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Sábado 28 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Política  

Con Astudillo busca el PRI reducir riesgos ante al PRD en la elección de febrero de 2005

Recuento de la trayectoria política del candidato priísta    Discreción y buena relación con los grupos políticos de su partido, su característica  A los 43 años, el chilpancinguense Héctor Astudillo Flores ha tenido una carrera partidista y administrativa que, de manera natural, lo colocó en la antesala de la candidatura del PRI a gobernador del … Continúa leyendo Con Astudillo busca el PRI reducir riesgos ante al PRD en la elección de febrero de 2005

Abril 06, 2004

Recuento de la trayectoria política del candidato priísta

 

 Discreción y buena relación con los grupos políticos de su partido, su característica

 A los 43 años, el chilpancinguense Héctor Astudillo Flores ha tenido una carrera partidista y administrativa que, de manera natural, lo colocó en la antesala de la candidatura del PRI a gobernador del estado. Dos características ha tenido la trayectoria del senador: la discreción y su buena relación con los principales grupos políticos en la entidad.

Diputado local, alcalde, senador de la República, dirigente partidista, secretario privado de varios políticos hoy encumbrados, entre ellos el actual secretario de la Reforma Agraria, Florencio Salazar Adame, Héctor Astudillo tendría en ser gobernador su siguiente reto.

Atrás quedaron traspiés como su paso por la coordinación de la campaña del PRI a la presidencia municipal de Acapulco en 2002, cuando su partido, que llevaba como candidato a Ernesto Rodríguez Escalona, perdió la elección por 2 a 1 ante el candidato perredista Alberto López Rosas. Vendría la oportunidad de reponerse, cuando se le nombró coordinador para la campaña de diputados federales en la zona centro y la Montaña, donde de tres distritos ganó dos: el 06 con cabecera en Chilapa, llevando a Marcelo Tecolapa Tixteco como candidato, y el 07 con cabecera en Chilpancingo, con Mario Moreno Arcos como candidato. El PRI perdió en el 05 con cabecera en Tlapa, teniendo como abanderado a Javier Jiménez Vázquez, distrito ganado por el perredista Javier Manzano Salazar.

Así, cuando los grupos políticos decidieron definir la candidatura del PRI al gobierno estatal, como una estrategia para tomar ventaja al PRD y reducir el riesgo de que este partido les ganara la elección en febrero del 2005, se aceptó con pocos reparos las sugerencias del gobernador René Juárez Cisneros y del líder nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado, de que Astudillo Flores fuera el candidato de unidad de su partido.

No se le vio pues, como un candidato impuesto, ni como resultado de un “dedazo” por parte de la dirigencia nacional. Así, sin mayores problemas, la totalidad de los grupos le dieron su respaldo, mismo que recibió el aval de la dirigencia nacional este domingo en Chilpancingo, cuando el Consejo político priísta lo designó formalmente como su candidato.

La disidencia fue mínima e incluso quedó dividida, toda vez que los simpatizantes del diputado local Carlos Sánchez Barrios, optaron unos por asistir al acto de este domingo, y los otros por desentenderse, luego de que el ex secretario de Desarrollo Social y ex delfín renejuarista optara por bajarse del ring.

Héctor Astudillo, cuya casa familiar se encuentra a espaldas del Palacio de gobierno, comenzó su carrera formal en el PRI a principios de los años ochenta, luego de concluir la licenciatura en Derecho por la UNAM, en la ENEP Aragón, en la ciudad de México.   Primaria y secundaria las estudió en Chilpancingo, lo mismo que la preparatoria, aunque no se involucró con los grupos de izquierda mayoritarios en la universidad, y tampoco con los priístas, pocos, como su propio compañero Héctor Vicario Castrejón, quien por esa época fundó el grupo Mario de la Cueva. La pasión de la época no le llegó por ninguno de los dos frentes.

Astudillo, sin embargo, tendría uno de sus primeros trabajos como secretario particular, en l987, del alcalde de Chilpancingo Efrén Leyva Acevedo, uno de los denunciados como porros universitarios en la vida política en la UAG, en los ochentas. Luego pasaría a la actividad partidista, de 1989 a 1990 sería secretario de Acción popular del PRI en Chilpancingo, aún cercano a Efrén Leyva, dirigente del sector popular de este partido, quien fue uno de los que hizo la finta con buscar la candidatura priísta al gobierno estatal y al final declinó por su ex colaborador.

En su carrera política, Héctor Astudillo ha destacado por su olfato y por el aprovechamiento, al momento de las oportunidades. Ha dejado ya cuatro cargos de elección popular sin concluir.

Fue síndico procurador en el gobierno de Florencio Salazar (en el periodo de 1989 a 1993), pero en 1992 deja el cargo para ocupar la secretaría particular con el gobernador José Francisco Ruiz Massieu.

En el periodo 1993-1996, es electo diputado local, cargo que no concluye, pues pasa a ser candidato del PRI (en 1996) y luego presidente municipal de Chilpancingo. Tampoco termina su periodo como alcalde, pues a los dos años de gobierno, lo deja para regresar al   Congreso local, en donde fue presidente de la Comisión de Gobierno, del 15 de noviembre de 1999 al 16 de marzo del 2000, es decir, por cuatro meses.

De nuevo presenta una solicitud de licencia para ser candidato priísta a la senaduría, para el periodo 2000-2006, posición que dejará en mayo de este año, según anunció, para asumir plenamente su papel como candidato del PRI al gobierno del estado.

En estos cargos ha presenciado las tormentas internas de por medio, como la caída de Figueroa por el caso Aguas Blancas (periodo en el cual fue diputado, con la venia del figueroísmo); la contienda interna por la candidatura del PRI a gobernador en 1999 (donde se colocó discretamente al lado de René Juárez, pese a que con Aguirre Rivero –y su candidato Manuel Añorve- fue llevado a la alcaldía). A la salida de uno de sus primeros mentores del PRI, Florencio Salazar, quien se fue al PAN, rompiendo con René Juárez, guardó distancia para no asumir tampoco una actitud de condena.

De René Juárez no era la principal carta para sucederle, pero los políticos cercanos al gobernador no acabaron de crecer, entre ellos el titular de la SEG, Miguel Mayrén, derrotado en una elección de diputado local en el 2002 y a quien se responsabilizó –desde el grupo de Astudillo- en parte por la derrota electoral en Acapulco. Así como Carlos Sánchez Barrios, político de bajo perfil, quien tampoco acabó de crecer, luego del accidente que tuvo en julio del año pasado, que lo ha dejado en recuperación permanente.

Así, el chilpancinguense quedó como el aspirante con la mayor posibilidad de conciliar los intereses de los grupos políticos de Guerrero. Con su candidatura, se desarmó el riego de un enfrentamiento interno entre los grupos Figueroa-Aguirre o René Juárez-Aguirre, quienes a su vez, previendo la posibilidad de que un conflicto interno les sacara de Casa Guerrero, prefirieron sentarse, ponerse de acuerdo, y designar como candidato al político que nunca se ha peleado ni casado grupalmente con nadie.