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Viernes 27 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Política  

Amenaza alcalde de Tetipac a reporteros que le preguntaban sobre el plantón

* El corresponsal de El Sur y el de RTG Claudio Viveros, corresponsal, Taxco * El presidente de Tetipac, Serafín Ayala Ramos, amenazó a este corresponsal y a otro reportero de Radio y Televisión de Guerrero cuando trataron de entrevistarlo en un bar céntrico de esta ciudad en torno al plantón que desde hace dos … Continúa leyendo Amenaza alcalde de Tetipac a reporteros que le preguntaban sobre el plantón

Marzo 08, 2004

* El corresponsal de El Sur y el de RTG

Claudio Viveros, corresponsal, Taxco * El presidente de Tetipac, Serafín Ayala Ramos, amenazó a este corresponsal y a otro reportero de Radio y Televisión de Guerrero cuando trataron de entrevistarlo en un bar céntrico de esta ciudad en torno al plantón que desde hace dos semanas mantienen pobladores y regidores de ese municipio en demanda de la destitución del edil.

“Qué traes conmigo, no te metas conmigo porque te va a pesar, me encabrona que me amarilleen, después nos vamos a ver, yo sigo trabajando y no ando en pendejadas?”, dijo amenazante el presidente municipal que fue postulado por el PRI.

El viernes 5, entre las 15:30 y las 16 horas, los reporteros se enteraron de que el alcalde del municipio vecino se encontraba en la planta alta del bar Berthas, ubicado a escasos metros de la parroquia de Santa Prisca. Ahí acudieron, primero uno y luego otro, por separado, para lograr una entrevista.

A Bernardino García de RTG, Ayala Ramos se negó a concederle la petición. Serían las 15:30 horas cuando se aproximó al lugar. La primera respuesta que tuvo fue “Tú eres un pinche amarillista”, y más adelante sin levantarse de su asiento lo señaló con el dedo y le dijo: “Cuando me vaya (como alcalde), después nos vamos a encontrar”.

Minutos más tarde, este corresponsal se presentó al lugar con el mismo objetivo. Saludó a todos sus cinco acompañantes de mano con un buenas tardes y sin más le solicitó amablemente una entrevista.

–Yo sigo trabajando, no ando en pendejadas – fueron las primeras palabras del presidente municipal.

–Por eso precisamente, la opinión pública desea conocer sus puntos de vista respecto a lo que acontece –secundó el reportero.

–¿Qué pasa, qué pasa, no sé que pasa? –soltó una y otra vez sarcástico.

–Allá hay un plantón, señor.

–¿Y qué?, nosotros estamos trabajando.

–¿Con un plantón?

–Sí.

–¿Que opinión tiene de la petición de los habitantes y regidores sumados a ellos que piden su destitución?

–…Con el tiempo…

Mientras el reportero hacía las preguntas, el ex presidente Felipe Castillo Flores manoteaba hacia los lados para indicarle al alcalde que no hablara. Los demás acompañantes permanecían a la expectativa, en silencio.

–¿Todo está bien, no pasa nada? –insistió El Sur.

El silencio dominaba el lugar, donde las demás mesas estaban vacías y mientras un policía uniformado de negro se mantenía apostado en el balcón que da a la calle de El Arco.

De pronto Ayala se levantó, dio una vuela en dirección a otro balcón que da al zócalo, y muy cerca del reportero a quien dijo retador, casi a punto de los golpes: “¿Qué traes conmigo?”.

–Sólo le pido que me conceda una entrevista, usted es un funcionario público.

Hasta ahí sus acompañantes se levantaron de la mesa y se acercaron para calmarlo. “Sólo quiere una entrevista”, dijo uno de los taxqueños que estaban ahí. Enseguida Serafín Ayala se retiró del lugar escaleras abajo y se mantuvo inquieto, amenazante, a la espera del reportero que bajara y con los policías a un lado, ya subidos en la camioneta.

Entonces, en el balcón del bar, el ex presidente de Tetipac, Felipe Flores, se acercó iracundo hacia el reportero de El Sur: “Dame eso si no quieres tener problemas”, soltó amenazante al señalar la grabadora que no fue entregada al tiempo que otros acompañantes le decían que también se calmara y lo invitaron a salir de allí.

Ya afuera, al momento en que el reportero del El Sur se disponía a retirarse, al pasar a un lado del alcalde Ayala Ramos, éste le dijo: “Sólo te digo una cosa: no te metas conmigo si no quieres tener problemas”. La respuesta a la amenaza correspondió con una actitud tranquila: “Deme una entrevista, yo nada más vine para eso, es todo”.

Ayala Ramos palmeó al reportero, lo presionaba repetidamente con la palma de una mano en el hombro derecho como para hacer sentir su coraje. El entrevistador le insistió que hablara y él apresuró: “Me encabrona que me amarilleen, no me amarilleen, nada más no me amarilleen; yo estoy tranquilo y me están chingando. Si me voy, después todo se va a aclarar y verán quien soy”.

–Es su pueblo quien está en plantón, nosotros sólo cumplimos con informar. Por eso es que se le pide una entrevista, para conocer su opinión.

Enseguida, un poco contenido, pero sin dejar de presionar al reportero con los palmoteos, aceptaría que daría una entrevista a la que se comprometió con su asesor jurídico, Agustín Alvarado, hijo del dirigente cetemista en la región Antelmo Alvarado García, uno de sus impulsores desde esa posición y con quien se reúne continuamente. Al final, su acompañante trató repetidas veces de alejarlo, llevárselo, mientras el ex alcalde Felipe Flores ya estaba instalado en otro vehículo, siempre atento a los movimientos de Ayala Ramos.

Afuera del bar se observó la camioneta de la policía motorizada número 231, con seis uniformados a la espera y resguardo del alcalde al momento que estaba ahí y después que se retiraba de ese sitio. Otro vehículo de la policía estuvo estacionado a unos metros de distancia y un taxi más en que viajaba el ex presidente municipal, Felipe Castillo Flores.