* No es descabellado tratar de modernizar una ley para el bien de Acapulco, argumenta

Nelly Bello * Para evitar el uso discrecional de recursos asignados de forma general en el Presupuesto de Egresos por parte del gobierno estatal priísta que encabeza René Juárez Cisneros, la Contaduría Mayor de Hacienda “debería transparentar la forma de distribución”, consideró el alcalde Zeferino Torreblanca Galindo.

En entrevista, celebró la actitud de los diputados locales de PRD, PRS y PAN al abstenerse de votar el Presupuesto de Egresos, pues “me parece que los diputados están en su papel; si es que hay desviaciones que lo anuncien y lo hagan del conocimiento de la sociedad”.

Entrevistado luego de un recorrido por comunidades de los distritos locales 13 y 17, donde inauguró calles con una inversión de un millón 500 mil pesos, el alcalde consideró que la prórroga indefinida para la aprobación de las iniciativas de ley fiscal que envió el Cabildo de Acapulco al Congreso del Estado afecta directamente a los acapulqueños.

Señaló: “No creo descabellado que queramos una sindicatura del contribuyente, donde haya justicia de ventanilla; no es descabellada la restructuración de una ley obsoleta, que lo único que pretende es eficientar la administración tributaria (para) no caer en la alcabala y la exacción”, pero “si les parece descabellado que estemos tratando de modernizar una ley para el bien de Acapulco, los legisladores tienen de su lado el balón ahora; nosotros proponemos y ellos disponen, como dijo el presidente de la República”.

Llamó a los legisladores locales a actuar con responsabilidad y sensibilidad, pues las iniciativas pretenden dejar “bases firmes” para la siguiente administración, “sea quien sea”.

Refrendó su respeto al Congreso, pero reiteró su postura de gobierno de avanzada, que “demuestra que con leyes transparentes y claras el ciudadano podrá cumplir más con su tarea”.

Sobre el calificativo de inconstitucional que endilgó a las iniciativas acapulqueñas el presidente de la comisión de Hacienda, el diputado priísta Abel Echeverría, el alcalde dijo que “no creo que corresponda al Congreso calificar como inconstitucional, porque no es el Poder Judicial. Me parece que si es inconstitucional le corresponderá a los ciudadanos”.

Reiteró que se trata de una ley bondadosa que se adapta a las circunstancias actuales para que los ciudadanos puedan cumplir mejor e incrementar el número de contribuyentes, y para evitar situaciones desventajosas para la autoridad municipal, como el caso de los giros rojos, cuyos empresarios se amparan y evitan la aplicación de las leyes del municipio. “No hay propuestas descabelladas ni que pretendan afectar más a los ciudadanos. Está claro, y espero que haya conciencia de los diputados”, dijo.

La Ley de Ingresos federal, “la misma gata, revolcada”

Torreblanca Galindo opinó además sobre la recién aprobada Ley de Ingresos federal y el Presupuesto de Egresos de la federación. Dijo que se trata de una miscelánea fiscal que “no cumple las expectativas de muchos años, de la población”.

Recordó que como cuando él fue diputado federal “insistimos en tener una reforma integral, que es lo que demanda la sociedad, que ofrecieron las fuerzas políticas, pero que finalmente se convirtió en una reforma fiscal que parece una especie de híbrido o una reforma ecléctica, donde toman parte el PRD, el PRI, el PAN y los diferentes partidos y los meten en una postura recaudatoria, en la que le da gusto a un partido y otro”.

Añadió: “Entiendo el esfuerzo de los diputados y que estamos en etapa de aprendizaje, pero salió lo mismo; es un híbrido que consigue un propósito recaudador, de cobrar. Nos guste o no, la población toma refrescos y sigue consumiendo cigarros. Sólo se trató de una lectura política”.

Agregó: “Hubiera sido lo mismo, pero parece que era una lectura nociva para la población cobrar IVA en los pasquines, revistas pornográficas o en los libros que no educan, y dejar una serie de libros exentos. Hubiera sido lo mismo cobrar IVA en algunas medicinas que no son para la salud pública de las clases populares, como los reductores de peso. Como hubiera sido lo mismo cobrar IVA, como en otros tiempos a los artículos suntuarios. Una recaudación para regresarla en servicios para la población”.

Consideró que en la mente de los diputados federales estaba más el impacto político, pues “le tuvieron miedo a cobrar IVA”, por lo que la lectura que dan ahora es que “no gravamos los frijoles, el chile, los huevos, pero te voy a gravar el refresco y otras cosas. Finalmente es recaudatoria y se llega a la conclusión de que necesitamos dinero; si no pagamos impuestos no podemos cumplir”.

Finalizró: “Sí hay que meter más contribuyentes, pero fue lo mismo, sólo que cambiado; la misma gata, sólo revolcada. Parecía un tabú hablar del IVA porque la lectura política a la población sería negativa. Finalmente vamos a pagar más, no hay de otra, hay que pagar impuestos, porque de inventos no se puede dar servicios a la población”.