6 marzo,2019 3:22 pm

Habla mexicano que trabajó 18 años para Trump

Dieciocho años deberían arrojar una luz de que no somos las personas que él dice que somos: malos, violadores, traficantes de drogas, lo que peor que dicen que somos, señala Juan Quintero.
Washington, 6 de marzo de 2019. Juan Quintero perdió su trabajo en un campo de golf luego de 18 años de servicio como parte de una purga de trabajadores indocumentados de las empresas del presidente estadunidense Donald Trump, según reportes del diario The Washington Post.
El migrante de origen mexicano cruzó la frontera hace más de dos décadas y desde entonces trabajó en el mantenimiento del Club de Golf Nacional de Trump en el área de Hudson Valley, en Hopewell Junction, Nueva York.
Quintero, de 42 años de edad, trabajaba turnos de ocho horas entre semana y luego pasaba cinco horas más cada día como contratista en el área de caza de Leather Hill Preserve, de 171 acres, la cual sirve como centro recreativo los fines de semana para los copropietarios e hijos del Mandatario republicano.
“Juan, cómo van los campos”, escribió Eric Trump, hijo mayor del Presidente, en un mensaje de texto en una ocasión.
“Necesitan ser plantados la próxima semana para la temporada. Espero que estés genial”, agregó.
Quintero se limitó a responder en un inglés básico que estaba trabajando en ello.
Ni siquiera la relación cercana del migrante con los hijos de Trump fue relevante para evitar su despido en enero pasado.
“Todos los años que les di y simplemente me dejaron ir”, aseguró Quintero en entrevista con el Post.
“No dicen: ‘Hagamos algo, tratemos de ayudarte’. Simplemente dijeron: ‘Sus documentos no son válidos’ y eso fue todo”, dijo.
Quintero aseguró que nunca habló directamente con Eric Trump sobre su estado migratorio, pero permaneció empleado en el pabellón de caza durante más de un año sin que proporcionara a los propietarios un número de seguridad social para que emitieran una tarjeta de débito.
Su caso salió a la luz en medio de las revelaciones que giran en torno a las empresas de la familia del Presidente sobre la contratación de migrantes ilegales revelados tanto por el Post como por The New York Times.
Eric Trump, quien es propietario de la reserva de Leather Hill junto con su hermano Donald Trump Jr. y varios socios, declinó hacer comentarios respecto a la historia del migrante.
Quintero compartió copias de mensajes de texto enviados desde un número que coincide con el teléfono celular personal de Eric Trump, guardado en sus contactos bajo el nombre “Erik Boss”.
“Hola Juan ¿Cómo te va en la plantación? ¿Alguna vez llegaste a los campos pequeños, los dos fuera del alcance del rifle y la parcela de frijol de soya”, escribió Eric nueve días después de enviarle su primer mensaje a Quintero.
“Date prisa, mi amigo”, agregó.
El testimonio de Quintero revela la relación y dependencia de la familia Trump para la contratación de migrantes indocumentados quienes, según el Times, recibían bajos salario.
En semanas pasadas The Washington Post informó sobre cómo la Organización Trump empleó a trabajadores indocumentados en al menos cinco campos de golf en los estados de Nueva York y Nueva Jersey, desde hace 16 años.
Al menos 33 trabajadores migrantes entrevistados aseguraron haber mantenido una relación laboral con los clubes.
Gabriel Sedano, un trabajador de mantenimiento originario de México señaló al Post en enero que llegó a tener el juego de llaves de la casa de Eric Trump de Westchester, Nueva York, para poder cumplir con labores de limpieza y reparaciones.
Los trabajadores coinciden con la idea que sus supervisores conocían su estatus legal y que únicamente se preocuparon por la violación a las leyes de migración en los últimos meses.
Luego de las revelaciones, la compañía del Presidente inició una auditoría a su fuerza laboral e iniciaron los despidos.
En enero, la Organización Trump anunció que expandiría el uso del programa E-Verify, herramienta del gobierno para almacenar las contrataciones en propiedades en EU.
A pesar de que Trump afirmó durante su campaña en 2016 que sus empresas utilizaban la herramienta, esta no fue ampliamente utilizada hasta enero de 2018.
Al igual que otros trabajadores, Quintero dijo que presentó una tarjeta de residencia falsa cuando fue contratado hace 18 años, cuando el lugar pertenecía a otros dueños.
Afirmó haber utilizado documentos falsos para seguir trabajando allí luego que los Trump adquirieran la propiedad en 2009.
Cuando en 2016 recibió la oferta de atender la reserva de cacería de los Eric y Donald, no fue cuestionado sobre su estatus.
Después de ser despedido de ambos empleos, Quintero teme ser deportado y separado de su esposa y sus cuatro hijos.
Su defensa, el abogado Aníbal Romero, es el encargado de representar a decenas de migrantes despedidos por las empresas de Trump y ha pedido a las autoridades protección para los ex trabajadores al ser testigos materiales de delitos federales y estatales.
“Quiero que se conozca bien lo que hacemos”, dijo Quintero.
“Dieciocho años de trabajo deberían arrojar una luz de que no somos las personas que él dice que somos: malos, violadores, traficantes de drogas, lo que peor que dicen que somos”.
Texto: Mario Rivera / Agencia Reforma
Foto: Twitter @realDonaldTrump