Texto: Redacción/ Foto: EFE
Nueva York, EU, 7 de junio de 2018. Este martes, el ex productor de Hollywood Harvey Weinstein se declaró no culpable, a siete meses de que los artículos de The New York Times y The New Yorker desenmascararan a uno de los magnates más poderosos de la industria.
Weinstein se entregó en la comisaría del distrito número 1 de Manhattan, para ser procesado por la acusación interpuesta por Lucia Evans, una de las tres mujeres protagonistas del artículo de Ronan Farrow, cursó la primera denuncia.
Sin embargo, ayer fue Mira Sorvino la que volvió a mostrar la cara más cruel del empresario en una dura entrevista para el programa Today, de la NBC.
“Es un buen primer paso. Por fin se enfrenta a las consecuencias penales reales de su comportamiento delictivo”, confesó en el programa. “Pero, sinceramente, el fin de semana pasado fue muy emotivo, lloré muchas veces porque el solo hecho de verlo genera muchos malos sentimientos. Violó a muchas personas que amo, así que no es realmente un momento feliz. Creo que tal vez habrá algo de celebración cuando lo condenen y vaya a la cárcel. Ahí es cuando se completará el proceso y veremos que se hace justicia pero, hasta entonces, este es un gran primer paso”.
Gracias al artículo con el que empezaron a desenmascarar al entonces intocable productor, la voz de las víctimas –acumuladas durante décadas– ha empezado a ser escuchada. Pero no siempre fue así.
“Lo gracioso es que, cuando sucedió, se lo dije a todos los que conocía, y muchos te lo reconocerán”, comenta la actriz. “Todas estas personas me escribieron online ‘recuerdo que me dijiste eso’. Quentin Tarantino corroboró que se lo había contado de inmediato aquel septiembre, lo dijo en el artículo del New York Times. Así que se lo dije a todos los que conocía. Nadie dijo: ‘Oye, esto es acoso sexual. Debes ir al autoridades. Tienes un caso. Debes ir a la policía. Tal vez sea un abuso’. Nadie dijo algo así. Todo el mundo estaba acostumbrado”.
Es en ese momento de la entrevista en el que la intérprete se termina viniendo abajo.
“Ninguna de nosotras comparó historias. Sólo sabía de otra persona. No podría creer cuántas personas. Si hubiéramos sabido las unas de las otras entonces, habríamos estado…”, dice antes de fijarse en las imágenes de víctimas que aparecen en una pantalla. “Esto es una locura. Lo siento”.
El abuso de Weinstein hacia Sorvino no fue solo sexual, sino que logró que la actriz, junto con otras compañeras de profesión como Ashley Judd, entrasen en una lista negra que destruyó sus carreras.
“Ni siquiera lo sospechaba. Sólo sabía que mi carrera se había desplomado”, comenta Sorvino que, gracias a sendos mensajes de Terry Zwigoff y Peter Jackson, ahora sabe que fue vetada de proyectos como Bad Santa o El señor de los anillos pese a ser la elegida por sus directores. “Pensé: ‘bueno, tal vez es mi culpa. Tal vez he tenido demasiados hijos. He estado embarazada muchas veces’. Ya sabes, a veces tienes mala suerte. Yo estaba como, ‘OK, tal vez no estaba destinada a que mi carrera continuase en el mismo nivel’”.
Movimientos como el #MeToo, la creación del fondo de defensa Time’s Up o la avalancha de casos destapados similares al de Weinstein cada semana, han sido posibles gracias a mujeres que, como Sorvino, se han atrevido a contar que Hollywood, en particular pero no en exclusividad, está plagado de monstruos, también fuera de la pantalla.
