La pesista Aremi Fuentes aportó la tercera medalla para México de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al agenciarse el bronce en la categoría de los 76 kilos.
La medallista de bronce mundial en 2019 registró un total de 245 kilos en las tarimas japonesas, donde los jueces estuvieron muy estrictos tanto en la técnica como en el tiempo que las pesistas deben mantener sus levantamientos.
Aremi inició el arranque con 105 kilos, después aumentó tres y los levantó sin problema. En su tercer intento pidió 110 kilos, mismos que no pudo sortear.
En el envión originalmente empezaría con 132 kilos pero al ver cómo se desarrollaba la competencia acordó con su entrenador intentar con 135, mismos que levantó, aunque con algunos titubeos.
En su segunda subida a las tarimas, la subcampeona de Juegos Panamericanos de Lima 2019, hizo un levantamiento válido en 137 kilos. La mexicana no pudo con los 139 kilos, para quedar con un total del 245 kilos, 5 kilos menos de la marca con la que entró a la competencia, pero que fueron suficientes para subir al podio.
Los jueces estuvieron muy estrictos, pues primero invalidaron el tercer y último intento en el arranque de la estadunidense Elizabeth Katherine cuando la barra pesaba 114 kilos, y después, en el envión, el primer intento de la coreana Kim Suhyeon con 138 kilos.
La ecuatoriana Patricia Dajomes se colgó el oro con un total de 263 kilos, mientras que la plata correspondió a la estadunidense con 249 kilos.
Aremi ya conocía los podios olímpicos ya que en los Juegos de la Juventud de Singapur 2010 se colgó el bronce.
Gracias a este logro en Tokio, la halterista chiapaneca que entrena en Mexicali, Baja California, sumó la cuarta presea de la disciplina para el país en unos Juegos Olímpicos.
Va Aremi de las lesiones al podio

Agenciarse la medalla de bronce en los 76 kilos de Tokio 2020 le costó mucho dolor físico, como la misma Aremi Fuentes reveló tras su competencia en las tarimas niponas.
El aplazamiento de los Juegos Olímpicos japoneses del verano de 2020 al de este año como consecuencia de la pandemia por Covid-19 le ayudó a recuperarse y mantener así su enfoque para Tokio.
“Estoy muy contenta, nunca perdí la esperanza y la fe de poder llegar al podio por muchas cosas que pasé de lesiones en los últimos meses y estos dos meses estuve entrenando a full, poniéndole el corazón para poder alcanzar esa medalla.
“El año pasado tuve un desgarre en las dos piernas y gracias a Dios, bueno no así, se dieron las circunstancias del Covid y este año tuve lesiones en una rodilla y tuve que parar meses y así me fui. Todos los días visualizaba la medalla, desde que llegué a Tokio”, expresó Fuentes tras su premiación.
Además de sus cualidades, Fuentes tuvo en Soraya Jiménez, la primera mexicana en subir a lo más alto del podio en una cita veraniega y precisamente en pesas, en Sydney 2000, la inspiración suficiente para convertirse en halterófila.
“Cuando decido practicar las pesas, Soraya Jiménez (ya fallecida) ya había tenido su medalla de oro olímpica y entonces me puse a indagar sobre ella y fue inspiración”, recordó.