13 octubre,2021 5:20 am

¿Hasta dónde llegará la recomposición política en Francia?

Gaspard Estrada

 

Desde el regreso a clases a principios de septiembre, la campaña presidencial francesa ha entrado en una nueva dinámica política. Si bien el presidente Emmanuel Macron se mantiene en niveles particularmente altos para un jefe del ejecutivo que termina su primer mandato (más de 40 por ciento de tasa de aprobación, y un 25 por ciento de los votos en una eventual primera vuelta), el escenario político está marcado por la incertidumbre. Durante décadas, en particular después de los años 1960, la vida política francesa estuvo dominada por lo que el politólogo Gérard Grunberg llamó el “bipartismo multipolarizado”. Este concepto tenía el objetivo de enfatizar el carácter bipolar del sistema político francés, entre la izquierda del Partido Socialista, y la derecha, de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, fundado en 2002, y rebautizado Los Republicanos hace algunos años), alrededor de los cuales gravitaban una galaxia de partidos, y una fuerza emergente en la extrema derecha, el Frente Nacional (FN). Esta última fuerza política creció de manera sostenida durante el gobierno del socialista François Hollande, a tal punto que muchos periodistas vaticinaban que Marine Le Pen, la hija del fundador del FN, podría convertirse en 2017 en la próxima presidenta de Francia.

Fue en este contexto que la candidatura del ex ministro de economía de François Hollande, Emmanuel Macron, emergió en el panorama político como una respuesta a la extrema derecha, posicionándose como la nueva polaridad frente al FN. Así durante la segunda vuelta de la elección presidencial anterior, en 2017, Macron y Le Pen se volvieron las fuerzas en disputa.

Pero después de su llegada al palacio del Eliseo, Macron ha ido recomponiendo el sistema de partidos, tanto a la derecha como a la izquierda. En primer lugar, el partido del presidente, La République En Marche (LREM), ha incorporado a miembros eminentes del Partido Socialista, así como del antiguo UMP. El nombramiento de dos primeros ministros de centro derecha (Edouard Philippe entre 2017 y 2020, y Jean Castex a partir del 2020), ha ido posicionando progresivamente el centro de gravedad del gobierno de Macron en este espectro político. Así, el partido Los Republicanos ha perdido espacio en la opinión pública y a nivel electoral. Si bien sus pre candidatos no están tan mal colocados en las encuestas de opinión (todos giran entre 15 y 17 por ciento de los votos), no existe hasta el día de hoy una dinámica electoral favorable para el candidato de la derecha republicana.

El Partido Socialista también ha visto menguar su poder. Un ejemplo de ello es la situación de la actual candidata de ese partido a la presidencia de la República, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Después del lanzamiento de su candidatura, el 18 de septiembre pasado, su intención de voto pasó del 9 al 6 por ciento, en promedio. Es decir, en poco menos de diez años, el Partido Socialista pasó de tener el control de la mayoría de los cargos electivos en el país (presidencia de la República, mayoría en la cámara de diputados, en el senado, y en la mayoría de las grandes ciudades del país), para transformarse en un partido de gobiernos locales (aunque sigue controlando cinco regiones y las principales ciudades del país, incluyendo París y Marsella) con poca fuerza política a nivel nacional. Paradójicamente, hoy la izquierda ha multiplicado sus candidatos a la presidencia: al menos cinco pretendientes al cargo han manifestado su deseo de hacer campaña. Al hacerlo, dividen de igual manera las posibilidades de conseguir que la izquierda regrese al poder en Francia.

Sin embargo, donde se ha producido la mayor sorpresa electoral es en el campo de la extrema derecha. De manera constante, el partido de Marine Le Pen siempre había  logrado mantener la hegemonía de su campo  político. Ya no es el caso. Desde hace algunas semanas, el editorialista del periódico Le Figaro, Eric Zemmour, ha despuntado en las encuestas de opinión como uno de los principales contendientes de Emmanuel Macron, eclipsando incluso a Marine Le Pen en algunas encuestas publicadas en los últimos días. Todavía es muy temprano para saber si esta tendencia es duradera o no. Sin embargo, si se confirma, sería un nuevo terremoto político en Francia, y traduciría la profunda recomposición política que vive el país desde la llegada de Emmanuel Macron a la presidencia.

 

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

 

Twitter: @Gaspard_Estrada