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Sábado 29 de Junio de 2024

Guerrero, México

Política  

Sánchez Barrios, cuatro meses para recuperarse y tres meses de precampaña

 Atrás quedó la indisciplina y la única aparente disidencia priísta a la designación de Héctor Astudillo como el candidato, rebeldía que aplacó el gobernador René Juárez Cisneros al devolverle la presidencia de la Comisión de Gobierno  Cuatro meses y medio duró el proceso de recuperación del diputado local Carlos Sánchez Barrios, tras el grave accidente … Continúa leyendo Sánchez Barrios, cuatro meses para recuperarse y tres meses de precampaña

Marzo 31, 2004

 Atrás quedó la indisciplina y la única aparente disidencia priísta a la designación de Héctor Astudillo como el candidato, rebeldía que aplacó el gobernador René Juárez Cisneros al devolverle la presidencia de la Comisión de Gobierno

 Cuatro meses y medio duró el proceso de recuperación del diputado local Carlos Sánchez Barrios, tras el grave accidente que sufrió el 2 de julio del año pasado, y tres meses su precampaña como aspirante a candidato del PRI a gobernador del estado, a la que impuso el tinte de rebeldía.

Reincorporado este lunes como líder de la fracción de diputados del PRI, y presidente de la Comisión de Gobierno, atrás quedó la indisciplina y la única aparente disidencia priísta a la designación del senador Héctor Astudillo como el candidato priísta al gobierno estatal, rebeldía que aplacó quien siempre ha estado detrás de la carrera política del legislador, el gobernador René Juárez Cisneros.

Colgados en el camino quedaron sus huestes, beligerantes en su defensa y con la amenaza de poner pies fuera del PRI, entre ellos los alcaldes de Mochitlán, Isaías López Sánchez; de Eduardo Neri, Bertín Sánchez, y de Tlalixtaquilla, Sofío Ramírez, así como el subsecretario para Asuntos Indígenas, Alvaro Leyva Reyes. En el breve periodo de rebeldía, con etiqueta de traidores quedaron sus ex compañeros Marco Antonio Leyva, secretario técnico del PRI, y el diputado local Alvis Gallardo Carmona.

Bastó el amago de pasarse al partido Convergencia, este domingo, para que el gobernador René Juárez asumiera la tarea de convencer a Sánchez Barrios de dejar la rebeldía y sumarse a la campaña de Astudillo, lo que implicaba devolverle la presidencia de la Comisión de Gobierno. La “guerra” contra el PRI, como advirtió este domingo el alcalde Bertín Sánchez, primo de Sánchez Barrios, fue sólo de papel y sofocada tempranamente.

Atrás quedaron los desaires a Héctor Astudillo y al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, quienes intentaron convencerlo de aceptar la decisión asumida por los cabezas de grupo, de designar como el candidato de unidad al primero. Atrás los huevazos a Figueroa Alcocer y los esporádicos actos de precampaña del diputado local, quien a pesar de su reincorporación a la política sigue dejando dudas sobre su estado de salud, que sigue siendo delicado, según trasciende.

El 26 de diciembre, tras meses de rehabilitación, Sánchez Barrios hizo su reaparición pública en una misa de acción de gracias en su natal Zumpango, acto en el cual fue acompañado por su esposa Martha García, misma que le acompañaría en los recorridos que hizo en los meses siguientes por el estado. Se le vio con dificultades para hablar y caminar.

Habló poco. Luego, ofreció una comida en su casa a la que acudieron unas 500 personas, entre familiares, amigos, simpatizantes.

Antes, en el pórtico de la iglesia, Carlos Sánchez tomó el micrófono y con una voz pausada y con dificultades para hablar agradeció a los presentes su asistencia a la misa y a “Dios, por dejarme vivir después del accidente que tuve en La Montaña”.

Agregó: “Tengo limitaciones pero sé que las voy a superar con el favor de Dios, y espero que muy pronto pueda reanudar mis actividades en el Congreso con toda mi capacidad. Tengo dificultades pero todas superables, lo vamos a lograr”, señaló, provocando la euforia de sus simpatizantes que lo vitoreaban.

–¿Tiene confianza en que se va a recuperar?– se le preguntó.

–Claro, tengo confianza en que puedo superar todas las dificultades.

–¿Quiere todavía ser gobernador?

–Claro ¿quién lo duda? –dijo ya en el umbral de su casa.

El 5 de febrero ofreció una comida a los reporteros, también en Zumpango –el tradicional de las festividades de la Candelaria- donde dijo ya estar listo para buscar la candidatura del PRI al gobierno del estado. Político de poco brillo, basaba su aspiración sobre todo en su amistad con el gobernador René Juárez, de quien ha sido colaborador en los más de 20 años de carrera política de éste.

En su precampaña, Sánchez Barrios se distanció del PRI y de la línea del gobernador, cuando a mediados de enero había mensajes desde Casa Guerrero de que Juárez Cisneros apoyaría una candidatura de unidad a favor de Héctor Astudillo. El 19 de enero incluso anunció que se opondría a una eventual candidatura de unidad, y demandó que el candidato priísta se eligiera en una consulta interna.

El sábado 28 de febrero, no obstante, asistió a una comida de unidad en Huitizuco, donde se aprovechó un acto de homenaje luctuoso a los Figueroa para enviar el mensaje a los priístas de que el grupo presidido por el ex gobernador, y cuya carta al gobierno estatal era el senador Héctor Vicario, apoyaría una candidatura de unidad a favor de Astudillo.

Sin embargo, Sánchez Barrios ignoraría el compromiso político tomado en corto con el gobernador René Juárez y los jefes políticos priístas, y proseguiría su recampaña aduciendo que el acuerdo fue sólo mantener la unidad priísta.

El martes 2 estuvo en Acapulco, donde inauguró una casa de precampaña, y afirmó que seguiría en la contienda y regresaría a la diputación y a la presidencia de gobierno. Dos días después anunció que desconocería el acuerdo del Congreso estatal, que se efectuaría el 14 de marzo, en donde se decidió elegir al candidato priísta en convención de delegados. Luego, no se registraría como precandidato, dejando solo el espacio a Astudillo –previas declinaciones de otros aspirantes–, y amagó con salir del PRI o ser candidato independiente.

Pero Sánchez Barrios, un funcionario discreto siempre detrás de Juárez Cisneros, y con escaso fogueo como político, terminó por ser convencido por René Juárez –en su papel de primer priísta– de incorporarse a la presidencia de la Comisión de Gobierno y abandonar una disidencia que en su vida política le era desconocida. Sánchez Barrios prometió que no levantaría la mano a Astudillo. Quizá no lo haga, quizá con dejar la efímera oposición le baste al priísmo.