19 septiembre,2018 7:53 am

Gana “Game of Thrones” como mejor serie dramática en los Emmy y ya es la más premiada de la historia

Texto: DPA y EFE/ Foto: EFE
Los Ángeles, Cal., 19 de septiembre de 2018Las series Game of Thrones The Marvelous Mrs. Maisel, de HBO y Amazon, respectivamente, triunfaron en la edición número 70 de los premios Emmy que se celebró el lunes por la noche en el teatro Nokia, de Los Ángeles.
En la gala conducida por los comediantes Michael Che y Colin Jost, quienes incluyeron en la apertura bromas sobre el racismo y las denuncias por acoso sexual en Hollywood, sorprendió el firme regreso de Game of Thrones y el arrasador éxito de Mrs. Maisel.
La primera se llevó tres galardones mencionados en la gala –aparte de los seis que ya se conocían–, entre ellos el más importante de la noche a mejor serie de drama; mientras que la segunda consiguió cinco en la categoría de comedia, incluido el de mejor dirección, guión y actriz principal.
En su regreso a los premios, luego de estar ausente en 2017, la historia basada en los libros del escritor George R.R. Martin dejó claro que la saga de siete temporadas sigue siendo la preferida de los 22 mil miembros de la Academia de Televisión que votaron.
Peter Dinklage consiguió su tercer premio Emmy como mejor actor de reparto por su papel de Tyron Lannister en la historia de intriga política y fantasía creada por David Benioff y D.B. Weiss.
Game of Thrones lideraba los premios con 22 nominaciones, seguida por Westworld con 21, que fue también galardonada con el premio a mejor actriz de reparto para Thandie Newton.
Con los nueve premios en la 70 edición de los Emmy, Game of Thrones amplió hasta las 47 estatuillas su récord absoluto en estos galardones, en los que es la producción más premiada de la historia y el canal de pago HBO mantuvo su liderazgo sobre las plataformas de streaming Netflix y Hulu.
La gran ganadora de la noche fue Amy Sherman-Palladino que recibió los premios a mejor guión y mejor dirección de serie de comedia con The Marvelous Mrs. Maisel, que cuenta la historia de un ama de casa de los años 50 en Nueva York.
Aunque la española Penélope Cruz, el puertorriqueño Ricky Martin y el venezolano Édgar Ramírez no ganaron en las dos categorías a las que aspiraban por sus papeles en The assassination of Gianni Versace: American Crime Story, la producción se llevó tres premios.
El primero al mejor actor por el papel de Andrew Cunanan para Darren Criss, el segundo a la mejor dirección para Ryan Murphy y el tercero y más importante como mejor miniserie. Un triunfo para FX.
“Creo que algo muy especial está pasando para la comunidad latina en general. Todavía hay mucho más para nosotros no sólo en la música, sino también en la actuación”, afirmó Martin en diálogo con Variety antes de entrar a la gala.
Netflix, que acaparaba el mayor número de nominaciones con 112 en total, consiguió el premio a mejor telefilme para Black mirror, mejor actriz principal de serie de drama para Claire Foy por su papel de Isabel II en The Crown, mejor actriz de telefilme para Regina King en Seven seconds y mejor reality estructurado con Queer eye.
The handmaid’s tale, del servicio streaming Hulu, ocupaba el tercer lugar de las nominaciones con 20 y se llevó sólo el premio de mejor actriz invitada para Samira Wiley.
El programa de gags de la cadena NBC Saturday Night Live, que contaba con 21 nominaciones, se llevó el premio a mejor serie de sketches mientras que Last week tonight with John Oliver, de HBO consiguió el de mejor serie de variedades.
La cuota romántica de la noche estuvo a cargo del director Glenn Weiss, quien subió a la tarima para recibir el premio a mejor dirección de un especial de variedades por los Oscar en la cadena ABC y le propuso desde allí matrimonio a su novia.
Durante la ceremonia fueron recordadas figuras que fallecieron en el último año como la cantante Aretha Franklin. Además, hubo una mención especial para los damnificados por el huracán Florence que el fin de semana pasado azotó la costa este de Estados Unidos.
Bromas flojas y poca política
La gala arrancó con un número de baile en el que participaron estrellas de varias minorías que siguen estando escasamente representados en el cine y la televisión.
Los actores y comediantes negros Sterling K. Brown (This is us) y Kenan Thompson (Saturday Night Live), el cantante puertorriqueño Ricky Martin y la actriz coreano-canadiense Sandra Oh se dejaron ver sobre el escenario y se esforzaron por darle a la noche un barniz de diversidad desde el principio.
Pero en las tres horas que siguieron, los miembros del jurado de la Academia de Televisión frustraron esta promesa: triunfaron los viejos conocidos y sobre todo, los blancos.
Por ejemplo, en las categorías de comedia las innovadoras series de drama protagonizadas por negros Atlanta e Insecure quedaron atrás. No ganaron ni en las categorías principales ni en las de actores.
También llamó la atención la ausencia del que ya es el invitado más invisible en todas las ceremonias de premios en Estados Unidos: Donald Trump. En comparación con el “Fuck Trump!” de Robert de Niro en la entrega de los premios de teatro Tony, las estrellas de la televisión permanecieron mansas, algo poco habitual. Sólo la presentadora de late-night Samantha Bee se atrevió a lanzar una mordaz indirecta: “Ahora mismo estoy viendo ese drama tan distópico y escandaloso llamado ‘las noticias’. Pero verdaderamente tienen que cambiar al protagonista”.
Y la más baja audiencia de su historia…
La 70 edición de los Emmy obtuvo la peor audiencia de su historia, con 10-2 millones de espectadores, según datos publicados ayer por la consultora Nielsen.
La peor marca hasta ahora estaba en posesión de las ediciones de 2016 y 2017, con 11.4 millones de espectadores.
La audiencia de este año refleja una reducción del 11 por ciento respecto a esas cifras y es similar a la que obtiene un episodio semanal de Americas Got Talent, de la cadena NBC, la misma que emitió los Emmy en Estados Unidos.
Este tipo de descensos en los datos de audiencia de las ceremonias de premios (que han afectado también a los Oscar y los Grammy) están a la orden del día en los últimos años debido a la mayor oferta de programación gracias a la aparición de las plataformas por Internet.