21 marzo,2023 3:22 pm

Hay miedo y temor pero tienen que trabajar, dicen meseros tras asesinato en playa La Angosta

 

Acapulco, Guerrero, 21 de marzo de 2023. El 3 de febrero un mesero fue asesinado en playa La Angosta, y desde ese día por un mes nadie volvió a trabajar, hace dos semanas los cinco restaurantes que ofrecen alimentos abrieron, hay miedo y temor pero tienen que trabajar, dicen los meseros.

Al llegar al acceso de la playa ubicada en la avenida Adolfo López Mateo, muy cerca de La Quebrada de inmediato los meseros se acercan y ofrecen el menú de los mariscos y pescados que se pueden preparar al momento en los restaurantes de la playa.

Hace un mes nadie se atrevía a regresar dice uno de ellos, y ahora hay temor, miedo y zozobra porque ya no está la patrulla de militares que durante más de dos semanas después del asesinato de uno de sus compañeros estuvo día y noche en la zona.

Durante la estancia solo se observó que en la avenida pasaban realizando recorridos las patrullas, y otros locatarios comentaron que ya no se quedan fijas las patrullas, como lo hicieron luego del asesinato del mesero.

En la zona de playa las risas, carcajadas, el ir y venir de los meseros regresó, luego de que la zona parecía una playa desierta. También regresaron a trabajar los pescadores cuyas embarcaciones ya se ven limpias y en la zona de playa.

Uno de los encargados comentó que en el lugar trabajan unas 60 personas, y quienes no tuvieron otra opción que regresar a trabajar para tener dinero, sin embargo tienen miedo porque no saben en qué momento puede ocurrir otro incidente violento.

Dijo que en las últimas dos semanas y durante este fin de semana largo la playa se llenó de visitantes de la Ciudad de México y el Estado de México, lo que también provocó que los pescadores, y los dueños de los establecimientos se animaran a abrir los locales.

El área que en febrero parecía una zona en cuarentena, cambió desde el viernes, porque era un ir y venir de personas. El sonido del romper de las olas que era lo único que se oía durante el mes que los negocios de las playas cerraron, fue opacado por los gritos y risas de las personas que acudieron a disfrutar de las aguas del mar.

Texto: Jacob Morales Antonio