El secretario de Salud, José Narro Robles, insistió en que se debe concluir el proceso de legalización de la mariguana para seguir con el caso de la amapola, porque esa es la alternativa para cambiar el paradigma de prohibición por prevención y de criminalización por atención y de seguridad por salud.
“Este es un camino largo que apenas estamos empezando a recorrer”, dijo.
Narro Robles se unió al llamado que hizo el gobernador Héctor Astudillo Flores durante su mensaje en la inauguración del 18 Congreso Internacional en Adicciones, de que antes de que finalice el año el Congreso de la Unión apruebe el uso de la mariguana con fines medicinales.
Abundó que en los últimos dos años se ha avanzado “muchísimo” en ofrecer medicamentos derivados de la amapola para enfermos terminales para mejorar su calidad de vida, también en cirugía.
Recordó que en psiquiatría se usan sustancias opiáceas que controladas son benéficas, pero que descontroladas generan adicciones.
El uso médico de la amapola  “tiene que ser el camino o uno de los caminos, no el único, pero tenemos que verlo”, dijo, pero se debe pensar en las posibilidades que hay para los enfermos y avanzar en esa dirección.
José Narro instó a avanzar en el combate a las adicciones con el “enfoque” que ha dado el presidente Enrique Peña Nieto, que ha desaparecido el término guerra y se trabaja en coordinación para “contener” a los grupos que generan violencia e inseguridad, mismo que debe profundizarse.
Señaló que en el país hay miles de muertes producto de adicciones legales, como el tabaco y el alcohol, y por eso se debe avanzar en las posibilidades medicinales que proveen otras sustancias.
José Narro informó que en las autoridades de Salud hay preocupación porque se ha incrementado el consumo de drogas y ha disminuido la edad de inicio, situación que debe preocupar a todos, funcionarios y sociedad.
Agregó que en la prevención se debe involucrar a la familia, los maestros, centros de trabajo y organizaciones sociales, porque los efectos de quien consume drogas no sólo afectan al individuo sino que se extienden en lo familiar, escolar, laboral, “tiene repercusiones múltiples, afecta a la sociedad”.
El secretario de Salud precisó que la edad en que los menores empiezan con el consumo de drogas va de los 10 a los 14 años y de adolescentes entre 14 y 19 años.
“Con cualquier sustancia, el inicio mas temprano implica mayores posibilidades de tener efectos muy negativos sobre la salud, en el caso de la mariguana, por ejemplo, con el rendimiento escolar, con afectación a la personalidad, con otro tipo de problemas”, alertó.
Sobre el recorte presupuestal en el 2017, Narro Robles indicó que en la Secretaría de Salud trabajan en hacer los ajustes para que no se afecte a los estados ni los programas.