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Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Política  

La gente debe comer, vivir y curarse; es imposible que esté encerrada, dice el obispo

En la Iglesia católica hay más disciplina y orden que en los mercados o zócalos, insiste Salvador Rangel. Ya con el aval gubernamental, la catedral de Chilapa se abrió a los feligreses, pero ahora acatando medidas de higiene

Julio 13, 2020

Imagen de la catedral de Chilapa ayer en la principal misa de la una de la tarde oficiada por el obispo Salvador Rangel Foto: Luis Daniel Nava

Luis Daniel Nava / Jacob Morales Antonio

Chilapa / Chilpancingo

Es imposible que la gente este encerrada, tiene que comer, vivir y curarse, declaró el obispo Salvador Rangel en Chilapa, en el contexto de la apertura parcial de las actividades por la pandemia del coronavirus.
Dijo que en la Iglesia católica hay más disciplina y orden que en los mercados o zócalos, por lo que puede ser un ejemplo de cómo guardar las medidas de higiene para la sociedad.
Ya con el aval del gobierno estatal, este domingo, las puertas de la catedral de Chilapa abrieron al público, pero ahora acatando medidas de higiene.
En esta ocasión, a los más de 300 asistentes distribuidos en poco más de 100 bancas a lo largo y ancho del templo, se les aplicó gel antibacterial en la entrada y se les pidió el uso de cubrebocas.
La administración de la catedral también adquirió tapetes sanitizantes, colocados en las tres puertas. A las bancas se les colocó cinta adherible roja, para marcar con una cruz el espacio que tres personas debían ocupar.
En la celebración continuó el saludo de paz a distancia y la entrega de hostia en la mano en la comunión.
Consultado al final, el obispo Salvador Rangel informó que la Iglesia católica en Guerrero llegó a un acuerdo con el gobernador Héctor Astudillo, y con el director de Asuntos Religiosos, Luis Alberto Patrón Osorio, para la apertura paulatina de las iglesias con las medidas de sanidad.
“Es importante que se abran las iglesias, dentro de la Iglesia hay más disciplina, más orden. Ya ven cómo están los mercados, los zócalos, mucha gente que no guarda las medidas sanitarias y nosotros sí podemos ir guardando las medidas. Sería como un modelo, un ejemplo para las demás personas”.
Insistió en que la fe y la religión son esenciales para las personas, y no deben encasillarse en el semáforo rojo que prohíbe la práctica en templos.
Un reportero le dijo que en Chilapa hay personas que se rehúsan a salir con cubreboca y el obispo respondió que la gente anda confiada, que lo pudo comprobar en un acto masivo que encabezó recientemente.
Pero no precisó si fue en su visita a la comunidad de Mexcalzingo, en Chilapa el sábado, donde decenas de pobladores lo recibieron y hasta lo cargaron, según reportaron periodistas de la capital del estado.
“Yo acabo de tener un evento masivo y pues claro, la gente no usa cubrebocas. Está confiada en que no les va a pasar nada, saben que en ciertas zonas no ha llegado el coronavirus. Y es una exhortación que hago a todo el mundo, la pandemia no es ningún juego”.
Informó que en la Diócesis Chilpancingo-Chilapa cinco sacerdotes dieron positivo a Covid-19, pero que tres de ellos ya están dados de alta; entre ellos un padre de 80 años de edad y que dos más están en tratamiento médico.
Se le preguntó su postura sobre la advertencia del gobierno estatal, de que si la sociedad no toma las medidas sanitarias en la reapertura parcial de actividades, se volverán a restringir.
El prelado respaldó la advertencia, pero dijo que la gente no puede seguir confinada, por que su economía está destruida.

Asisten 80 a la misa en Chilpancingo

“Debemos ser conscientes que la gente no puede estar confinada siempre. No puede estar encerrada, porque una de las cosas más sensibles que se ha destruido es la economía. La gente tiene que comer, tiene que vivir, se tiene que curar. Es imposible que la gente este encerrada, confinada”, recalcó.
Pidió a los gobiernos estatal y federal que cambio de esto entregue subsidios a familias y reforzar una campaña masiva de normas sanitarias, en la apertura de las actividades.
En la segunda misa de domingo, que ofreció el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, casi llega los 80 asistentes en los espacios destinados a feligreses, quienes acataron las medidas sanitarias.
Las medidas para acceder fueron aplicadas con mayor rapidez por parte de los ayudantes. El domingo pasado, el uso de la pistola infrarroja para la toma de temperatura retardaba el acceso, así como la distribución de las personas dentro de la catedral la Asunción de María.
La misa comenzó puntual a las 7 de la noche. En la puerta había los dos cubrebocas y el par de guantes, en caso de que alguien llegara sin el tapabocas, pero no fueron utilizados. Según los propios asistentes, faltaron seis personas para llenar la iglesia a su máxima capacidad en la nueva normalidad.
En su homilía el obispo pidió que la lluvia llegue a los campos, para que los campesinos tengan una buena cosecha, que la pandemia de la Covid-19 termine y que a paz y la tranquilidad en el estado prospere.
También pidió por aquellos que trabajan en el sector Salud, para que queden libres del virus y sigan realizando su labor de salvar vida. Durante la celebración había dos personas por banca, una en cada esquina, al término de la misa, todos salieron en orden y respetando la distancia.