Chilpancingo, Guerrero, 17 de julio de 2024. Civiles armados intentaron interceptar y persiguieron por más de 10 kilómetros en una carretera de Chiapas el vehículo en el que viajaba el director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello (Centro Minerva Bello), el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio.
La persecución ocurrió en la carretera Tuxtla Gutiérrez-Coatzacoalcos, cuando el clérigo regresaba a Guerrero, tras haber pasado el fin de semana en Chiapas, donde apadrinó a una generación de estudiantes de la Normal Rural de Mactumatzá. También se reunió con grupos de migrantes.
El sacerdote Velázquez Florencio informó vía telefónica que cinco hombres que portaban armas largas a bordo de una camioneta intentaron interceptarlo en un paraje, después de pasar el punto conocido como Malpaso, donde se detuvo junto con sus dos escoltas que le asignó el Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.
Narró que sus escoltas, al percatarse del peligro inminente, aceleraron hasta una caseta de cobro a una distancia de unos 10 kilómetros. Al ver que el padre Filiberto y los escoltas pidieron auxilio, los pistoleros se regresaron.
Contó que en todo momento los civiles armados intentaron interceptarlos, pero por las maniobras de los escoltas no lograron darles alcance.
El Centro Minerva Bello pidió en un comunicado a los gobiernos federal y estatal que se haga efectiva la protección que establece el Mecanismo, porque tras el incidente solicitaron el apoyo de la Guardia Nacional que había en dos retenes y se las negaron.
El activista ahora se encuentra en Coatzacoalcos, Veracruz de camino a Guerrero.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Archivo
