Señala el doctor Enrique Eng Abadia que en el área del sector salud en el IMSS, el hospital general o en el ISSSTE, hay desabasto en tecnología, insumos, así como en equipo
Acapulco, Guerrero, 12 de junio de 2024. El presidente del Colegio de Oftalmología del Estado de Guerrero, Enrique Eng Abadia, dijo que en Guerrero apenas hay 60 especialistas para atender enfermedades visuales y que si se revisa el cuadro del sector salud en esa área es algo que no se ha renovado en 30 años.
“Ellos siguen dando como lubricantes, por ejemplo la metilcelulosa, cuando hay muchísimos lubricantes de mejor calidad actualmente en el mercado, que bien podría proporcionar el sector salud si hiciera una revisión de su cuadro básico, que tiene 30 años cuando menos en oftalmología, que ni siquiera lo han cambiado, siguen dando los mismo y ese es también otro problema. La accesibilidad a los medicamentos oftalmológicos”.
Señaló Eng Abadia que en el área del sector salud, llámese IMSS, hospital general o ISSSTE, hay un desabasto en tecnología como en insumos, así como en equipo, no tienen “el servicio que amerita esta especialidad, es muy compleja en el aspecto de tecnología y se necesita para poder dar la atención adecuada al paciente y de primer nivel”.
Sobre cuáles son las enfermedades visuales más frecuentes en los guerrerenses, respondió el médico que se sigue batallando de manera enorme contra retinopatía diabética, las cifras de diabéticos es altísima y muy mal controlados, la cual sigue siendo la primera causa de ceguera. También el glaucoma, al catarata que sigue siendo un problema de salud.
En declaraciones para El Sur durante el 37 Congreso Mexicano de Oftalmología, que se lleva a cabo en el centro de Convenciones Mundo Imperial, al especialista en enfermedades visuales se le preguntó el porqué la falta de oftalmólogos y comentó que efectivamente para el tamaño del estado el “número de especialistas en oftalmología realmente es limitado”.
Indicó que actualmente han de ser unos 60 oftalmólogos entre los municipios de Acapulco y Chilpancingo, donde “son los dos principales lugares en donde se concentran en general. El problema es que están muy concentrados dentro de estos dos lugares, y seguiría Iguala en donde debe haber unos tres, pero en los demás son médicos que van y vienen, es decir, no están de manera física en los municipios; el resto del estado está muy descubierto”.
Dijo que en Ometepec se tiene el Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana que es una extensión del principal hospital que está en la Ciudad de México, pero no hay especialistas privados en problemas visuales y se está hablando que es una cabecera municipal, pero si ya se sale a los pueblos ya no hay oftalmólogos, “son las opciones que tiene la población, se van donde les quede cerca o salir del estado para ir a consulta a los lugares vecinos”.
Agregó que en Acapulco está el Instituto Estatal de Oftalmología en Acapulco, que es el otro en todo el estado, y en ninguno de los dos “no hay preparación de médicos residentes, de hecho en el Conde de Valenciana se envían médicos residentes desde la Ciudad de México, pero no son hospitales de escuela”. Mientras que en el de Acapulco son médicos especialistas ya graduados, ya sean médicos generales o con alta especialidad.
Explicó que el único que cuenta con los servicios completos es el de Acapulco que cuenta con un médico de glaucoma, tres especialistas en retina, uno en córnea. Indicó que no ayuda mucho que hospitales del sector salud como el IMSS o el ISSSTE en el puerto “no tienen la tecnología para atender a los pacientes, tienen oftalmólogos generales, pero no tienen tencnología para dar la atención mucho menos para la alta especialidad”.
Sobre si la gente no acude a ver a un oftalmólogo podría ser por lo caro de las consultas, el doctor dijo que en los institutos mencionados las consultas pueden costar unos 80 pesos, mientras que en uno privado puede ir de 600 a mil pesos.
El especialista comentó que los medicamentos pueden ser caros, al igual que todos los de patente, y se está hablando que unas gotas vale en promedio unos 600 pesos y a veces una receta oftalmológica se lleva unos tres o cuatro medicamentos, por lo que aunque la consulta sea accesible en el instituto si salen con una receta de 2 mil, pues obviamente hay pacientes que no tienen esos recursos por eso “volvemos a lo mismo, lo ideal es que las instituciones de salud pudiesen absorber esos servicios como debería ser”.
Texto y foto: Karina Contreras
