En San Marcos, al comenzar la tercera visita a Guerrero como candidato a presidente de la República por la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador señaló que en esta campaña “le vamos a ganar a la derecha”.
En este municipio que da entrada a la Costa Chica de Guerrero, ante unas 800 personas, López Obrador reiteró que la actual campaña presidencial confronta dos proyectos de gobierno, el de quienes quieren mantener sus privilegios, y el de los que pretenden tener un gobierno para todos.
En el mitin de San Marcos, que comenzó poco después de las 11:30 de la mañana, el candidato presidencial de la coalición estuvo acompañado por los dos candidatos al Senado, Lázaro Mazón Alonso y David Jiménez Rumbo, además del candidato a la diputación federal por el distrito 08, Odilón Romero Gutiérrez.
A los dos candidatos a senadores, al finalizar su discurso, López Obrador les levantó los brazos y les reiteró a sus simpatizantes que “toda el agua debe correr por el mismo surco”, al demandar que los votos para presidente deben ser los mismos que se emitan para diputados federales y senadores. Y es que en las encuestas, se lee que el candidato a la Presidencia tiene una mayor intención del voto que los propios aspirantes al Congreso y el Senado.
Por lo pronto, en Costa Chica, el discurso de ganar a la derecha apenas despierta reacciones, porque no se entiende. Sobre todo, por ser esta una zona de añejos enfrentamientos –desde hace 17 años– entre dos partidos: PRI y PRD.
En San Marcos gobierna el priísta Armando Bibiano García, y el gobierno anterior lo encabezó el panista Armando Sotelo, que también era priísta. Pero la bronca siempre ha sido entre priístas y perredistas. Con el agregado de que estos últimos han tenido además la costumbre de pelearse entre sí.
Por eso, cuando se les habla de que hay que enfrentar a la derecha, apenas se reacciona. Por eso López Obrador agrega: hay que invitar a los priístas, a los de abajo, a incorporarse a la campaña, porque están igual de amolados que nosotros.
Pero tampoco hay reacción ante la invitación a los contrarios, a pesar de que en el presídium se encuentren emblemáticos ex priístas de la región, como el ex diputado local Santiago Guerrero, el ex secretario de gobierno en Acapulco, Julio César Hernández Serna, o el ex secretario particular del ex alcalde priísta de Acapulco, Manuel Añorve, Hervey Arredondo.
Puros ex. Como ex son los dos candidatos a diputados federales por Acapulco, Ramón Almonte Borja y César Flores Maldonado.
Quizá por eso el discurso no prende. Porque la línea del discurso de López Obrador es ir ahora contra la derecha, que en Guerrero no se entiende, y porque se habla de conciliar con los priístas, en un pueblo –‘San Marcos tiene la fama…’– donde el sentido de la vida social es estar en un bando de guerra o en el otro, y en donde además se le añade el factor de la confusión: los enemigos del PRD, están ahora en el presídium con el candidato del PRD.
¿O será el sol? La plaza arde, pero quizá de los 36 o 38 grados de temperatura sobre la plaza de cemento. Mitin convocado a las 11 de la mañana y a esas horas, una decena de personas llegan al lugar. Mitin que comienza a las 11:30 cuando el candidato llega y entonces la gente sale de sus casas y se junta y ya es un montón. No muchos, pero un montón.
El discurso de López Obrador no cambia de un día a otro. Para la región, sólo la promesa de promover el desarrollo regional, pero sin algo en concreto. Salud y educación, son los temas en los que el candidato presidencial hace énfasis.
Y luego, el tema nacional, que en San Marcos pasa de largo: “Van a seguir nuestros adversarios echándonos la culpa de todo, porque andan muy nerviosos. Es parte de la guerra sucia y de la campaña que tienen, pero le vamos a ganar a la derecha y les vamos a ganar a los privilegiados, no les va servir de nada”.
Lo que quiso decir López Obrador era que se desvinculaba de las movilizaciones de los macheteros de Atenco y del discurso beligerante del subcomandante Marcos. De que se le va a ganar al PAN, a pesar de que las encuestas coloquen ahora a su candidato como puntero, y de que ex banqueros como Roberto Hernández, de Banamex, perderán sus privilegiadas relaciones con el poder. la plaza, la gente aplaudía, pero de ganas de ver a su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, El Peje.