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Viernes 28 de Junio de 2024

Guerrero, México

Política  

Conmemoran universitarios el 62 aniversario de los caídos del 60 en tres actos separados

El rector Alfredo Romero Olea llama a tener un solo evento. La integrante del Comité Independiente de Solidaridad con las víctimas de la masacre, Roberta Campos Adame dijo que no podían converger con quienes “simulan” que luchan por mejores condiciones para Guerrero

Enero 02, 2023

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, José Alfredo Romero Olea junto a familiares de los caídos del 60, durante el acto para conmemorar el 62 aniversario de la masacre en la alameda Granados Maldonado, en Chilpancingo Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Alfredo Romero Olea se pronunció porque familiares de las personas masacradas el 30 de diciembre de 1960, y quienes participaron en ese gran movimiento estudiantil y popular puedan coincidir en las mejoras del monumento a los caídos del 60, y tener un sólo evento en la Alameda Granados Maldonado.
Esto, porque el pasado viernes 30 de diciembre, hubo tres actos conmemorativos por el 62 aniversario de los caídos del 60, a partir de las 9 de la mañana, y en cada uno participaron sobrevivientes y familiares de las víctimas.
El segundo acto, fue encabezado por líderes de expresiones opositoras al Grupo Universidad por Guerrero que encabeza el ex rector Javier Saldaña Almazán y que gobierna hace 10 años; entre éstos se encontraban Insurgencia Universitaria, Movimiento Académico Social Alternativo del Sur (Masas), Alianza Sindical Independiente, Universitarios por la Democracia, la Academia, y la Excelencia de la UAGRO, y el Frente por la Educación, la Democracia y la Institucionalidad Guerrerenses (FREG), para denunciar el manejo mercantil de la institución educativa, rumbo a la privatización.
El tercero, fue del Comité Independiente de Solidaridad de los Caídos del 60 con el Frente Popular Revolucionario, el Colectivo de desaparecidos Lupita Rodríguez, la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero, y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos.
En el acto oficial, el sobreviviente, Rubén Darío Fuentes Alarcón, así como Marisol Cuevas Serrano, familiar del comerciante asesinado, Salvador Serrano Moreno, y como ex estudiante de la normal rural de Ayotzinapa, el maestro emérito de la UAG, Arturo Miranda Ramírez, exigieron que los mártires sean recordados de forma digna.
Cuevas Serrano también criticó la colocación de una lona de la universidad sobre la placa conmemorativa, “no comprendo cómo pueden tener tanto poder ciertos líderes que no respetan a nuestros muertos y lucran con la vida de los que no son ni sus familiares”.
Compartió su postura Fuentes Alarcón que luego exigió acciones para que la alameda sea nombrada: Mártires del 30 de diciembre, “eso sería hacer justicia y que cada uno de los caídos tenga un busto a lo largo y a lo ancho de la Alameda, que sea el fiel testimonio de quiénes murieron por la autonomía, la reforma y la consolidación universitaria”.
Miranda Ramírez, además denunció que el gobierno estatal canceló el apoyo económico al activista del movimiento de 1960, Guillermo Sánchez Nava, atacado a golpes en el proceso electoral de 2011, cuando era representante del PRD en las elecciones locales, en grave estado de salud desde aquella agresión, perdió la movilidad y el habla. Se alimenta mediante sondas.
La esposa y el hijo de Sánchez Nava, Alicia Carrera de la Cruz y Javier Sánchez Carrera, quienes estuvieron en el acto conmemorativo no oficial de las organizaciones sociales, consultados después, confirmaron que tres gobiernos anteriores los apoyaron, con algunos problemas, y desde que comenzó esta administración estatal, hace más de un año, les quitaron la ayuda de gastos médicos.
Adelantaron, que un comité de la Asociación Cívica Guerrerense (ACG), comenzó a apoyarlos con cooperaciones, y buscan una reunión con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

Falta mucho por hacer, reconoce Romero Olea

A medio acto oficial, integrantes del FREG se instalaron detrás de los asistentes, principalmente universitarios y funcionarios, con sus banderas rojinegras extendidas contra “el caciquismo” en la universidad. Cuando llegó el turno de participar al rector, ya estaban, ahí en silencio.
Romero Olea aseguró que harían eco de las demandas de familiares y participantes del movimiento estudiantil, “vamos a tratar de unir los esfuerzos para que podamos entre todos y todas, coincidir en un sólo evento, y podamos coincidir en la realización e instalación de mejoras de este monumento y también de esta histórica alameda”.
Confirmó que el pueblo dio su vida por mejorar a la institución, y ello implica que la universidad se pueda unir a manifestaciones populares.
“Los que soñaron, los que estaban en ese movimiento, no estamos contentos con lo que se ha hecho, hace falta más oferta educativa, atender demandas de los estudiantes en cuanto a albergues, a comedores universitarios, en cuanto a la ampliación de la matrícula fortalecer la vinculación de la sociedad”, indicó.
Aseguró que, como él, hay muchas personas comprometidas para seguir engrandeciendo a la Universidad y al estado, “no podemos olvidarnos, trasladar solamente a los libros y a la historia este gran movimiento debemos seguir construyéndolo como un proyecto del estado de Guerrero, es la ruta que debemos continuar los universitarios bien nacidos”.
Informó que, en días próximos en el edificio docente, sede de la huelga estudiantil de 1960, habrá un monumento para recordar los hechos.

Disidentes

Más tarde, la activista universitaria del Comité Independiente de Solidaridad de los Caídos del 60, Roberta Campos Adame, aclaró que no podría haber un acto unitario con la administración central por los caídos del 60, mientras siga habiendo masacres de estudiantes y del pueblo en Guerrero.
Recordó los casos de El Charco (7 de junio de 1997), Aguas Blancas (28 de junio de 1995), e Iguala (26 de septiembre de 2014) “(Tampoco aceptamos) la simulación de parte de quienes dicen que luchan por mejores condiciones para Guerrero, al mismo tiempo hacen las cosas como les convenga”, reprochó.
Esta actividad simbólica comenzó con una misa a mediodía en la catedral de Santa María de la Asunción, seguida de una marcha por la avenida Guerrero hasta la Alameda, y el acto político en el centro de ese lugar donde debería haber 20 pilares, uno por cada víctima identificada del 30 de diciembre.
Ahí denunciaron que son 19, porque el Ayuntamiento de Chilpancingo derribó uno para abrir paso a un túnel.
En el acto de las corrientes políticas, el profesor Román Ibarra explicó que hicieron un evento alterno a la conmemoración oficial, para denunciar la corrupción del grupo Universidad Por Guerrero, donde están integrados los sindicatos y el grupo del rector anterior Saldaña Almazán, que sigue tomando decisiones, “éste (Romero Olea) nomás es un encargado”, dijo.
“No es posible esa confluencia de esos intereses, es una práctica política trasnochada, el corporativismo de gobiernos priistas que operó hasta los 80”.
De Alianza Sindical Independiente Bulmaro Pérez, consideró vergonzoso que autoridades estén frente al monumento de personas que dieron su vida por la universidad, “cuando se han encargado de destruir objetivos esenciales, no hay democracia en los sindicatos, la elección del Consejo Universitario está cuestionado, y los estudiantes no están presenten en la vida universitaria, los llamamos a levantar a cabeza y constituir a la FEUG.
El ex rector Ramón Reyes Carreto, afirmó que la UAG no tiene rumbo académico, sólo sigue las políticas de la SEP, de Conacyt, y lo que a nivel federal se implemente como evaluaciones, y el desempeño de los estudiantes es deficiente.
Entre otros oradores, participaron por Masas, Roberto Sotelo Alarcón y por Insurgencia Universitaria, Silvia Alemán Mundo, el sobreviviente y el integrante del Subcomité de Huelga del 60, Jorge Edgardo Alcaraz Vega.