“Somos un pueblo subsidiado (por) programas asistencialistas y por la obtención de recursos debido a la presión de particulares, gremios y organizaciones sociales”, dice en su comparecencia en el Congreso.
Chilpancingo, Guerrero, 28 de noviembre de 2018. En su comparecencia la tarde noche del lunes ante el Congreso local, como parte de la glosa del tercer informe del gobernador Héctor Astudillo Flores, el secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, señaló que Guerrero no es una sociedad ingobernable, “hemos sido los convidados de piedra del desarrollo, los olvidados históricos de la federación”.
Y señaló que las condiciones de marginación “hicieron a los guerrerenses rebeldes y ariscos”. Siguió: “Rebeliones, guerrillas, masacres, desaparecidos como los 43 de Ayotzinapa, nos hacen comprender que Guerrero es, como ha señalado el gobernador Astudillo, un asunto de seguridad nacional”.
También se quejó: “Somos un pueblo subsidiado a través de programas asistencialistas y por la obtención de recursos debido a la presión de particulares, gremios y organizaciones sociales”.
Criticó que muchos campesinos cambiaron los cultivos tradicionales por la amapola ante lo modesto del ingreso “y hoy son víctimas de esa decisión”, en referencia a la caída del precio del producto y a la violencia.
En tanto que de la clase media añadió que aspira a la burocratización, “a tener ingresos del gobierno”, y que el sector empresarial quiere contratos o concesiones del sector público.
Aseguró que el gobierno del estado es y ha sido respetuoso del ejercicio de los derechos políticos de los ciudadanos, respeta la crítica y la disidencia, observa la ley y los derechos humanos, y aseguró: “en Guerrero no hay presos políticos”.
Incluso dijo que la protesta social “voluntarista”, que atenta contra la paz pública, daña la economía y es onerosa para el gasto público, “es objeto de atención y diálogo”, porque “este es un gobierno de acuerdos, no de represión.
Y luego, añadió que “es un fenómeno global el achicamiento del Estado, que sufre embestidas de los poderes fácticos, y que la violencia y la globalización “son nuestros mayores desafíos”.
Conclusiones de diputados
En las posturas finales, el diputado del Movimiento Ciudadano, Arturo López Sugía, dijo que en cuanto a rendición de cuentas se le debe mucho al pueblo y que falta mucho para lograr el orden y la paz, prometido y pidió que se redoblen esfuerzos.
Guadalupe González del PAN, reclamó mejor rendición de cuentas, finanzas sanas, cero tolerancia a quienes delinquen, porque también criticó que hace mucho por hacer al respecto.
Leticia Moso del PT, planteó que la gobernabilidad en Guerrero es un asunto prioritario ante el grave problema de violencia y que la entidad se encuentra convulsionada por los feminicidios y la violencia en general.
Manuel Quiñones del PVEM pidió el fortalecimiento de la política interior.
Celestino Cesáreo del PRD, reprochó que la opacidad y la falta de rendición de cuentas claras es una característica de estas comparecencias.
Dijo que es lamentable que la secretaría a su cargo no tenga acceso al estado que guardan los procesos judiciales de los asesinatos de los líderes políticos.
El diputado del PRI, Héctor Apreza, en cambio destacó que en este gobierno de Héctor Astudillo se rescató la gobernabilidad y que se redujo la conflictividad social.
En tanto, Pablo Amílcar de Morena, dijo que “nos vamos preocupados por una serie de conceptos inquietantes, como el que dijo el secretario que los guerrerenses somos rebeldes y ariscos que protestan por todo y que aspiran a vivir del gobierno”.
“Yo digo que no es cierto, los guerrerenses somos dignos, trabajadores, que no están esperando una dádiva, o que les resuelvan la vida, están luchando todas los días, los caracteriza su lucha permanente”.
Nos vamos, agregó, “preocupados por el concepto hacia los pueblos originarios, por las reformas y su concepto de que la policía comunitaria protege a criminales”, reclamó el diputado de Morena al funcionario.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jesús Guerrero
