26 marzo,2020 3:46 pm

Hay resistencia en Barcelona para acatar el encierro, narra modisto chilpancinguense

Edwin, quien vive en una calle cercana a La Rambla, dejó de trabajar una vez decretado el aislamiento en casa; el sueldo que tenía en un bar donde era el encargado ahora lo va a subsidiar el gobierno mediante un esquema de seguro de trabajo denominado “paro”

Chilpancingo, Guerrero, 26 de marzo de 2020. En Barcelona, España el modista originario de Chilpancingo, Edwin García, lleva 11 días de aislamiento obligatorio decretado por gobierno para evitar la propagación  del Covid-19. Advierte que “hay un miedo, claro, no hay una seguridad de que vas a quedar vivo”.

Desde hace 11 años radica en esa ciudad de 5 millones 500 mil habitantes, y donde cada año llegan poco más de 15 millones de turistas procedentes de todas partes del mundo.

Una de las calles más importantes de Barcelona conocida como La Rambla ahora luce totalmente vacía, sólo hay un módulo de policías que vigilan que nadie salga de casa, a excepción de quienes van a comprar comida o medicamentos en un radio de un kilómetro, dice García. En ese espacio peatonal se encuentran las tiendas de marcas internacionales más importantes.

El aislamiento durará hasta el 10 o el 15 de abril. En la ciudad turística desde la segunda semana de marzo cerraron bares, restaurantes, todos los comercios de ocios, gimnasios, discotecas, como medida de contención.

Edwin, quien vive en una calle cercana a La Rambla, dejó de trabajar una vez decretado el aislamiento en casa; el sueldo que tenía en un bar donde era el encargado ahora lo va a subsidiar el gobierno mediante un esquema de seguro de trabajo denominado “paro”.

“Es muy complicado, estoy preocupado por no contagiarme. La información está a cada minuto, las televisoras están volcadas en dar información todo el día; fallecidos e infectados por el virus”.

Dice que no le afecta mucho el encierro, porque trabaja tres días a la semana en el bar, y los otros días en su taller de costura, instalado en el mismo departamento donde vive. En 11 días de encierro sólo ha salido en dos ocasiones, pero su pareja, quien tiene que trabajar, sale todos los días con guantes y cubrebocas.

Pero no todos acatan la disposición del confinamiento, hay quienes se resisten y rebasan el kilómetro permitido para salir. Son detenidos por la policía y tienen que pagar una multa. Incluso dice que hay quienes rentan por dos euros (unos 55 pesos) a sus perros para que otras personas puedan salir a las calles. En Barcelona es común salir a almorzar o tomar café por las tardes en los bares. 

Cuenta que cuando la noticia de que el virus surgió en China y estaba muriendo gente, desde la ignorancia de los ciudadanos pensaron que el virus estaba lejos, pero de repente comenzaron las muertes en España, principalmente de personas adultas.

El impacto económico para la ciudad de Barcelona–que también es puerto– dice que será muy grande, y que el propio gobierno ha informado que habrá una crisis pasando la contingencia sanitaria, que no llega al nivel de colapso que hay en Madrid, donde los hospitales están abarrotados.

Explica que allá no hay escasez de comida y agua, todos los días se abastecen las tiendas, y la distancia para poder comprar, de una a otra persona, es de metro y medio, para evitar el contagio.

La suspensión de las jornadas laborales ha provocado que los arrendatarios de departamentos se solidaricen con las familias y suspendieron el cobro del alquiler. En esa ciudad un sueldo promedio mensual va de 700 a 900 euros, y la renta de una habitación va de 350 a 500 euros.

Cuenta que en Barcelona es común ver a migrantes africanos vender productos chinos en la zona de la playa, a quienes se les dice “manteros”, algunos de ellos junto a personas sin hogar han sido enviados a hoteles y albergues habilitados por el gobierno como parte de las medidas de contención.

El aislamiento ha provocado que no haya interacción con los propios vecinos, el gobierno ha dispuesto de teléfonos por zonas para llamar en caso de presentar síntomas de Covid-19, para después ser trasladados a hospitales.

Los medios destacan “inconsciencia” de AMLO

En las noticias de la televisión se destaca “la inconsciencia del presidente (Andrés Manuel López Obrador) la tranquilidad con la que da noticias, sin ser un experto de la salud, aquí nunca se ha dicho que se siga saliendo y que vayan a bares y restaurantes, eso es lo que no se pueden creer, que lo esté diciendo un presidente”.

García dice que desde que el virus llegó a México a su familia le recomendó lavarse las manos, y la cara además de no salir a la calle pero reconoce que “es algo que en México no se podrá hacer, porque si no sales no comes, mucha gente trabaja al día, es muy complicado”.

Confinarse en casa es muy complicado en México, “y los que lo pueden hacer tienen ciertos privilegios, que tienen ahorros, pero una ciudad como Chilpancingo, si empiezan a cerrar los sitios, el de los chicarrones no va a tener dinero; es muy complicado estar en alerta, me preocupa mucho más mi ciudad, y mi gente que estando acá, porque acá es más cómodo”.

A la gente que no cree en el alto riesgo del virus y que por el simple hecho de que haga calor éste muere, “es mentira, aquí no han dicho que lo mate nada”. Además, dijo que es falso que en España se esté dejando morir a la gente adulta, pero son los que más han fallecidos porque son altamente débiles ante el virus.

–¿Tienes miedo?

–Es raro, pero más que miedo, es preocupación, al estar más informado como que pierdes el miedo. Pero hay un miedo, claro, no hay una seguridad de que vas a quedar vivo.

Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: El Sur / Video: Tomado del perfil de Facebook de Edwin García