Adalberto Valle Sánchez Los dirigentes municipales del PRI y PAN, Oscar Hernández Salgado y Andrés Castrejón Mendoza, criticaron al alcalde Alberto López Rosas luego de que anunció que renunciaría en caso de que proceda el juicio de desafuero contra el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.

“Eso es una falta de responsabilidad y de compromiso hacia los acapulqueños”, comentó el priísta, mientras que el panista la calificó como una postura “sumamente desafortunada”.

Oscar Hernández agregó que es una conducta poco inteligente, populista y de muy poca lealtad hacia la gente que votó por él para hacerlo alcalde.

“Creo que los problemas que se han generado en la ciudad de México no tienen nada que ver con el municipio de Acapulco, y desde luego que se me hace una falta de responsabilidad esa declaración”.

Señaló que a Alberto López Rosas lo eligieron los acapulqueños que confiaron en él. “No López Obrador”.

Por otro lado, Oscar Hernández dijo que “hay muchos acapulqueños que le aplaudirían que dejara el Ayuntamiento, porque no ha podido cumplir lo que dijo en campaña. Generó expectativas que no ha cumplido, por eso creo que muchos estarían de acuerdo con su renuncia”.

Por su parte, Andrés Castrejón mencionó que el tan anunciado “presidente inteligente ha dejado mucho que desear”, y dijo que el caso de Andrés Manuel López Obrador debe ser ajeno a Acapulco.

“Debemos dejar que la ley haga su trabajo, con libertad, sin presión, y que cada uno de los que tengan que comprobar su honestidad lo hagan en las instancias correspondientes. Creo que esa declaración (de Alberto López Rosas) es un desatino muy lamentable para el presidente inteligente que esperábamos”.

–¿Cómo puede afectar el conflicto entre el gobierno federal, que es panista, con el PRD nacional, su postura a favor de Zeferino Torreblanca para que sea el candidato perredista en Guerrero?

–Yo espero que no afecte. Los partidos políticos debemos tener mucha claridad en cuanto a los problemas de quienes ejercen el gobierno, no se debe mezclar con una causa partidista. No tienen porqué influir en el ánimo de la gente ni en los proyectos de partidos.