Con grandes actuaciones del quarterback Mac Jones y el receptor abierto DeVonta Smith, Alabama destrozó 52-24 a Ohio State y se coronó campeón nacional de la NCAA.
Hasta esta noche, Ohio State nunca había permitido 45 o más puntos en un juego de campeonato nacional.
Jones lanzó para 464 yardas y 5 anotaciones, 3 de esos envíos de touchdown fueron para DeVonta, ganador del Trofeo Heisman, y quien fue indefendible con 12 recepciones para 215 yardas por aire en tan solo dos cuartos.
De hecho, Smith no puso mayores números ya que dejó el duelo al inicio del tercer cuarto con una lesión en el dedo índice de la mano derecha.
De acuerdo a reportes, el receptor abierto de Alabama se habría dislocado el dedo.
A pesar de eso, Smith rompió las marcas de recepciones para una Final colegial con 12 recepciones, sólo en la primera mitad.
En 2018, ante la Final ante Georgia, DeVonta sólo tuvo una recepción, pero fue la del touchdown ganador.
Por si fuera poco, el corredor de Alabama, Najae Harris, culminó con 158 yardas totales y 3 anotaciones.
La historia fue muy diferente para el quarterback de Ohio State Justin Fields, quien apenas completó 16 de 31 intentos para 194 yardas y una anotación.
Con este resultado, Alabama se convierte en el primer equipo, desde 1936, en ganar seis títulos nacionales en 12 temporadas.
El entrenador en jefe Nick Saban ya suma siete campeonatos nacionales en la NCAA, seis de ellos con la Marea Roja.
Además, el Crimson Tide igualó su mayor margen en una Final nacional, la cual era de 28 puntos ante Notre Dame, justo en el mismo estadio, en enero de 2013.