayudan a dar visibilidad a la capital y a revitalizar su industria audiovisual.