1 agosto,2018 6:05 am

Guardianes de la Revolución de Irán rechazan diálogo con EU

La campaña estadunidense de apoyo a la diáspora iraní y a la población que dentro del país ha mostrado su descontento parece poco efectiva y ha llevado a los distintos órganos de poder de la República Islámica a cerrar filas.

Texto y foto: EFE
Teherán, Irán, 1 de agosto de 2018. El comandante general de los Guardianes de la Revolución iraníes, Mohamad Ali Yafarí, rechazó categóricamente iniciar negociaciones con Estados Unidos y advirtió al presidente estadounidense, Donald Trump, de que Irán no es Corea del Norte.
La propuesta de Trump de dialogar “sin condiciones previas” con las autoridades iraníes es “un escenario demagógico”, dijo Yafarí, según publicó hoy la agencia Tasnim, vinculada con los Guardianes.
El comandante explicó que los principios de la nación iraní son totalmente diferentes a los de los países que se doblegan ante EU, por lo que -agregó- “los iraníes nunca permitirán que las autoridades entren en conversaciones con el Gran Satán”.
“Señor Trump. Irán no es Corea del Norte que aceptó su oferta de reunión”, subrayó el general, quien afirmó que un encuentro entre responsables iraníes y estadounidenses “nunca se hará realidad”.
La postura de Yafarí es una de las más tajantes escuchadas desde que Trump expresara el lunes que estaría dispuesto a reunirse con su homólogo iraní, Hasan Rohaní, “sin condiciones previas”, porque, según argumentó, “no hay nada de malo en reunirse”.
El Presidente estadunidense insistió también ayer que espera que las autoridades iraníes se pongan en contacto con su administración “muy pronto” debido a las dificultades que atraviesa el país.
Irán se encuentra sumido en una crisis económica que se agravará con la entrada en vigor en agosto y noviembre próximos de las sanciones estadounidenses, reimpuestas tras la salida de EEUU del acuerdo nuclear de 2015.
El regreso de EU al pacto nuclear fue la condición expresada por numerosos responsables iraníes desde ayer para iniciar cualquier tipo de negociaciones con Trump, aunque remarcaron que es un presidente en el que “no se puede confiar”.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, escribió anoche en Twitter que el acuerdo nuclear “ha estado funcionando” y que EEUU “solo se puede culpar a sí mismo por retirarse” del pacto.
“Las amenazas y las sanciones no funcionan. Pruebe con el respeto: hacia los iraníes y hacia sus compromisos internacionales”, aconsejó Zarif.
En la misma línea, el vicepresidente del Parlamento iraní, Ali Motaharí, aseguró que negociar en las actuales circunstancias sería “una humillación”.
“Las conversaciones con EU hubieran sido correctas si EEUU no se hubiera retirado del JCPOA (siglas en inglés del acuerdo nuclear) ni hubiera impuesto sanciones a Irán”, añadió.
El acuerdo nuclear, firmado entre Irán y el llamado Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), limita el programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales contra el país persa.
(En la imagen: El comandante general de los Guardianes de la Revolución iraníes, Mohamad Ali Yafarí, en una rueda de prensa)
Campaña política de EU
contra Irán de resultado dudoso
La campaña estadunidense de apoyo a la diáspora iraní y a la población que dentro del país ha mostrado su descontento parece poco efectiva y, por el momento, ha llevado a los distintos órganos de poder de la República Islámica a cerrar filas.
Recientemente se han encadenado declaraciones de responsables estadounidenses, y también del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dirigidas aparentemente a instigar las protestas populares contra las autoridades iraníes y un eventual cambio de régimen.
“Las autoridades deben dar esperanza al pueblo porque los estadounidenses, en cooperación con el régimen sionista, han comenzado una guerra mediática y política contra Irán”, reconoció el primer vicepresidente iraní, Eshaq Yahangirí.
Pese a ello, el portavoz de Exteriores, Bahram Qasemí, insistió esta semana en que las llamadas a un cambio de régimen en Irán son “inútiles”. “Es un sueño que nunca se hará realidad”, aseveró.
Aunque desde Washington han matizado que el objetivo es forzar a los dirigentes de la República Islámica a modificar sus políticas y no cambiar de régimen, la escalada de la presión política y económica desde la retirada de EU del acuerdo nuclear de 2015 han hecho saltar las alarmas.
La situación interna en Irán es complicada debido a la crisis económica que atraviesa el país, agravada con la entrada en vigor de las sanciones estadounidenses entre agosto y noviembre, y que ha generado protestas y huelgas, pero, según los expertos, no es suficiente para tambalear al régimen.
El director del Centro de Estudios Iraníes de la Universidad de Londres, Arshin Adib-Moghaddam, dijo a Efe que “la Administración de (presidente de EU, Donald) Trump persigue sombras”.
“La posibilidad de un cambio de régimen desde el exterior es exactamente cero. Cuba es un buen ejemplo. Los países revolucionarios que han mantenido su distancia de EU son en gran medida estables”, subrayó.
Todo se precipitó desde que el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, afirmara hace poco más de una semana en un acto con iraníes de la diáspora que la Administración de Trump tiene “los mismos sueños para el pueblo de Irán” que ellos.
“Le corresponde al pueblo iraní elegir a sus líderes, pero con el presidente Trump, EEUU no permanecerá en silencio”, dijo el secretario de Estado, quien calificó el régimen teocrático iraní de “mafia”.
No obstante, Pompeo indicó que EU quiere únicamente que el régimen iraní “cambie significativamente su comportamiento”, una postura que también confirmó hace cinco días el secretario de Defensa, James Mattis.
A pesar de estas declaraciones, según el analista político Fuad Izadí, de la Universidad de Teherán, “EU busca la desintegración y el colapso de Irán” y sus políticas no solo apuntan a un cambio de régimen, sino a crear el caos y convertir el país “en una segunda Siria”.
Además, EU ha anunciado el lanzamiento de un canal multimedia en farsi, que incluye televisión, radio y redes sociales, con el objetivo -explicó Pompeo- de que “los iraníes sepan que Estados Unidos está a su lado”.
Un respaldo del que muchos ciudadanos iraníes dudan debido a las duras sanciones económicas impuestas por Washington y a la inclusión de Irán en el controvertido veto migratorio.
Más escépticos se muestran incluso con Israel, que ha creado también una página web y un canal de Telegram en farsi dirigidos al pueblo iraní.
Netanyahu publicó el domingo pasado un vídeo el que pidió “ayuda al pueblo de Irán a alzar la voz contra un régimen que le oprime”, mientras que hace un mes aseguró que los iraníes muestran “coraje en las calles”, en alusión a las protestas y huelgas que se registraron esos días.
En opinión de Adib-Moghaddam, las políticas de Netanyahu muestran su “desesperación” por su “creciente aislamiento” y por sus temores a la presencia del grupo chií Hizbulá y de Irán en sus fronteras con el Líbano y Siria.
Esta escalada de la presión ha llevado a las autoridades iraníes a subir el tono de sus advertencias hacia EU. Incluso el presidente moderado, Hasan Rohaní, amenazó con cerrar el estrecho de Ormuz si interrumpen sus exportaciones petroleras con las sanciones, y dijo a Trump que un conflicto con Irán sería “la madre de todas las guerras”.
Esta postura fue elogiada por los sectores conservadores habitualmente opuestos a Rohaní, incluso por los Guardianes de la Revolución, por lo que el analista Adib-Moghaddam desestimó que pueda producirse un golpe de Estado contra el Gobierno, como se había rumoreado.