En su tercera visita a Guerrero como candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador llamó en reiteradas ocasiones a ir por el voto de los priístas.
En lo que se reveló como parte del replanteamiento de su estrategia para el tramo final de su campaña, y en el contexto de las últimas encuestas que en su mayoría lo dejan por primera ocasión en segundo lugar detrás del panista Felipe Calderón, el perredista pidió a sus simpatizantes que ni siquiera vean “como enemigos a los priístas, a los priístas de abajo”.
“Las diferencias son con los rufianes del poder, con los de arriba, no con los de abajo, porque los priístas de abajo están igual de amolados que todos los mexicanos”, indicó López Obrador, quien encabezó este miércoles mítines en las cabeceras municipales de San Marcos, Ayutla, Marquelia, San Luis Acatlán y Ometepec, de la región de la Costa Chica del estado.
En San Marcos, López Obrador comenzó con el llamado a atraer a los priístas, “a trabajar” con ellos, dijo. Pidió ir por el voto del priísmo “de base” de esta región del estado que, dijo, no es el mismo de la cúpula del poder contra la que está luchando. “Aquí no viven los Salinas, ni los Robertos Hernández”, expresó en referencia a la familia del ex presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari y al influyente banquero ex presidente del consejo de administración de Banamex.
Más tarde, en la plaza central de Ayutla explicó: “No es fácil alcanzar el triunfo, porque nos estamos enfrentando con los más poderosos de este país, contra los que están enriqueciéndose a costa de nuestros recursos naturales de los mexicanos”.
Reconoció los efectos de la campaña en su contra, pues dijo que “en los espots, en los noticieros, en los medios de comunicación, ha habido una muy fuerte guerra sucia con el propósito de que la gente no respalde nuestro movimiento”.
Advirtió que van a continuar “las mentiras y las calumnias para intentar debilitarnos” y dijo que sus adversarios “tienen mucho dinero para eso”. Sin embargo, confió en que dicha campaña no logrará su objetivo “porque al final el pueblo va a triunfar”.
Enseguida pidió no ver a los priístas “como enemigos, ni siquiera como adversarios, porque las diferencias no las tenemos con ellos, con los priístas de abajo”. Convocó luego a convencer a los militantes del PRI “a que se sumen a esta lucha”.
López Obrador reiteró: “Hay que convencer a los que están en el PRI, hay que ir con mucha paciencia, con mucha humildad a convencer a todos”. Insistió en que “si cada uno se compromete a convencer a diez más, tendremos asegurado el triunfo de nuestro movimiento”. Al final, preguntó: “¿Cómo lo ven?, ¿nos van a ayudar? A ver, levanten la mano los que nos van a ayudar. Esa es la tarea que les voy a pedir que se lleven, de convencer a más gente”.
Menciona a Genaro Vázquez en San Luis Acatlán
Después de comer en un restaurante de Cruz Grande, dio un saludo de paso a un grupo de 150 simpatizantes que lo esperaban en Copala, en la carretera federal. En Marquelia, López Obrador llamó a los perredistas a mantener la unidad, y reconoció que debido a la división interna el PRD perdió la elección de alcalde en este municipio, en octubre del año pasado.
Más tarde, en San Luis Acatlán volvió a pedir el voto de los priístas y pidió a la coalición que lo postula y que integran el PRD, Convergencia y PT, que busquen sumar “a todos a este gran movimiento”.
Aquí insistió en que “el pleito no es con los priístas de abajo”, que no hay que verlos como enemigos y que el llamado a sumar a más simpatizantes de este municipio, sin distinción de ningún tipo, se debe a que “todos están igual de amolados”, además de que “aquí no vive nadie como Carlos Salinas ni como Diego Fernández de Ceballos”, reiteró.
En este acto evocó la lucha guerrillera de Genaro Vázquez Rojas, a quien le reconoció por haber contribuido con ello a la apertura de los cauces democráticos en el país.
“Me da mucho gusto venir a hablar de la justicia en esta tierra de Guerrero, que es la tierra de Genaro Vázquez Rojas”, expresó el candidato presidencial al abrir su discurso.
“Hombres como Genaro y otros importantes dirigentes sociales que ha dado el estado, al no tener espacios para pelear por la justicia tuvieron que tomar decisiones de otro tipo”, agregó en referencia a la lucha insurgente.
Aunque reconoció que con “el sacrificio” de Vázquez Rojas “se abrieron los espacios que más tarde se tradujeron en triunfos para el pueblo por la vía electoral”, dijo que él seguirá “luchando por la vía pacífica, porque aunque respeto a todos, no estoy de acuerdo con la violencia”. López Obrador subrayó que él le apuesta a transitar por “los caminos del diálogo y la concordia”.
Llamó a honrar la memoria de Vázquez Rojas “y de mucha gente que como él ofrecieron su vida”, en la consolidación del movimiento por la transformación del país con el voto por su candidatura el 2 de julio. “No podemos dejar pasar esta oportunidad que tenemos hoy, para concretar la lucha para que haya más justicia en el país”, sostuvo.
En el mitin se encontraba Consuelo Solís, la viuda de Genaro Vázquez Rojas, a quien pidió que subiera al templete. Como parte de la inconformidad que prevalece en este municipio hacia la gestión del hijo del guerrillero, el ex alcalde Genaro Vázquez Solís, Consuelo Solís se llevó algunos reproches.
“Ella no ha vivido en San Luis”, le gritaron primero de entre el público al pie López Obrador. “No vivo aquí pero vengo cada año”, se defendió ella en voz alta. “¡Tuvo un hijo malo!”, “¡Su hijo no hizo nada como alcalde!”, le gritaron luego desde distintas partes.
Consuelo Solís le obsequió un reloj montado sobre un cuadro de madera con una frase del guerrillero tallada a mano.
Sin referencias al gobierno de Zeferino Torreblanca
En todos sus actos López Obrador omitió nombrar al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo. Durante toda la gira no hubo lugar para destacar algún programa, acción u obra de Torreblanca, quien llegó postulado por el PRD. En el equipo cercano al candidato presidencial se reconoce que el mutis se debe a una decisión vinculada al desencanto que se percibe hacia el primer gobierno no priísta en el estado.
Los mítines no se caracterizaron por concurridos, pese a que fuentes del equipo de campaña lopezobradorista confiaron con antelación en que irían “de mil a dos mil” personas por mitin. El único que habría reconfortado al candidato sería el de Ometepec, la tierra del ex gobernador y actual candidato a senador del PRI Ángel Aguirre Rivero, donde logró reunir a unos 3 mil asistentes, más de 5 mil según los organizadores.
Pero en el acto de San Marcos, por ejemplo, se calcularon poco menos de 800 simpatizantes y habría sido el que contó más asistentes. En Ayutla hubo poco más de 500, mientras que en Marquelia y en San Luis Acatlán apenas rebasaron los 400.
En la gira de López Obrador participaron los presidentes estatales de los partidos de la coalición que impulsa su candidatura, Sebastián de la Rosa, del PRD; Luis Walton Aburto, de Convergencia y Félix Castellanos, del PT. Asimismo, los candidatos a senadores David Jiménez Rumbo y Lázaro Mazón Alonso; los candidatos a diputados federales Odilón Romero, del distrito 08, que incluye la mayoría de los municipios visitados; y Víctor Aguirre Alcaide, del 05, que incluye San Luis Acatlán. Marcos Matías Alonso, candidato a diputado del distrito 06 estuvo en el mitin de Ayutla, mientras que el candidato del 09, César Flores Maldonado asistió al de San Marcos.