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Sábado 28 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Política  

Se mantendrán focos de pobreza extrema en el sur, prevé Federico Reyes Heroles

* Esboza ante banqueros el México del futuro  Aurelio Peláez * El escritor y politólogo Federico Reyes Heroles hizo ayer para los directivos de la banca en el país, reunidos en este puerto en la Convención Nacional Bancaria, un ejercicio de cómo sería México en el futuro. A la par de la conversión de la … Continúa leyendo Se mantendrán focos de pobreza extrema en el sur, prevé Federico Reyes Heroles

Marzo 20, 2004

* Esboza ante banqueros el México del futuro

 Aurelio Peláez * El escritor y politólogo Federico Reyes Heroles hizo ayer para los directivos de la banca en el país, reunidos en este puerto en la Convención Nacional Bancaria, un ejercicio de cómo sería México en el futuro. A la par de la conversión de la moneda usual en dinero electrónico, advierte de un México que permanecerá: “Habrá focos de pobreza extrema en las entidades del sur con población indígena, que será una proporción muy pequeña; digamos el 5 por ciento del total. Miseria explicable –en parte–por las altas tasas de crecimiento demográfico de las zonas serranas y por la marginación”.

A continuación, una parte del ejercicio de futuro realizado por Reyes Heroles:

Dentro de 25 años, para cuando los nietos de algunos de los presentes estén dejando la universidad, México tendrá alrededor de unos 135 millones de habitantes.

Si hacemos las cosas bien, como es nuestro deseo, México podría ser una potencia media con un ingreso per cápita digamos 2 y media veces del actual. El mundo será otro.

De seguir las tendencias, las principales economías del mundo serán las de Estados Unidos, China, India, Japón, Rusia. Brasil, con unos 250 millones de habitantes, peleará su lugar. De los cien principales centros de decisión económica del mundo, alrededor de 75 serán grandes empresas supranacionales.

Si hacemos las cosas bien, México será un país urbano casi en su totalidad, de clases de ingresos medios, con un nivel de escolaridad de casi 14 años. Sin embargo, el promedio de sus socios comerciales será, para entonces, muy superior al nuestro.

Raro será el que no viva de su propia iniciativa, ya sea en una empresa de otros o en una propia. Las actividades económicas del Estado serán centralmente regulatorias y no propietarias. La regulación de los mercados, sin embargo, requiere del Estado. Luego, más mercados y más Estados.

Las operaciones en efectivo serán excepcionales en la vida cotidiana y, en todo caso, de montos pequeños. Las operaciones mayores en efectivo generarán sospecha y recordarán la terrible época en la que el narco era capaz de controlar y comprar elecciones. Y por ahí, países enteros.

La moneda será cada día un referente más virtual; el dólar, el yuan, el euro, el yen se pelearán los ahorros internacionales.

Las monedas nacionales serán cada vez más escasas; la moneda de uso más común será la electrónica, sustentada en identificaciones personales con 20 controles desde la antiquísima tarjeta de crédito para los consumidores internacionales, hasta el chip interno o externo. Eso será optativo.

La gran mayoría de las operaciones, tanto empresariales como personales, serán también vía electrónica; individuos y empresas seleccionarán sus servicios de nómina, de control contable y auditoría, de pago fiscal y administración de pensiones a través de instituciones financieras integradas por grupos multinacionales.

Muchos de los sistemas de pagos estarán garantizados por instituciones financieras globales. Las irregularidades o debilidades serán detectadas en paneles regionales, monitoreadas internacionalmente; será cuestión de minutos. Las sucursales bancarias serán cada vez más escasas y estarán vacías la mayor parte del día. Pero la vida cotidiana estará abrazada totalmente de relaciones con la Banca. Se confirmará una vez más el papel de agente civilizatorio de la misma.

En ese país, México, la eficiencia bancaria será la clave para empresas e individuos, vigilar la solidez de las instituciones será una labor nacional e internacional. Las reglas de prudencia como las llama Jack Chattaleu, serán mundiales.

En ese país que veo próspero, aunque habrá llegado tarde a su cita con la modernidad, incidir en el no pago será de alto riesgo, pues el crédito personal o empresarial, estará incorporado como opción cotidiana, obligada para lograr éxito en las actividades económicas.

En ese país, México, las viejas consignas de Benjamín Franklin, serán un credo popular. Desconfía del que despilfarra porque no conoce el valor del dinero; desconfía del que lleva mucho en efectivo, porque no está invirtiendo; desconfía del que no paga, porque algún día podría ser tu socio.