Vuelven familias completas a dejar flores o limpiar las tumbas de sus difuntos en Iguala, Zihuatanejo, Altamirano y Atoyac. A medias supervisan autoridades municipales las medidas para prevenir contagios
Iguala, Zihuatanejo, Ciudad Altamirano y Atoyac, Guerrero, 3 de noviembre de 2021. Una gran afluencia de personas se registra en distintos panteones del estado, luego de que el año pasado estuvieron cerrados por la pandemia.
A un año de que los panteones habían sido cerrados, por el alto número de contagios de coronavirus, y luego de la reapertura que se dio para esta celebración de Día de Muertos, un gran número de personas asiste este martes al Panteón Municipal de Iguala, para dejar flores o limpiar las tumbas de sus difuntos, con la aplicación del protocolo sanitario, que fue encabezado por el secretario municipal de Salud.
A diferencia de celebraciones anteriores a la pandemia, este año no hubo música y convivencia familiar dentro del panteón; una costumbre que muchas familias tenían, de pasar el día completo junto a la tumba de sus seres queridos, consumiendo sus alimentos, conviviendo y cantando con grupos musicales o tríos de cuerdas, que se alquilaban para tocar las canciones favoritas del ser ausente.
En la entrada al Panteón Municipal, el mismo secretario municipal de salud, Jairo Martínez Escobar, supervisó el cumplimiento de los protocolos sanitarios para el ingreso a las instalaciones, con el uso obligatorio de cubrebocas, la aplicación de alcohol en gel, sanitizante en aerosol y la toma de la temperatura con un termómetro digital.
Aunque se había anunciado el día anterior que se impediría el ingreso a menores de edad, se vio que sí se dejó entrar a niños; sin embargo, se restringió el ingreso con alimentos.
Dentro del panteón, las familias llegaron a realizar la limpieza de sus tumbas, luego de un año de abandono; arrancaron la maleza, limpiaron floreros y barrieron. Asimismo, colocaron flores, veladoras y algunos adornos de papel picado. La estancia de las familias era breve, pues debido a que el aforo permitido es de un 70 por ciento, se les indicaba no permanecer mucho tiempo, para dar oportunidad a más familias.
Desde muy temprano y hasta la noche, la afluencia de personas fue muy alta y constante, mientras que en la avenida del panteón, afuera del camposanto, se instalaron decenas de comerciantes de flores, veladoras y alimentos.
En declaraciones a reporteros, Escobar Martínez explicó que la aplicación de las medidas sanitarias se tuvieron que extremar ante la alta afluencia de personas, debido a que el panteón llevaba más de un año cerrado debido a la pandemia, “para contrarrestar la ola de contagios que se están presentando”.
Indicó que debido a los casos activos detectados en el municipio, 33 hasta ayer, y por la presencia de personas internadas en el hospital general por contagio del virus, se convoca a la población a cumplir las medidas sanitarias y señaló que la indicación que tienen, es realizar lo mejor posible esta actividad, por la celebración de Día de Muertos, cumpliendo los protocolos establecidos.
Visitan a sus difuntos 6 mil personas de Zihuatanejo
En Zihuatanejo aumentó la afluencia de visitantes a los tres panteones municipales, y de acuerdo con trabajadores encargados de vigilar el orden y de proveer agua en estos cementerios, unas 6 mil personas acudieron a visitar a sus difuntos.
Durante un recorrido por el panteón más reciente, fundado hace cuatro años, en las inmediaciones de la colonia Las Pozas, en la comunidad El Coacoyul, se observó a los dolientes adornar las tumbas con flores de cempasúchil y terciopelo, que son las flores de temporada; pero también algunas estaban adornadas con rosas, lirios, alcatraces, crisantemos y margaritas.
En este panteón está enterrada la mayor parte de quienes han muerto por Covid-19; pues el año pasado, el Ayuntamiento destinó un espacio especial de este camposanto, con 86 fosas para sepultar a quienes fallecieron por este virus, las cuales se ocuparon desde hace meses, por lo que se destinó otro espacio más con 50 fosas.
En el panteón Los Loros, ubicado a un costado del bulevar Zihuatanejo-Aeropuerto, a unos tres kilómetros de la comunidad Agua de Correa, a diferencia del año pasado, cuando debido a la pandemia las autoridades prohibieron la visita a los panteones, esta vez se observaron a vendedores de flores, coronas, veladoras, tacos, refrescos, aguas frescas y cervezas a los costados de la entrada principal.
Dentro del panteón, músicos de estilo norteño caminaban entre las tumbas ofreciendo sus servicios, “le tocamos la canción que más le haya gustado a su difuntito, tres canciones por 200 pesos”, ofrecían, aunque al final terminaban arreglándose con los clientes: “Cuatro canciones por los 200, pa’ que se anime”.
Así, en diversos puntos del camposanto, donde eran requeridos, se escuchan las notas de las canciones más solicitadas por los dolientes: Te vas Ángel Mío, Amor Eterno, Cruz de Madera, 20 Mujeres de Negro, Cruz de Olvido, Dos Coronas a mi Madre, entre otras, “el año pasado no tuvimos trabajo en estos días, porque estuvieron cerrados los panteones. Pero ahorita gracias a Dios que sí ha salido, poco pero ya llevamos algo para que coma la familia”, contó uno de estos músicos.
En el panteón municipal, ubicado en la comunidad Agua de Correa, algunos vecinos se organizaron para arreglar la fachada con papel picado y catrinas, a modo de hacerlo más vistoso para quienes acudieran los días 1 y 2, a visitar las tumbas de sus difuntos.
Aquí, en este cementerio, es tradicional que niños, adolescentes y adultos de las colonias cercanas al panteón, tales como El Barril y 20 de Noviembre, acudan a trabajar durante estos días. Ofrecen su fuerza de trabajo en acarrear agua, para lavar las tumbas y ponerle a los floreros; también pintan las letras de las cruces y remozan con cal los sepulcros.
Benito, uno de los adultos que este martes se encontraba en espera de que algún doliente contratara sus servicios, contó a esta reportera que el día 1 “estuvo mejor que hoy, ayer gané mil pesos, hoy apenas llevo 700, nomás de puro acarrear agua y lavar las tumbas”. Un adolescente secundó lo dicho por Benito, “sí estuvo mejor, hubo más trabajo, yo ayer saqué 700 pesos, hoy apenas llevo 500, pero a lo mejor por la tarde llega más gente”.
El costo por la repintada de las letras de las cruces y las lápidas es de a peso las letras chicas y dos pesos las letras grandes, a 50 pesos la lavada completa de la tumba y de a “lo que sea su voluntad”, el acarreo del agua.
Afuera, los comerciantes de flores, comida y agua coincidieron en que en este año, “las ventas no han estado tan bien, pero tampoco tan mal. Porque al menos esta vez sí se nos dejó vender, no como el año pasado, que no pudimos trabajar porque los panteones estaban cerrados”.
En Tierra Caliente se reactiva la actividad comercial
Dos años pasaron desde la última vez que la gente pudo celebrar el Día de Muertos, por tal motivo, todos los panteones de Tierra Caliente se observaron repletos de personas, que llegaron muy de mañana a participar en la celebración tradicional de la temporada.
Los vendedores de flores sacaron el 100 por ciento de su producto. El año pasado se les prohibió que vendieran afuera de los panteones, debido a que estaba restringido el acceso.
La actividad en lugares como Ciudad Altamirano, Cutzamala, y Arcelia comenzó desde las 7 de la mañana, con una tradicional misa, en donde llegan varias familias católicas a pedir por el eterno descanso de sus difuntos.
En Cutzamala y Coyuca de Catalán, los ayuntamientos aprovecharon para instalar camionetas que regalaban flores y de esta forma apoyar a la economía de las familias.
En Ciudad Altamirano se instaló un módulo de Protección Civil, Tránsito, Policía Preventiva y de Reglamentos, además de la colocación de baños públicos portátiles. Se estimó que hasta unas 5 mil personas llegaron al panteón.
La mayoría de las personas comenzó a abandonar los panteones alrededor de las 6:30 de la tarde, cuando el sol comenzó a ocultarse. Pero algunas familias se mantuvieron en el lugar durante la noche, con música.
Lucen abarrotados los panteones de Atoyac
En Atoyac, los visitantes acataron a medias las medidas por el coronavirus al ir a los panteones en el centro de Atoyac.
Los dos panteones del centro lucieron abarrotado, a pesar de que los primeros familiares comenzaron a llegar desde las 7 de la mañana, para prever las aglomeraciones y el sol, por el cambio de horario.
Los trabajadores municipales señalaron que los dos panteones del centro, a pesar de anuncios, la aplicación de gel y guardar la sana distancia fue a medias.
Los panteones lucieron abarrotados de personas, dando mucho colorido a las tumbas, donde destacaban algunas que no fueron atendidas desde años anteriores.
Asimismo, se observó a menos músico, en comparación con años anteriores.
Debido al tránsito vehicular y al cierre de la avenida Juan N Álvarez, la gran mayoría de las personas llegó caminando a los panteones.
La gran mayoría de personas acudió con niños, sin importar las medidas sanitarias recomendadas por parte de personal de la Secretaría de Salud y la propia Policía Municipal.
Algunos familiares estaban realizando limpieza del panteón, justo en el “día grande”, como se le conoce, aunado a que hubo venta de bebidas alcohólicas .
Texto: Alejandro Guerrero, Brenda Escobar, Israel Flores y Francisco Magaña / Foto: Jessica Torres Barrera
