El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, convocó a los maestros a buscar el diálogo para la solución de sus inconformidades, de forma que se eviten bloqueos y movilizaciones que afecten a terceros.
El prelado católico consideró que es importe que se reglamenten actividades como el Acamoto, para que no se conviertan en una inconformidad para muchos de los habitantes del municipio.
En un comunicado, el arzobispo reiteró su llamado a las autoridades y a la población a generar una cultura de la prevención ante fenómenos naturales. Aseguró que siguen sin aprenderse las lecciones, después de las inundaciones y daños provocados por los diferentes fenómenos.
En conferencia de prensa, consultado en relación con las manifestaciones de los maestros integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), por la suspensión del pago a quienes no asistieron al examen de evaluación y en contra de la reforma educativa, el arzobispo convocó a priorizar el diálogo.
“El mejor camino es que se busque el diálogo entre las autoridades y los que están afectados, ojalá que los mismos maestros puedan insistir y buscar las formas de diálogo con las autoridades, para resolver todas sus inconformidades y descontentos”, indicó el prelado católico.
Expuso que “todos sabemos el grave daño” que provoca el descontento social, lo cual dijo hace que “muchas” personas vean con apatía a los maestros, en lugar de apoyarlos. Por eso, reiteró que se debe de buscar el diálogo, para no afectar a terceras personas, “para que todo mundo pueda responder en su compromiso con la sociedad”.
Ante las quejas de los ciudadanos por la reunión de motociclistas que se realizó del jueves al sábado en Acapulco, Garfias Merlos expuso que cualquier actividad es válida, “pero siempre debidamente reglamentada y con las medidas de orden puestas por las autoridades”.
Añadió que los excesos dañan a todas las personas, directa e indirectamente, por eso insistió en que debe de reglamentarse para que esta reunión anual en Acapulco no se convierta en una inconformidad para “muchos de los habitantes”, y que sea de beneficio para el puerto, “si no, habrá siempre descontento”.
El arzobispo insistió, ante la iniciativa entregada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para legalizar los matrimonios igualitarios, que la Iglesia siempre estará en desacuerdo con los matrimonios que no sean entre hombre y mujer. Y reiteró que la aprobación de la ley es responsabilidad del poder legislativo, por lo que debe consultar a la sociedad y decidir no de acuerdo con intereses particulares, sino a la naturaleza del ser humano y sus principios fundamentales.
En el comunicado semanal, el arzobispo se refirió nuevamente a la vulnerabilidad en la que se encuentra Acapulco, ante los fenómenos naturales como huracanes y sismos, por lo que reiteró a su llamado a las autoridades y a la población, para promover la cultura de la prevención y estar preparados ante cualquier desastre natural.
“Yo creo que es muy importante una cultura de la prevención y por eso menciono el tema de Paulina, porque pareciera que no se logra aprender la lección, hace tres años tuvimos el tema de Manuel y sigue la lección sin aprenderse, que tenemos que prevenir. Una cultura de la prevención implica, desde reubicar a muchas personas que viven en zonas de alto riesgo, a prevenirse para que no tengamos daños y pérdidas materiales”, sentenció.