EL-SUR

Lunes 21 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Política  

Pide viuda de Alejandro Arcos a ciudadanos asumir su bandera de paz, en masiva despedida

Gritos de “justicia” en su cortejo y en la llegada del cuerpo a la Catedral de la Asunción de María, donde se le rindió una misa de cuerpo presente. Chilpancingo “alberga la esperanza de la paz con justicia y duradera”, dice el párroco Benito Cuenca Mayo durante la ceremonia

Octubre 08, 2024

La viuda de Alejandro Arcos, Sandra Solís Peralta, recibe condolencias en la iglesia de la Santa Cruz Foto: José Luis de la Cruz

Alina Navarrete Fernández

Chilpancingo

Eran las 2:20 de la tarde cuando el cortejo fúnebre del alcalde Alejandro Arcos Catalán partió de la Iglesia de la Santa Cruz rumbo a la Catedral de la Asunción de María. El cielo estaba nublado y en las calles se escuchó un estruendo, pero no llovía. Eran aplausos, porras y el eco del grito unísono: “Justicia, justicia, justicia”.
Más de tres mil personas se reunieron en el Zócalo para despedir al alcalde. Antes, la familia de Alejandro Arcos fue acompañada por decenas de simpatizantes, actores políticos y vecinos de distintas colonias en el velorio público, donde el ataúd estaba abierto.
El ex gobernador Héctor Astudillo Flores, el ex candidato al Senado por Movimiento Ciudadano (MC), Mario Moreno Arcos, los ex dirigentes del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, y del PRD, Ricardo Barrientos Ríos; las diputadas locales Beatriz Vélez Núñez del PRI e Irene Montiel Servin del PAN y el coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, Robell Urióstegui Patiño, acudieron a dar su pésame a los familiares.
También el presidente del PRD Guerrero, Mario Ruiz Valencia; el ex alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre; los ex diputados locales, Héctor Vicario Castrejón, Héctor Apreza Patrón y Gabriela Bernal Reséndiz por el PRI, y Carlos Reyes Torres, Patricia Doroteo Calderón y Erika Isabel Guillén Román (con licencia) por el PRD.
Así como los morenistas Iván Galindez Díaz y Asunción Martínez Ortiz; el representante del PRI ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, Manuel Saavedra Chávez; el dirigente estatal del PAN, Eloy Salmerón Díaz; el emecista Víctor Manuel Martínez Toledo; el exsecretario de Finanzas y Administración Estatal, Tulio Pérez Calvo; el subsecretario de Desarrollo Político y Social, Francisco Rodríguez Cisneros, y Gustavo Alarcón Herrera, suplente de Alejandro Arcos.
Los funerales fueron resguardados por agentes de la Policía Estatal, Policía Municipal y Guardia Nacional. También se observó a personal de seguridad, aparentemente privada, que vigiló de cerca a la familia del presidente.
El velorio comenzó a la 1 de la madrugada en la Iglesia de la Santa Cruz. Ahí se oficiaron dos misas, una a las 7 de la mañana y otra más que estaba programada a las 11, pero inició alrededor del mediodía, debido a que las personas seguían formándose para despedirse de Alejandro Arcos.
Mujeres y hombres besaron el ataúd. Algunos incluso persignaban al alcalde o formaban una cruz con una rosa blanca bañada en agua bendita. También hubo quienes se acercaron con celular en mano para tomar fotografías y videos de su cuerpo.
Un vecino de la colonia Renacimiento reclamó la falta de eficacia del gobierno de Evelyn Salgado Pineda y se dispuso a dar un discurso, indignado por el asesinato, pero la familia le pidió que no lo hiciera. No era el momento.
Cuando terminó la segunda misa, el sobreviviente del movimiento de 1960 y tío de Arcos Catalán, Constantino Salmerón Catalán, dio un mensaje a nombre de la familia en el que expresó que el alcalde “viendo un pueblo que está deshaciéndose, como es el municipio de Chilpancingo, hoy ha pagado con su vida porque sus proyectos eran grandes”.
“Lástima que en el estado no haya seguridad y véanlo, cuántos funcionarios (asesinados) y, sobre todo, Alejandro… Chilpancingo siempre será de él”.
Constantino Salmerón pidió un aplauso para el alcalde que retumbó dentro y fuera de la Iglesia, acompañado de la demanda de justicia de los dolientes.

El cortejo

En el trayecto hacia la Catedral, al cortejo fúnebre se sumaron un mariachi, los tlacololeros de San Mateo y decenas de personas que corearon las mismas porras que acompañaron a Alejandro Arcos durante su campaña electoral.
“Alejandro, papucho, Chilpancingo te quiere mucho”, “Yo sí le voy, le voy a Alejandro” y “Alejandro presidente porque lo quiere la gente”, se escuchaba a la par de canciones populares como Amor eterno y El Rey.
Las personas que no se sumaron al cortejo observaron su paso desde sus casas y negocios, asomándose por las ventanas o saliendo a la banqueta para tirar confeti, pétalos de rosas y sumarse a la ola de aplausos.
El cortejo se detuvo primero en el Centro de Salud Dr. Guillermo Soberón Acevedo, después frente a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero y por último, en el edificio Vicente Guerrero. En esos puntos, aumentaron los gritos de “justicia”.
Al llegar al Zócalo, los comerciantes también aplaudieron, algunos decían “hasta siempre, presidente”.
La última misa era a las 3 de la tarde, pero para entonces la Catedral ya estaba a su máxima capacidad. Sólo se respetaron las bancas de la primera fila para los familiares. El cuerpo de Alejandro Arcos fue vitoreado a su llegada.

Llama párroco a la unidad para construir la paz

El párroco Benito Cuenca Mayo ofició la misa en la Catedral que inició dando su pésame a la familia del alcalde y, a nombre del obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, llamó a la ciudadanía a sumarse a la jornada de oración y ayuno por la paz, a la que convocó el Papa Francisco.
Antes de la eucaristía, Benito Cuenca expresó que “Chilpancingo, el municipio, alberga la esperanza de la paz con justicia y duradera”.
Señaló que es lamentable despedir al presidente a unos días de que asumiera el gobierno municipal y llamó a los tres niveles de gobierno a que “unamos fuerzas para construir en Chilpancingo una paz con justicia y duradera”.
Después de la misa, las miles de personas que se encontraban afuera formaron una valla humana desde la Catedral hasta el acceso principal del Ayuntamiento, frente al cual familiares y amigos del alcalde cargaron el ataúd para despedirlo.
Minutos antes, una parvada de palomas giró en espiral alrededor de la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac. Para los chilpancinguenses fue una señal: la paloma es símbolo de paz y la paz, fue la promesa del alcalde.

“Hoy, perdí a mi padre”: hijo de Alejandro

Las miles de personas que acompañaron al alcalde en su despedida en el Zócalo se dispersaron cuando el cortejo fúnebre partió, esta vez en vehículos, hacia el Parque Cementerio La Paz. Sólo unas 200 personas llegaron hasta ese lugar, la última morada de Alejandro Arcos.
Ahí, por primera vez, Sandra Solís Peralta, viuda del alcalde, se dirigió a familiares, amigos, pero sobre todo a la ciudadanía.
“Hoy, sin duda, Chilpancingo vive un gran luto, hoy, sin duda, nuestros corazones se sienten apagados y apachurrados, desconcertados… Alex siempre fue un hombre de fe, un hombre de amor, un hombre de unidad, un hombre de paz, un hombre luchador”.
Contó que, desde que conoció al presidente, “abracé cada paso que él daba, sin sentirme obligada, porque sólo de ver cómo su entrega era de tanto amor, lo abracé así”.
Pidió no sentir tristeza y se dijo fortalecida por las muestras de apoyo, agradeció a los chilpancinguenses “porque gracias a ustedes él pudo cumplir muchos sueños y uno de ellos era llegar a ser presidente, el mejor presidente que haya tenido Chilpancingo”.
“Amor mío, hoy alzamos la voz para que hoy, en tu honor, Chilpancingo siga renaciendo, en sus hogares, se los pido, se los imploro, que él, la bandera de paz que traía, la asumamos propia, que hoy su legado se extienda”.
También llamó a practicar la unidad, el amor y la paz, “porque sólo así saldremos adelante”; a su esposo, a Alejandro, le expresó: “este proyecto es de todos y entregaste alma, corazón y vida”.
Cuando Sandra Solís terminó de hablar y ante la mirada atónita de los asistentes que de inmediato se quebraron, Alejandro Arcos Solís, el hijo del alcalde, pasó al frente a dar un mensaje.
“Hoy, perdí a mi padre, al que más amaba en mi vida, hoy lo extraño con todo mi corazón, lo amo tanto y yo siempre le decía ‘papá, no quiero que te mueras’, y ahora lo extraño con todo mi corazón, sólo quiero decir: papá, te amo y siempre estaremos juntos, gracias”.
Los asistentes aplaudieron el valor del niño, mientras que Sandra Solís lo abrazó al tiempo que decía cerca del micrófono “siempre juntos” y el pequeño respondió: “siempre”.