Los integrantes de la asociación Juntos por el Bienestar de Petacalco-Bajo Balsas aseguran que el fenómeno “tiene graves efectos en los suelos de cultivo y, por supuesto, en quienes nos mojamos con ella”
Zihuatanejo, Guerrero, 30 de agosto de 2024. Integrantes de la asociación ambiental Juntos por el Bienestar de Petacalco-Bajo Balsas, donde la central termoeléctrica Plutarco Elías Calles, ubicada en Petacalco, municipio de La Unión, tiene su zona de influencia, advirtieron a la población que no se bañe bajo la lluvia debido a que es “lluvia ácida”.
A través de las redes sociales de esta organización, cuyos integrantes constantemente denuncian la contaminación ambiental que provoca la central termoeléctrica propiedad de la CFE, se aseguró que esta lluvia “tiene graves efectos en los suelos de cultivo y, por supuesto, en quienes nos mojamos con ella”.
“Las lluvias vienen acompañadas de viento, el cual se encarga de diluir las partículas contaminantes o barrerlas fuera. Ojo, no las desaparece sólo las mueve de lugar. Y la lluvia lo que hace es fijar las partículas al suelo, lo que nos hace percibir un ambiente más limpio, sin que necesariamente lo sea”, se lee en una de las publicaciones.
Se añade, “por si fuera poco, esa lluvia se convierte en lluvia ácida, que tiene graves efectos en los suelos de cultivo y, por supuesto, en quienes nos mojamos con ella. Advertencia: procura no mojarte en las primeras lluvias, aquí en Petacalco aplica por cada vez que llueve, si permites a tus niños bañarse bajo la lluvia, por lo menos deja que llueva unos 20 minutos y luego que salgan a divertirse”.
La contaminación ambiental provocada por la termoeléctrica se ha agudizado desde octubre de 2021, al cambiar la generación de energía eléctrica de carbón mineral a combustóleo. De ahí que del 20 de abril al 21 de mayo del año pasado, el gobierno estatal solicitó al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, que se hiciera un monitoreo de la calidad del aire.
El resultado indicó que los habitantes de Petacalco se encuentran expuestos, sobre todo, a concentraciones de dióxido de azufre en forma intermitente, el cual, señaló el resumen, “es un contaminante que se asocia a irritación e inflamación del sistema respiratorio, afecciones e insuficiencias pulmonares, alteración del metabolismo de las proteínas, dolor de cabeza o ansiedad”.
Asimismo, mencionó el reporte, que “estas concentraciones -de acuerdo con los valores guía de protección para la salud de la Organización Mundial de la Salud, de cinco microgramos por metro cúbico, a partir del cual se ha detectado asociación entre efectos cardiopulmonares y mortalidad por cáncer de pulmón-, se ven rebasadas en más de ocho veces”.
De ahí que los integrantes de la agrupación ambientalista, de manera constante, advierten en sus publicaciones que “quemar carbón y combustóleo implica emitir gases y compuestos tóxicos como el dióxido de azufre, material particulado, óxidos de nitrógeno, mercurio y plomo, entre otros, que dañan la salud de las personas y contribuyen al alza en enfermedades respiratorias y al incremento en muertes prematuras por la mala calidad del aire”.
Texto: Brenda Escobar / Foto: Archivo-El Sur
