12 febrero,2021 9:05 am

Han muerto por el virus 154 sacerdotes, según un informe del Centro Católico Multimedial

 

El Sur / Ciudad de México, 12 de febrero de 2021. La Iglesia católica mexicana vive una situación crítica por el número de defunciones entre sus sacerdotes. De mayo de 2020 a enero de 2021, han fallecido por COVID-19 cinco obispos, 154 curas, nueve diáconos y cinco religiosas. La cifra es un subregistro, ya que no se han contabilizado los decesos en varias congregaciones religiosas, de acuerdo con la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial (CCM).

Sobre el tema, la Conferencia del Episcopado Mexicano recordó que desde el año pasado emitieron lineamientos sanitarios para los sacerdotes que atienden fieles con coronavirus. Entre las medidas preventivas están que los sacerdotes mayores de 60 años eviten atender a enfermos de Covid y que aquellos que lo hacen usen equipo de protección (cubrebocas, careta y bata). E incluso que las oraciones se hagan en la puerta del hospital o vivienda del enfermo para evitar entrar al inmueble.

Las estimaciones que se hacen es que el total de fallecimientos en la jerarquía católica se aproxima a los 200. La pandemia, señala el reporte, enlutó así a más del 60 por ciento de las arquidiócesis y diócesis del país.

A la fecha, están internados el arzobispo emérito Norberto Rivera Carrera y el obispo auxiliar de Toluca, Maximino Martínez Miranda. Mientras que los obispos auxiliares de Morelia, Herculano Medina Garfias y Carlos Suárez Cázares, están contagiados, pero estables.

Otro tema preocupante de acuerdo con el CCM son las infecciones al interior de las casas de las religiosas. Poco se ha informado de contagios totales en esas comunidades, como fue el caso del convento de las Siervas de María de Puebla.

En su más reciente reporte, el CCM revela que de las 13 religiosas que conforman el convento de las Siervas de María, 10 padecieron la enfermedad. Nueve de ellas obligadas a estar en cama y una en estado delicado.

Ante la falta de recursos, las religiosas solicitaron la ayuda de los fieles para hacerse de medicamentos y oxígeno, además de alimentos para el sustento diario.

Pandemia afectó entradas de dinero de los templos

Con la crisis económica ocasionada por la pandemia y el cierre de los templos, las finanzas de las parroquias se encuentran en quiebra, situación que provocó que los sacerdotes rompieran el confinamiento y salieran a atender a sus fieles para recibir aportaciones y sobrevivir. Y se han contagiado.

Algunos han apostado por las redes sociales, a través de las cuales han logrado ofrecer servicios religiosos por internet y percibir una aportación económica. Pero en las comunidades pobres los curas salen a atender directamente a su feligresía.

el Covid-19 trastocó la vida ordinaria de las parroquias en casi la totalidad de las diócesis. Muchas atraviesan una complicada situación económica, por la suspensión, desde marzo pasado, de cultos y de actividades catequéticas como formas de trabajo y principales fuentes de sustento no sólo de los presbíteros, sino también de cientos de empleados que prestan sus servicios.

Texto: Redacción / Foto: Archivo