Yarek Gayosso / Agencia Reforma

Guadalajara

Nació en Venezuela, representa a España, pero México le sienta muy bien.
Y así lo reconoce Garbiñe Muguruza, quien anoche se consagró como la campeona del AKRON WTA Finals, convirtiéndose en la primera española que gana el torneo que distingue a la mejor tenista de la temporada y que le vale ser reconocida como maestra.
“Gracias a mi equipo (…) por estar a mi lado, y al público (mexicano) que me ha dado la vida. No sé qué tiene México que me emociono”, reconoció Muguruza tras su conquista.
Pareciera que Garbiñe estaba destinada a levantar este trofeo, ya que nació en 1993, año en que la última jugadora ibérica llegó a la Final de este certamen, cuando Arantxa Sánchez Vicario cayó ante la alemana Steffi Graf.
La española saltó a la cancha del Estadio AKRON de Tenis con el jersey de la Selección Mexicana de Futbol, su cábala en la Perla Tapatía, y con la que conquistó al público para irle “ganando” a su rival, Anett Kontaveit.
Garbiñe ejerció su veteranía y palmarés –ahora ya con 10 títulos, 2 de ellos de Grand Slam, a cuestas–, para superar 6-3 y 7-5 a la estonia Kontaveit.
Muguruza se unió a Manolo Orantes (1976) y Alex Corretja (1998) como los tres únicos españoles que han conquistado los torneos que premian a lo mejor del tenis, femenil o varonil, en los Tours WTA y ATP, respectivamente.
Con las legendarias Billie Jean King, Chris Evert y Martina Navratilova en las tribunas, Garbiñe se apoderó del primer parcial con tranquilidad y experiencia, pues definió el primer set a su favor con un globo milimétrico que elogió Conchita Martínez, su entrenadora.
Kontaveit, sorpresa de la campaña y revelación de las WTA Finals, remontó en lo anímico y se llegó a poner 3-5 en el segundo parcial; sin embargo, los nervios la abrumaron y permitió el regreso de Muguruza, quien se apoderó del título de maestra con un 7-5 para hacer sonar en su honor al mariachi entonando Guadalajara.
Se lleva la dupla checa los dobles

Llegaron como favoritas y cerraron un año dorado.
Las checas Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova se impusieron 6-3 y 6-4 a Su-Wei Hsieh y Elise Mertens para consagrarse campeonas en dobles del AKRON WTA Finals.
Por tercera ocasión desde que la WTA adoptó el Round Robin en sus Finales, las monarcas terminaron invictas, etiqueta que también presumieron Martina Hingis y Sania Mirza en 2015, además de Tímea Babos y Kristina Mladenovic en 2019.
Además, Siniakova terminará el año como número uno del mundo en los dobles.
La pareja campeona sumará mil 500 puntos a su ranking y un premio económico de 360 mil dólares, en tanto, Hsieh y Mertens registrarán mil 80 unidades y un cheque por 190 mil dólares.
Su-Wei Hsieh y Elise Mertens, terceras preclasificadas del torneo, mantuvieron a raya en el Estadio AKRON de Tenis a las checas en el primer set cuando llegaron a ponerse 3-3, pero Krejcikova y Siniakova ligaron tres juegos para llevárselo 6-3.
Para el segundo set, la dupla checa, campeona en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, parecía encaminarse sin problemas, pero Hsieh y Mertens se acercaron 4-5, en busca de alargar la Final a un tercer parcial.
Sin embargo, Barbora y Katerina reaccionaron para conseguir su quinto trofeo de la temporada, sumando los conseguidos en Gippsland, Madrid, Roland Garros y los Juegos Olímpicos.
Por si fuera poco, las checas se quitaron el sabor amargo de su participación en 2018, cuando fueron derrotadas en la Final por Babos y Mladenovic.
Billie Jean King, Chris Evert y Martina Navratilova, quien les entregó el trofeo de campeonas, atestiguaron el triunfo de la mejor dupla del 2021: Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova.

Destacan la lucha de Martina Navratilova

Tras conquistar los dobles del AKRON WTA Finals, Barbora Krejcikova destacó la figura de Martina Navratilova.
La jugadora recordó que hace 32 años inició la “Revolución de Terciopelo”, que disolvió el comunismo en Checoslovaquia, enalteciendo la figura de la ex tenista.
“Teníamos ciudadanos muy valientes, que se manifestaron contra el régimen no democrático que teníamos. Gracias a ellos y a su sacrificio, mi generación puede vivir en un hermoso país y con libertad.
“Aquí tenemos a Martina Navratilova que se vio obligada a emigrar de Checoslovaquia. Estoy muy feliz de que el régimen ya no exista y podamos vivir en libertad”, dijo Krejcikova, provocando sus lágrimas, las de Siniakova y de la propia Navratilova.