Jaime Ugarte / Agencia Reforma

Ciudad de México

La Máquina carburó con intensidad y pegó primero en Semifinales.
Cruz Azul no dejó dudas en su visita a Monterrey, al sacar un triunfo de 1-0 en la ida de Semifinales.
Los dirigidos por Martín Anselmi hicieron ver mal al equipo de Fernando Ortiz, que para muchos partía como amplio favorito en la serie.
¿Cómo imponer condiciones ante la plantilla más cara del futbol mexicano?
Esos 95 millones de euros que Rayados presume en su plantel no siempre se reflejan en la cancha, siendo anulados por un planteamiento casi impecable de una Máquina que, con un valor de prácticamente la mitad (48 mde), por momentos hizo parecer que la diferencia era de cero.
Ni la baja del defensor Willer Ditta, quien sufrió una molestia muscular, impidió que los cementeros lucieran línea por línea, adueñándose del balón, generando peligro y manteniendo a raya a la ofensiva local, sobre todo en un primer tiempo donde rozó la perfección.
Rodolfo Rotondi fue la clave, acostumbrado a jugar por dentro pero posicionado ayer como carrilero, desde donde colaboró constantemente con sacrificio defensivo y presencia al ataque.
El argentino no se cansó de recorrer por esa banda y tuvo recompensa, encontró el balón en las afueras del área para rematar de derecha y clavar el único gol del cotejo, al 33’.
Los Rayados, irreconocibles en la primera mitad, no podían hacerlo peor en el complemento, en el que ajustaron con sustituciones y presionando más alto.
Entre las modificaciones y un Cruz Azul que cedió la iniciativa, las circunstancias se emparejaron.
Monterrey tuvo para igualarlo en los pies de Brandon Vázquez pero La Máquina también pudo aumentar su ventaja con un remate con la cabeza de Alexis Gutiérrez, ambos poco certeros.
Rayados terminó con solo tres disparos a portería y ahora tendrá que hacer mucho más si quiere darle vuelta a una eliminatoria encaminada para un Cruz Azul que, cerrando en el Estadio de la Ciudad de los Deportes, puede empatar o hasta perder por un gol y aún así llevarse el pase a la disputa final por el título.

Aplica Anselmi jugada maestra

Invente, Anselmi, invente.
Las críticas a los técnicos que “experimentan” o quieren sorprender con ajustes tácticos o de nombres en las alineaciones en los momentos cruciales de un torneo son frecuentes porque generalmente no funcionan, pero ayer Martín Anselmi fue una de las excepciones a la regla.
Cruz Azul había encontrado más equilibrio y fortaleza defensiva en los últimos juegos de la Fase de Clasificación y en Cuartos de Final ante Pumas jugando con Camilo Cándido como carrilero, aprovechando su conocimiento de la posición, y con Rodolfo Rotondi interiorizando para aparecer como un extremo o por momentos como delantero centro.
Antes del encuentro en la Sultana del Norte la lógica marcaba que, ante un plantel tan poderoso y con tantas armas ofensivas como el de Rayados, lo más fácil era repetir lo que hasta ahora venía funcionando.
Pero el estratega celeste volvió a dar una de esas recurrentes sorpresas a las que acostumbró en el Clausura 2024, con Ignacio Rivero de central, Carlos Salcedo de contención o Uriel Antuna de “9”.
Anselmi propuso un juego agresivo en el primer tiempo con Rotondi como su principal estandarte y como esa variante táctica que tal vez dejó descolocado al planteamiento de Fernando Ortiz.
El argentino fue primordial para la constante presión, recuperación y dominio de balón que los celestes consiguieron, la cual les dio una victoria que ayer, en gran medida, vino desde el banquillo.